viernes, 6 de marzo de 2015

XARATANGA



Entre los antiguos purépecha, asentados hacia el Occidente de México, existía una diosa llamada Xaratanga, Xaracua o Xaratangua, “la que brilla o alumbra”.

Era la Diosa de la Luna, adorada en Jarácuaro, que precisamente significa “el lugar donde está la luna” o “lugar donde se adora a la diosa Xaracua”.

En esta población se dice que un cacique sacrificó ochocientos cautivos españoles, para obtener el favor bélico de la diosa, durante una de tantas batallas contra los invasores. 

Xaratanga fue la deidad de la vida y la muerte - por lo cual solía sele representar con dos corazones-,  la Madre Creadora y Terrenal, a cuyo vientre acudían los seres humanos al morir.

Representó mucho tiempo a las diosas matriarcales; pero, posteriormente, fue destronada por la diosa lunar Coyolxauhqui.

Gracias a Xaratanga, las plantas germinaban,  y los animales y los hombres nacían.

Xaratanga vivía hacia el Oriente, junto a las fuentes termales de Araró, de las cuales formaba nubes que se iban hacia el Cielo para luego poder regar la Tierra con sus aguas emanadas de sus hinchados vientres.

En los cultos dedicados a ella, se ejecutaba la danza de Los Huehues, Los Viejos, y se le ofrecían frutos, codornices, patos, y gran cantidad de plata el cual era su símbolo, pues se pensaba que este bello metal constituía una secreción lunar de Xaratanga.

Se la asociaba con el jaguar.

Como otras diosas lunares mesoamericanas, se la relacionaba con el amor, el sexo y el pulque.

Además, fue la diosa de la gestación y del tejido, pues gracias a ella las mujeres purépecha aprendieron a tejer.

Esta bella diosa que murió al dar a luz, llevaba un bello vestido blanco resplandeciente, la cara pintada de amarillo, y sus cabellos entrelazados con guirnaldas de pescados, chile, frijoles y maíz.

Fue tan importante nuestra diosa que tenía el honor de presidir el religioso y sagrado Juego de Pelota purépecha

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