La tribu de los kikapú habita algunas
zonas de los estados del norte de México. En el nuevo Pueblo Mágico de Melchor
Múzquiz en Coahuila, puedes entrar en contacto con ellos y conocer más sobre su
estilo de vida y sus tradiciones.
Se cree que los antepasados de esta
etnia deambulaban por los paisajes nevados del norte de Canadá. Por mucho tiempo,
se establecieron en la zona en donde hoy es el estado de Indiana, en Estados
Unidos. A mediados del siglo XVIII huyeron hacia el sur para escapar a los
colonizadores europeos y se establecieron en Oklahoma, Kansas y Coahuila.
Guadalupe Victoria, primer presidente
de México, les cedió más tierras en Texas. Otros presidentes que han apoyado de
alguna forma a los kikapú son: Benito Juárez, que les dio la posesión
definitiva de sus tierras; Venustiano Carranza, que les donó 7 mil hectáreas;
Lázaro Cárdenas, que los visitó y les proporcionó apoyos para el trabajo
agrícola.
Los kikapú se dedican a cultivar maíz,
frijol y calabaza y también a la ganadería y a la producción de artesanías. La
máxima autoridad es el “capitán”, que tiene autoridad civil y religiosa. Esta
figura es elegida por el pueblo y cumple funciones como: representar a la tribu
ante autoridades, resolver conflictos y dirigir ceremonias.
La religión es uno de los ejes
principales en la vida de un kikapú. Kitzihiata, el espíritu creador, domina
todo lo existente, lo material y lo que no lo es. Tanto lo orgánico como lo
inorgánico tiene vida propia y, como seres humanos, estamos interrelacionados
con la Tierra y el cosmos. Es por eso que, al morir, el cuerpo pasa a formar
parte de la tierra y renace –al enterrar a los difuntos, siembran un árbol
encima de la tumba.
Un dato curioso acerca de los kikapú
es que, al vivir en poblados que se encuentran tanto en Estados Unidos como en
México, tienen total libertad para transitar entre ambos países sin necesidad
de presentar documentos.
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