sábado, 21 de junio de 2014

LA GRADUACION DEL HOMBRE-COYOTE



Así se graduaban los indígenas Yaquis, como “HOMBRES COYOTES”

“Al nuevo Hombre-Coyote, lo colocan en el centro de un círculo, formado por los más viejos guerreros, todos jefes dentro de la tribu. Luego una exhortación muy emocionante: ´Para ti no habrá ya más muerte, para ti no habrá ya dolor, para ti  no habrá ya enfermedades, para ti no habrá ya sol, para ti no habrá ya calor, para ti no habrá ya noche, para ti no habrá ya frío, para ti no habrá ya sed, para ti no habrá ya hambre, para ti no habrá ya lluvia, para ti no habrá ya familia, para ti no habrá ya alegrías, nada podrá atemorizarte, todo ha terminado para ti, excepto una cosa: el cumplimiento del deber, en el puesto que se te designe, allí quedarás po0r la defensa de tu nación, de tu pueblo, de tu raza, de tus costumbres. ¿Juras cumplir con el mandato´ El nuevo Hombre-Coyote responde SI, entonces el jefe, actuando como padrino impone sus manos sobre los hombres del nuevo Hombre-Coyote y saca de su carcaj las uñas de león y con ellas rasga la piel del pecho, de la espalda y los muslos, y le entrega las insignias de la muerte y un penacho de plumas de águila, con su piel de Coyote, su carcaj lleno de flechas y su arco”

Después de la graduación del Hombre-Coyote, frente a una multitud integrada por toda la tribu, desde la suprema jerarquía, formada, trémula de emoción, para presenciar los simulacros de guerra y las últimas pruebas de su preparación para tal rango. Siguiendo las danzas, y realizada la ceremonia, con todos los actos que exige la tradición, en la sierra del Bacatete”

He aquí la contextura moral del guerrero Yaqui en su graduación de Hombre-Coyote y sus consecuencias en las guerras de su pasado histórico. 

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