Hace muchos años en
Orizaba, ciudad que se encuentra en el estado de Veracruz, vivía un hombre muy
rico en una casa muy grande y lujosa.
Como era tan rico, tenía
miedo que le robaran su dinero los ladrones que no faltaban; razón por la cual
decidió enterrar una gran olla llena de monedas de oro en un ojo de agua que se
encontraba en el campo cerca de su casa.
Para que vigilara la
olla, el hombre rico decidió poner junto al ojo de agua la estatua de bronce de
una hermosa sirena.
Y ahí quedó la sirena
cuidando la olla de monedas de oro del temeroso hombre.
Pasó el tiempo, y el
hombre rico se murió de un paro cardíaco.
Nadie supo nunca que se
encontraba enterrada una olla en el ojo de agua, pues el ricachón había tenido
buen cuidado de guardar su secreto.
Mientras esto sucede, la sirena todos los 24 de junio de cada año, a las
doce de la noche, deja de ser estatua para convertirse en una hermosa sirena de
verdad, con la cola color de turquesa.
Cuando se convierte
en sirena nada por todo el ojo de agua que es muy grande.
Cuando empieza a amanecer, la hermosa sirena se vuelve a convertir en
estatua para seguir vigilando la olla de las monedas de oro que nadie ha
descubierto todavía.
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