lunes, 19 de mayo de 2014

LA PLACENTA DE LA DIOSA IXCHEL



En la cosmovisión maya, la araña representaba la placenta de la diosa del parto Ixchel, la Señora del Arco Iris, pues se consideraba que el hilo de araña que salía de la parte central de la diosa, representaba la vida que unía a todos los seres humanos, como un enorme cordón umbilical.

Muchas de las arañas mayas estaban relacionadas con el tejido y la hechicería; recordemos que Ixchel fue  la patrona de las tejedoras, a más de ser la diosa del amor, la luna y la medicina, a la cual muchas veces se la representaba acompañada de un hermoso conejo.

Se nos la presenta como una diosa vieja, fea y mala, que disfruta vaciando odres de cólera y maldad sobre el mundo, si creemos lo que nos dice el Códice Dresde.

Y así como podía dar vida a los seres y a la naturaleza, regía el nacimiento de los niños y tenía la capacidad de curar.

Enviaba a la tierra las inundaciones y las tormentas que causaban graves daños en el mundo intermedio: la Tierra. En esta advocación, se la representaba rodeada de símbolos de la muerte y la destrucción, con una serpiente enrollada al cuello y a la cabeza, y adornada de osamentas humanas; sus pies estaban formados por garras amenazadoras. Asimismo, suele aparecer tejiendo el telar de cintura, del cual había sido la inventora, y se cree que estaba tejiendo cuando atrajo la atención de su marido, el Sol.

Como era la suprema tejedora, Ixchel está asociada a la araña, cuya tela simboliza su placenta, ya que la araña crea el hilo de la vida, a la manera de un cordón umbilical.



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