jueves, 9 de julio de 2015

EL PUENTE DE LOS DUENDES



En Puebla, México hay una leyenda sobre el "Puente de los duendes", este relato hace mención a un tío mío que en la sierra de puebla iba mucho por aquel lugar, los lugareños dicen que unos duendes arrastran a la gente hacia la parte baja del puente, aun no se sabe para que, puesto que ningún mortal ha regresado de allí y cuando se le busca no hay rastros.

Mi tío regresaba de una fiesta en el pueblo y para variar había tomado demasiado, a altas horas de la noche se le ocurre ir a buscar leña, pues bien, la encuentra cerca del famoso puente, y él advertido desde niño de lo que allí sucede trata de ir lo mas rápido posible de regreso... cual sería su sorpresa al ver entre los matorrales una gallina grande y gorda! al parecer no era de nadie, pues la gente acostumbra guardar los animales en sus corrales por temor a lobos o coyotes, es así como mi tío se aventura a capturarla, por supuesto la va siguiendo pero la gallina a pesar de ir lento trata de esconderse en los matorrales y se hace escurridiza...

Mi tío sentía la necesidad de agarrarla para cenar, que bien le caería por la borrachera que llevaba, pero no era así... la gallina casi se dejaba agarrar pero en el ultimo momento se le escapaba a mi tío....al cual se le hacía muy extraño no poder agarrar fácilmente una gallina regordeta como esa... muy tarde se dio cuenta de que no era otra cosa mas que un duende convertido en ese animal, ya que la gallina se detuvo precisamente en un extremo del puente... tal y como les gusta a los duendes que uno se quede a altas horas de la noche...

A pesar del susto y de la intención de correr, inexplicablemente mi tío fue arrastrado hacia adentro con engaño, debajo de aquel puente se encontraba la gallina que el había perseguido pero la pobre estaba siendo mutilada por duendes que reían mientras veían como mi tío se acercaba.

El me dice que se siente adormecido todo el cuerpo, pero que en un momento de lucidez, hizo la señal de la cruz, y como pudo dijo estas palabras "Padre nuestro, si mi carne es para los demonios, al menos deja que mi alma esté contigo en el paraíso" tras lo cual se oyeron gritos lastimeros desde adentro del puente, la gallina se transformo en un hombrecito de menos de un metro y los otros duendes le advirtieron a mi tío que huyera y que jamás contara lo sucedido porque en otra ocasión no tendrían compasión con el...

Cuando mi tío despertó era de día y pensaba que había sido un sueño lo que había pasado anoche, pero al levantarse pudo ver sus piernas desgarradas y desangradas en dirección del puente, como pudo se levantó y vio plumas con sangre...

Aunque él ya falleció, jamás se acercó a aquel puente de nuevo, aunque sí contó lo sucedido por consejo del cura del pueblo, fue de los pocos que se salvaron de quedarse en el puente. 

Ahora mi tío descansa en paz y en la gloria de dios.

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