miércoles, 26 de marzo de 2014

COMO SABER LO QUE ES REALMENTE IMPORTANTE



Muchas veces cometemos errores, porque no logramos descubrir lo que
es realmente importante.

Se le culpa de esto a los jóvenes, porque consideramos se dejan llevar por los impulsos; pero hay adultos que disfrazan su conciencia, para sentir que lo que hacen es lo mejor, aún sabiéndolo que no es así.

Bien lo dice el evangelio: "Dónde está tu tesoro, ahí está tu corazón"... mi pregunta es: ¿En qué cosas o personas se pone el corazón?

A veces creemos que lo importante es lo que nos causa placer o es para beneficio propio aunque pase por encima de muchas cosas.

Es fácil justificarnos y estirar la conciencia, acomodándola a nuestros actos.

Con el paso del tiempo y mientras vivimos, nuestros actos, nuestro ser de persona, va adquiriendo responsabilidades y compromisos que hay que cumplir a cabalidad.

Los derechos van de la mano con los deberes... si cumplimos nuestro deber, tendremos derecho a reclamar lo que merecemos y/o necesitamos.

Hay derechos gratuitos, se nos dan por el solo hecho de estar vivos y ser seres humanos hay derechos que se ganan de acuerdo a lo que somos y hacemos.

Por ejemplo, una mujer que se casa, adquiere compromisos como Madre, que van por encima de todo lo demás, porque tienen hijos que depende de ella, lo mismo los padres.

Una persona que estudia y alcanza una profesión, tiene derecho al trabajo, pero a la vez el deber de cumplir éticamente y a cabalidad su misión, dentro de su profesión.

¿Qué es lo que es realmente importante para nosotros? ¿acaso las cosas materiales, las fiestas, la diversión, el placer y los beneficios propios? ¿ o aquello que de verdad depende de nosotros porque hacen parte de nuestros compromisos o tienen un valor grande en nuestra vida?

¿Y Dios? ¿En qué lugar lo tenemos? ¿le damos el lugar que se merece en nuestra vida?

Pienso que lo primero es saber responder a nuestros deberes como ser humano, como católico, como hombre y/o mujer, como profesional y todos los que hemos adquirido.

A cada uno se nos han dado dones y talentos para que a lo largo de nuestra vida los cultivemos y los multipliquemos, y eso se logra si los trabajamos responsablemente y los ponemos al servicio de los demás... a lo largo de ese proceso, se pude disfrutar de ellos y defender los derechos que hemos adquirido.

Cómo cuesta entender esto y descubrir lo que realmente es primordial.

Nos dejamos llevar por las necesidades del cuerpo, por el placer, por aquello que nos aumenta nuestros beneficios.

Tratemos de ver las cosas con los ojos de Dios; descubramos los dones y talentos que se nos han dado y trabajemos por multiplicarlos, no para beneficios propios, sino para ponerlos al servicio de los demás y devolverlos a Aquel que nos lo dio, que es realmente el dueño.

Pensemos en lo que es realmente importante, pues hay muchas personas
que necesitan de nosotros y no les estamos dando el lugar que merecen.

¿Cuáles son tus tesoros? ¿Qué es lo que realmente tiene importancia para ti?

DONDE ESTA TU TESORO AHÍ ESTA TU CORAZÓN eso nos dice el Señor.


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