jueves, 31 de mayo de 2018

EL CALLEJÓN DE JESÚS TE AMPARE




Jalapa, cuyo nombre en lengua náhuatl significa “manantial en la arena”, es la capital del estado mexicano de Veracruz. Su nombre oficial es Jalapa-Enríquez. Esta hermosa ciudad se fundó gracias a varias familias de indios totonacas que se asentaron en el sito. A la llegada de los españoles a esta localidad, en 1519, recibieron en santa paz a las huestes de Hernán Cortés, para convertirse en 1521 en tributaria de la corona de España.
La tradición oral de Jalapa cuenta con un sin fin de leyendas, a cuál más de curiosas. De entre ellas relataremos a continuación una que tuvo su origen hace ya muchos siglos, durante la etapa colonial.
A la entonces Villa de Jalapa llegó en cierta ocasión una familia procedente de España. La hija del matrimonio español contaba con diecisiete años de edad, y era considerada como toda una belleza: alta, delgada, rubia, de ojos verdes y sonrisa cautivadora. La familia compró una hermosa casona para instalarse la cual se encontraba situada en un callejón.
Por azares del destino la joven conoció a un estudiante que vivía en Jalapa. Ambos se enamoraron y se hicieron novios. El respondía al nombre de Cosme de Taboada y se trataba de un atractivo y educado joven, apenas un poco mayor que la chica. Como los padres los padres le apreciaban, el joven contaba con el permiso para visitarla a través de las rejas del balcón de la sala. Juntos se pasaban horas platicando de una y mil cosas y jurándose amor eterno.
Así transcurrían las amorosas tardes de los jovencitos. Hasta que, en una ocasión, en un feo día de llovizna ligera, un borracho pasó por la ventana de la casa en donde se encontraba la pareja y vio a los amantes en amorosa plática. Como el ebrio había perdido hacía poco a su esposa a la cual adoraba, al ver la felicidad de los novios se llenó de envidia y rencor.
Mientras el borracho los observaba con odio, los chicos gozaban de su felicidad sin sospechar los sentimientos que había provocado en aquel tipo briago.
Sigilosamente, el borracho se fue acercando a Cosme y sacó una navaja del su cinto. Atacó al joven por la espalda y le provocó multitud de heridas mortales. Al ver lo que sucedía, la bella muchacha grito empavorecida: – ¡Cosme, que Jesús te ampare!
A partir de ese momento, los habitantes de Jalapa empezaron a nombrar al callejón donde se encontraba la casona de la familia española como El Callejón de la Muchacha de Jesús te Ampare o El Callejón de Jesús te Ampare, como hasta la fecha se la conoce.


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