Hassan
bin Sabbah nació en Qom Irán, en 1034 Murió en Alamut, el 12 de junio de 1124,
también conocido como “El Viejo de las Montañas“, fue un reformador religioso, autor y precursor de la “Nueva”
predicación o da’wa de los ismailitas nizaríes, que pretendía
reemplazar la antigua”
da’wa de los ismailitas fatimíes de El Cairo. Hassan bin Sabbah es la variante persa de su nombre. También
suele aparecer citado por la forma árabe, Hassan al-Sabbah o sus variantes
Hassan bin al-Sabbah, Al-Hassan bin al-Sabbah o el sobrenombre Alauddin. Es
conocido sobre todo por haber sido el inspirador y jefe de los llamados hashshashín, palabra que ha pasado a numerosas
lenguas como “asesino” o Secta de los Asesinos, ya que la
comunidad que fundó y dirigió utilizaba con frecuencia el homicidio político
como estrategia. La mayor parte de los datos sobre Hassan y sus seguidores
proceden de sus enemigos, ya que la documentación generada por la secta fue
destruida por los mongoles cuando arrasaron la fortaleza de Alamut, sede de la
misma. Hassan fue educado por su padre en la fe chií, mostrando gran interés
por la religión desde la niñez. Sus creencias comenzarían a cambiar tras
conocer a Amira Zarrab, un da’i o
misionero ismailí, quien le introdujo nuevas ideas religiosas que lo alejarían
lentamente de la ortodoxia.
Una grave
enfermedad haría reflexionar a Hassan sobre las enseñanzas de Zarrab. La idea
de morir antes de conocer una nueva verdad fue suficiente para abrazarse a la
nueva fe. Otro misionero ismailita, Abu Najm Sarraj, le iniciaría en la
adquisición de nuevos y recónditos puntos de vista. Por último, Mu’min, un
tercer misionero, le administró un juramento de fidelidad pasando de este modo
a formar parte de la secta ismailí, en la cual, no tardaría en alcanzar una
posición importante. El ismailismo es una de las corrientes del islam chií o shiíta.
Sus miembros son llamados también “Septimanos“. No reconocen más que los siete primeros imanes chiíes. El
origen del ismailismo se remonta a la muerte, en 765, del sexto imán chiita y
las discusiones a propósito de su sucesión. Dicho imán, Ya’far as-Sadiq, había
nombrado sucesor a su primogénito Ismael pero este murió unos años antes que su
padre. La parte de la comunidad chií que más adelante formará la rama de los
imaníes decidió que le sucediera su otro hijo, Musa al-Kazim, como séptimo
imán. El grupo llamado después ismailí, sin embargo, no admitió la muerte de
Ismail y extendieron la creencia de que se había ocultado y que volvería al
final de los tiempos como mahdi.Ya‘far as
Sádiq, sexto Imam de la rama chií del Islam. Su nombre completo es Ya‘far Ibn
Muhámmad Ibn ‘Ali Ibn Husséin Ibn ‘Ali. Biznieto de Husséin, uno de los hijos
de Fátima, hija del Profeta Muhámmad y de Alí, cuarto califa de los llamados
“Rashidun” bien guiados. Ya‘far as-Sadiq nació hacia el año 700 y descendía por
su madre de Abu Bakr, primer califa, compañero y suegro del profeta y una de
sus esposas, Fátima, que era pariente lejana por su pertenencia al clan de los
Hasánidas. Vivió en Medina una existencia tranquila dedicada al estudio del
hadiz, los dichos y las acciones del Profeta Mahoma relatadas por sus
compañeros y compiladas por aquellos sabios que les sucedieron. Murió hacia el
año 765 y su muerte estuvo rodeada de circunstancias extrañas, no descartándose
la idea de que hubiera sido envenenado por orden del califa Al-Mansur. La
tradición lo califica como el mejor hombre de su tiempo, haciendo gala de un
celo devocional, que lo apartó de toda actividad política. Muy versado en
ciencias tanto exotéricas como esotéricas y con unas premoniciones
verdaderamente sorprendentes, fue él quien extendió el conocimiento del fiqh
imamita, que implica el conocimiento de lo Halal permitido y Haram prohibido,
así como los conocimientos reservados a los iniciados. También fue famoso
en su época por las clases y disertaciones que brindaba. Sus discípulos
llegaron a la cantidad de 4.000. Fue el fundador de la jurisprudencia shiita.
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