lunes, 18 de febrero de 2019

LA PERLA DE LA VIRGEN




Al suroeste de la isla San José y a 12 km de la bahía La Amortajada, se encuentra un yacimiento que a fines del siglo pasado era un buen productor de perlas, y en el cual se reunían cientos de buzos todos los años.

Al final de cada temporada, antes de que el frío y los vientos del noroeste hicieran imposibles las maniobras de buceo, los pescadores acostumbraban sacar una última perla "para la Virgen".

En cierta ocasión, un buzo se disponía a tirarse por última vez al mar, cuando alguien, advirtiendo el intento, le grito:





El pescador, irónico, hizo un gesto de desdén, y respondió con burla:

--Yo no voy por la perla de la Virgen, voy a buscar una para el diablo.

Y se lanzó al agua.

Satanás le tomó la palabra, y el pescador no reapareció ni las aguas devolvieron su cadáver.

El lugar ahora es un tabú y nadie va ahí a buscar perlas. Quienes lo han hecho, encontraron en el fondo al fantasma del buzo blasfemo, a quien le ha crecido una enorme cabellera y una lengua barba. Parece vivo, y en sus manos sostiene una enorme concha de madreperla.

Es la perla del diablo, dicen; y como el fantasma lleva cabellos largos se le ha dado el nombre de El Mechudo y a ese lugar punta Cabeza Mechuda.

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