jueves, 4 de junio de 2015

LA LEYENDA DEL ORO DEL CERRO GRANDE



Cuenta una leyenda del estado de Chihuahua que dos colonizadores españoles que tenían como oficio la extracción de metales preciosos, un día decidieron robarse trescientos kilos de oro de una mina.

Efectuado el atraco escondieron el botín en el Cerro Grande, el más grande del estado con una altura de mil novecientos metros sobre el nivel del mar.

Decidieron los hispanos ocultar el oro debajo de una gran piedra, hecho lo cual se dirigieron muy contentos hacia la ciudad de Chihuahua a celebrar su hazaña.

En un momento dado se percataron que alguien caminaba hacía ellos; por precaución decidieron esconderse subiendo a más altura del cerro por el que deambulaban.

Los ladronzuelos se dieron cuenta de que se trataba de una patrulla de policías que tenía intención de atraparlos por su fechoría, pues alguien se dado cuenta del robo y les había renunciado.

Ante el peligro, los cacos intentaron bajar del Cerro Grande por la parte más escabrosa, pero no tuvieron el debido cuidado y resbalaron cayendo por una barranca hasta sus profundidades.

Por más que las autoridades buscaron los cadáveres de los españoles rateros, nunca los encontraron.

La leyenda nos relata que desde entonces sus espíritus vagan por el Cerro protegiendo a todos los ladrones que buscan refugio en él, después de llevar a cabo sus latrocinios.

El tesoro robado sigue oculto, nadie le ha encontrado, aun cuando muchas personas ambiciosas se aventuran a buscarlo.

Si por casualidad alguien llegase a encontrarle, se volvería fabulosamente rico.

¿Se atrevería usted a buscar el oro robado en el majestuoso Cerro Grande?



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