miércoles, 8 de junio de 2016

LA CASA EMBRUJADA



Cuenta una leyenda de Querétaro que en una hermosa casa situada en el campo vivía una madre con sus tres hijos. Como la mujer se encontraba tan sola, decidió unirse a un hombre que le hacía la corte desde hacía tiempo. Pero el hombre era malo, y pasado un cierto tiempo empezó a maltratar a los hijastros: los golpeaba, los amenazaba, los mal alimentaba y les restringía el agua.

De los tres niños, el padrastro odiaba más a la pequeña que contaba con diez años. Con ella se ensañaba más; hasta que un día arrojó a la criatura por las escaleras y murió al instante. Para escapar al merecido castigo de la justicia, el cruel hombre, junto con la mujer y los niños restantes, huyeron hacia una ciudad desconocida.

La casa quedó vacía, y pronto fue habitada por otra familia. Los nuevos habitantes se quejaban de que escuchaban gritos y llantos lastimeros, y voces que no sabían de dónde procedían. A veces escuchaban golpes en una puerta y voces infantiles rogando que les dieran comida y agua.

Pero lo más terrible era que veía a una niña vestida de blanco que se paraba al borde de la escalera y era empujada por una mano invisible que la arrojaba hacia abajo. La escena se repetía día con día, y la familia, sumamente asustada, se vio en la necesidad de abandonar la casa embrujada, la cual desde entonces sigue desocupada, aunque los que pasan cerca de ella aseguran oír voces infantiles clamando clemencia.



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