miércoles, 20 de julio de 2016

LA SERPIENTE DORADA



Cuenta una leyenda nahua que había una vez un cacique muy importante y muy rico que vivía en una población cercana a la Ciudad de Tenochtitlan.

Estaba casado con una mujer sumamente hermosa.

Ambos vivían en una enorme casa construida con tezontle y piedras de río, que era el 
asombro de cuantos la conocían; el mismo tlatoani de Tenochtitlan la codiciaba.

La casa no distaba mucho del Lago de Texcoco, para llegar a él se caminaban solamente unos veinte minutos.

Todos los días la mujer, llamaba Nektli, salía de su casa y se dirigía al lago, no sin antes haberse provisto de una enorme canasta llena de variada y sabrosa comida. Los esclavos cargaban la canasta hasta el lago, pero una vez ahí, la mujer los despedía y no dejaba que nadie se quedase con ella.

Entre los esclavos había un joven que estaba sumamente intrigado con lo que sucedía cuando la mujer se quedaba sola a orillas del lago.

Un día, la curiosidad le atosigó tanto que se escondió para observar qué era lo que hacía su ama sola en la laguna y con tanta comida.

Pasado un poco de tiempo, el joven vio lo que sucedía, y anonadado de miedo corrió hacia la casa el cacique para contarle lo que había visto.

El cacique, dudoso de lo que el esclavo le había contado decidió ir él mismo al otro día para comprobar si era verdad.

Cuando llegó a la laguna vio a su mujer sentada a la orilla del agua colocando un mantel en el césped y disponiendo encima la suculenta comida.

A poco rato, salió del agua una enorme Serpiente color verde y dorado, y devoró la comida.

Una vez que hubo terminado de yantar, la Serpiente y la mujer se entregaron apasionadamente a hacer el amor.

El cacique al ver a  su esposa en tales circunstancias, se llenó de horror y regresó a su casa dispuesto a esperar a la infiel y depravada mujer.

Cuando llegó muy tranquila y satisfecha, el hombre la apuñaló con un cuchillo de pedernal.

Al enterarse de lo ocurrido la Serpiente muy enojada porque su amada había sido asesinada, sacudió furiosa su cola, el agua se agitó sobremanera y la ciudad donde vivía el cornudo marido se inundó completamente y todos los habitantes murieron ahogados por culpa de una mujer infiel.

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