El
pueblo de San Juan Chamula se encuentra ubicado en los Altos de Chiapas, a diez
kilómetros de San Cristóbal de las Casas. En él habitan los indios tzotziles.
De ellos nos ha llegado una leyenda acerca de su iglesia, la cual nos relata
que hace ya mucho tiempo vivía en el pueblo un negro que era terriblemente
malo. Se trataba de un brujo con muchos poderes sobrenaturales que podía
enfermar y matar a quien quisiese sin emplear ningún tipo de arma, tan solo con
su terrible mirada. Nadie sabía quién era ni de dónde había venido, solamente
se sabía que con sus poderes era capaz de comunicarse con la naturaleza, con
plantas, piedras y animales. De sobra está decir que era temido por todos.
En aquel entonces San Juan
Chamula no tenía iglesia, lo que causaba preocupación a los habitantes.
Entonces, decidieron dirigirse al chamán negro para que los ayudara con su
magia a construir una iglesia donde poder llevar a cabo los rituales de sus
creencias religiosas. El hombre negro, a pesar de ser tan malo, decidió ayudarlos
y para ello empezó a recorrer el poblado acompañado de algunos tzotziles. En un
momento dado interrumpió su caminata y se detuvo hacia el norte y empezó a
girar y a girar al tiempo que silbaba fortísimo, cual si fuera una fuerte
ráfaga de viento. El sonido del silbido se fue propagando por las altas
montañas y se produjo como un eco en los cuatro puntos cardinales.
Al
escuchar el silbido las piedras de las montañas comenzaron a moverse y se
fueron convirtiendo en carneros de color blanco y negro. Los indígenas miraban
espantados lo que sucedía. Los otros animales de los cerros muy aterrorizados
por el fenómeno corrían desenfrenadamente, para alcanzar a llegar al sitio
donde se encontraba el chamán negro. El primer carnero negro que llegó al sitio
señalado por el chamán, el líder, dio un gran salto y cuando cayó a tierra se
volvió a transformar en piedra. Los demás carneros fueron llegando poco a poco
y, convirtiéndose en piedras, se fueron amontonando hasta formar las paredes de
la iglesia de San Juan Chamula.
El chamán negro dejó de
silbar cuando vio que la iglesia estaba ya construida. De todos los cerros
llegaron piedras, menos de uno que se encuentra ubicado hacia el sur, al que se
conoce con el nombre de Chajancanvitz, que significa en totzil Cerro de las
Piedras Haraganas.
El templo fue dedicado a
San Juan Bautista quien con sus increíbles poderes había secado Ciénegas para
que los chamulas pudiesen asentarse ahí y formar su poblado. Su fiesta se
celebra el 24 de junio.
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