En
Campeche los brujos poderosos solían salir de noche para secuestrar a personas
que ofrecían en sacrificio para sus rituales con el demonio. En una ocasión un
hombre de avanzada edad que era campesino se encontraba caminando por las
solitarias calles de la ciudad a altas horas de la noche cuando fue atacado por
los brujos.
Lo
llevaron para sus actos de brujería y lanzaron sobre él una terrible maldición
que lo dejaría convertido en mitad hombre y mitad chivo. Cada noche sale desde
el suelo esta bestia que atemoriza a la población con su terrorífico aspecto.
Tiene unos ojos rojos enormes, en lugar de pies tiene pezuñas, su cara es la de
un chivo con una larga barba y tiene enormes dientes filosos.
Justo a
la media noche sale en busca de su próxima víctima para matarla y comerse toda
la carne hasta dejar sus huesos tirados en la calle. Este chivo brujo también
embiste a las personas que se encuentran fuera de su casa con sus cuernos. Sus
piernas son tan fuertes que en cada paso puede romper la madera que está en el
suelo haciendo un ruido muy poderoso. Cada uno de sus pasos queda marcado en el
piso dejando un rastro de calor y olor a azufre.
Algunos
que se han encontrado a este chivo brujo se han quedado locos cuando lo ven
directamente a los ojos. Otros mueren de un ataque al corazón por la gran
impresión que tienen al ser sostenidos entre las garras de este ser que tiene
un pecho lleno de pelo de chivo.
Algunos
dicen que un valiente lo atacó con una bala de plata en el corazón pero que el
chivo brujo sobrevivió. Las personas aseguran que este pobre campesino fue
convertido en chivo brujo por los brujos más poderosos de Campeche y con la
misión de matar a la gente.
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