martes, 12 de julio de 2016

EL ÁNGEL DE LA GUARDA



Cuenta con una tierna leyenda de Michoacán que hace muchos años por el barrio de El Carmen una mujer iba caminando acompañada de su hijita de cuatro años, para dirigirse del mercado al que habían ido a su casa.
Como era el mes de mayo, hacía muchísimo calor y la niña, que se llamaba Tayita, empezó a tener sed.
Era ya muy tarde y la madre de la pequeña le pidió  que se aguantara un poco más para llegar a la casa, y ahí darle un vaso con agua fresca y limpia.
Pero Tayita estaba sumamente acalorada y sedienta, e insistió por tres veces que quería beber agua.
Al pasar por una fuente, la madre le dijo a su hija que si tenía tanta sed podía beber agua de ahí.
La niña corrió hacia la fuente y empezó a beber auxiliándose de sus manitas.
Cuando más desesperada se encontraba por sus fracasados intentos, y la jovencita se resbaló y se encontraba a punto de morir ahogada, un ángel misericordioso bajo del Cielo y sacó a la niña rápidamente, evitando así que muriese.

La madre, muy agradecida, trató de darle las gracias al ángel, pero éste había desaparecido.

Al llegar a su casa, la mujer encendió un cirio dedicado al Ángel de la Guarda de la pequeña, y amabas se pusieron a rezar, por el gran favor que habían recibido.

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