Cupilco
es un pueblo que se encuentra en la región de la Chontalpa en el estado de
Tabasco.
De ese
hermoso lugar ha llegado hasta nosotros una leyenda que a continuación
relatamos.
Corría el
año de 1638, cuando en la Barra de Cupilco, en el Municipio de Paraíso, de
pronto se les apareció, a unos pescadores que se encontraban en la playa la
imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Asunción de María, sentada en una
barca que flotaba en el mar.
Asombrados,
los pescadores la admiraron y se la llevaron a su comunidad llamada Ayapa,
donde la colocaron en el altar de la iglesia, para venerarla como correspondía
a tan especial Madona.
Los
pobladores notaron que cada noche la imagen se movía hacia el norte, como
mirando hacia Cupilco, la volvían a colocar y otra vez se movía.
Ante este
insólito hecho, los sabios ancianos de Ayapa tomaron la decisión de llevarla a
varios poblados cercanos a Ayapa, pero la santa imagen seguía dirigiendo su
cuerpo y mirada hacia Cupilco.
Convencidos
de que el lugar en donde quería permanecer la Virgen era Cupilco, los creyentes
decidieron trasladarla a la iglesia de dicho pueblo.
La Virgen
agradeció el cambio, pues era en ese sitio donde quería morar para siempre. En
seguida que llegó, se produjeron toda clase de milagros, por lo que su devoción
y fama de milagrosa se extendió a otras comunidades.
Desde
entonces, para corresponder a los dones que les envía Nuestra Señora de la
Asunción, los días treinta de cada mes, la bajan del su altar para limpiarla
con oloroso aceite, y cambiarle su humilde pero hermoso ropaje.
Esta
querida Virgen fue coronada como la Reina de Tabasco, el día 11 de mayo de
1990, por el entonces Papa Juan Pablo II. A partir de entonces, su iglesia es
lugar de peregrinación.
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