domingo, 4 de noviembre de 2018

ESTÁS A TIEMPO




A todos los seres humanos, Dios nos ha bendecido, y esta vez no hablo de cosas, sino de personas que pone en el camino. La rutina de cada día, nos hace acostumbrarnos a ellas; tenerlas ahí, ignorarlas muchas veces, porque estamos totalmente seguros que las merecemos y son nuestras.

Ya ni nos asombra lo que hacen por nosotros, lo creemos parte del diario vivir y quizás sentimos que eso que nos dan, es casi una obligación y tiene que ser así. No creemos necesario ningún detalle de parte nuestra, ni una muestra de cariño, se supone que ellos saben lo que sentimos, siempre ha sido así, nunca lo han pedido.

En muchos casos, vamos buscando por otros lados el amor y la amistad, sin darnos cuenta que al alcance de nuestra mano están. Nos sentimos vacíos cuando no somos correspondidos por aquellos corazones lejanos que queremos conquistar, e ignoramos por completo esos que tenemos cerca y que son capaces de entregar su vida y hasta más.


Puede suceder que están ahí en silencio y no los distinguimos, nos están entregando lo mejor, ríen si reímos, sufren si sufrimos; pero estamos tan distraídos, que no lo percibimos ¡Qué triste es tener en las manos un tesoro y no descubrirlo! Mucho más triste es, quejarnos, sentirnos desafortunados, cuando realmente somos privilegiados por aquello tan valioso que tenemos y que somos tan ciegos y superficiales que no lo vemos.

Pero nada es para siempre, todo es pasajero, viene sin avisarnos, y cuando menos lo esperamos siguen su destino, se fueron… Puede llegar el día, en que al abrir los ojos, sintamos un enorme vacío, y es ahí cuando nos daremos cuenta de ese ser tan maravilloso que hemos perdido.

Extrañaremos esas muestras de cariño a las que nos habíamos acostumbrado; más aún esos detalles que a veces nos ahogaban, fastidiaban y hasta rechazábamos. Habrá momentos de mucha soledad en que ya no tendremos su refugio, apoyo incondicional y su amistad… nos hará falta el abrazo, la palabra, la presencia, pero será muy tarde, porque ya no estarán y el tiempo no puede volver atrás.


A esas personas que son una bendición, podremos llamarlas: padres, hermanos, amigos, amores o tal vez ángeles que no todo el mundo tiene, unos pocos son los honrados; lo triste es que la mayoría no sabe apreciarlo, se pasan la vida quejándose de la soledad, y pierden el amor y la amistad, sin saber que en sus manos estaban y no los supieron disfrutar; otros solo se dan cuenta muy tarde, cuando ya no están y se lamentan de no haberlo sabido valorar. Así es la vida, nadie sabe lo que tiene hasta que lo ha perdido, y otros lo pierden sin saber que lo tuvieron, por ser tan superficiales y andar distraídos.

¿Y tú, estás a tiempo o es demasiado tarde?


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