miércoles, 2 de diciembre de 2015

LA SEÑORA



En el pueblo de San Pablo del Monte, situado al sur del estado de Tlaxcala, existe una leyenda que relata que hace muchos años, en el tiempo de la Colonia, vivía ahí una mujer que era sumamente hermosa.

Esta mujer estaba casada con un hombre muy celoso, quien frecuentemente la encerraba en la casa, a fin de evitar que le fuese infiel. Un mal día, el hombre la encerró durante dos años, nadie la podía ver.

Cuando finalmente pudo salir de la cava, la mujer estaba irreconocible, porque las ratas habían devorado su cara de la cual ya no quedaban rastros de su belleza.

Ella había escuchado los gritos de sus hijos, quienes estaban sufriendo la tortura horrenda de sentir que su padre les estaba destrozando la cara, pues al ver lo bello que era le venía a la mente el recuerdo de su esposa, que tan hermosa era.

Cuando la mujer salió del encierro, el marido la vio y echó sobre ella a los perros furiosos que criaba para cuidar la casa.

Los canes acabaron de destrozar el cuerpo y la cara de la pobre madre. Pero sacando fuerzas de flaqueza, la pobre mujer consiguió tomar a sus hijos asesinados y cargándoles salir a la calle.

Era la medianoche. Poco después, la mujer moría a su vez del dolor de ver a sus hijos destrozados y de las heridas que ella misma sufría.

Desde entonces el espíritu de la pobre mujer se aparece el segundo sábado del mes de octubre, día de la terrible tragedia, para buscar venganza, pero nunca encuentra a su malvado marido, lo busca en vano.

A la desafortunada madre los lugareños la conocen con el nombre de La Señora, y es sumamente temida, pues si llega a encontrase con un hombre pasada la medianoche, lo mata  y lo devora sin piedad, como no la tuvo el padre de sus hijos.

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