Cuenta con una tierna
leyenda de Michoacán que hace muchos años por el barrio de El Carmen una mujer
iba caminando acompañada de su hijita de cuatro años, para dirigirse del
mercado al que habían ido a su casa.
Como era el mes de mayo,
hacía muchísimo calor y la niña, que se llamaba Tayita, empezó a tener sed.
Era ya muy tarde y la
madre de la pequeña le pidió que se aguantara un poco más para llegar a
la casa, y ahí darle un vaso con agua fresca y limpia.
Pero Tayita estaba
sumamente acalorada y sedienta, e insistió por tres veces que quería beber
agua.
Al pasar por una fuente,
la madre le dijo a su hija que si tenía tanta sed podía beber agua de ahí.
La niña corrió hacia la
fuente y empezó a beber auxiliándose de sus manitas.
Cuando más desesperada se encontraba por sus fracasados intentos, y la
jovencita se resbaló y se encontraba a punto de morir ahogada, un ángel
misericordioso bajo del Cielo y sacó a la niña rápidamente, evitando así que
muriese.
La madre, muy agradecida, trató de darle las gracias al ángel, pero éste
había desaparecido.
Al llegar a su casa, la mujer encendió un cirio dedicado al Ángel de la
Guarda de la pequeña, y amabas se pusieron a rezar, por el gran favor que
habían recibido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario