Esta leyenda mexicana tiene origen en cercanías de
Morelos, donde vivía una hermosa joven, pretendida por muchos hombres de la
región. Ella se negaba constantemente a los pretendientes hasta que conoció a
un enigmático jinete, que se ofreció a llevarla en su caballo hasta su morada.
Luego de algunos días finalmente cayó rendida a sus encantos y se casó con el
intrigante visitante.
La joven quedó embarazada, y el sujeto desapareció
de la faz de la tierra, pero la gestación siguió su curso normal hasta los 8 meses
cuando nació un hermoso bebe, algo extraño ya que era muy ágil y despierto. Al
cumplir los 6 meses, se decidieron ir a bautizarlo por lo que su madrina era la
encargada de llevarlo a la iglesia. Cuando iban camino a ese lugar y en medio
de un río, una voz lúgubre salio de la boca del bebe diciendo – Madrina ya
puedo hablar, ya tengo dientes, y te voy a matar-, tras lo cual asesinó a su
madrina y desapareció en medio del agua….
Para los lugareños no quedan dudas que se trata del
hijo del Diablo y que cada cierto tiempo suele aparecer por los caminos y
haciendas, asustando a los seres humanos y a las bestias, incluso matando a
varios de ellos.
La leyenda afirma que en los caminos rurales, suele
oírse el llanto de un bebé y quienes lo recogen y lo alzan, sienten un tremendo
dolor en su brazo, ya que el “bebé” los está mordiendo para luego desaparecer
en forma misteriosa.
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