A la cruz mexica la
encontramos, principalmente, formando parte del llamado vulgarmente Calendario
Azteca, o Piedra Solar como es su nombre correcto. Se trata de un disco
basáltico con inscripciones que relatan la cosmogonía de la cultura
de los mexicas.
La Piedra tiene 3,60
metros de diámetro y 122 centímetros de grosor. Su peso es de 24 toneladas. En
el centro de dicha Piedra se encuentra el dios del Sol, Tonatiuh, dentro del
jeroglífico ollin, movimiento, el cual tiene la forma de una cruz. Cada brazo
de la cruz, representa a una de las cuatro eras o soles, por la que ha pasado
la creación del mundo antes de llegar al actual, que conocemos como el Quinto
Sol. Los brazos de la cruz son del mismo tamaño y cuadrados.
En el brazo superior de
la derecha, se encuentre el día 4 Jaguar, que fue el momento en que terminó la
primera era, misma que duró 676 años, y la cual diera fin a causa de monstruos
que salieron a la tierra y mataron a las personas. Este brazo representa al
elemento Tierra.
En el brazo que queda a
la izquierda está el jeroglífico 4 Viento, símbolo de los huracanes que,
después de 364 años, asolaron la Tierra, y convirtieron a los hombres en monos.
El brazo inferior
izquierdo, 4 Lluvia, representa la era que terminó debido a una lluvia de
fuego; en este sol algunos hombres murieron y otros se volvieron guajolotes. Su
duración fue de 312 años.
El brazo inferior
derecho, 4 Agua, tuvo una duración de 676 años, mismos que terminaron a causa
de torrentes de agua. Los hombres que no murieron se convirtieron en peces.
Entre los signos de los
brazos: las eras, se encuentran los signos de los puntos cardinales: 1
Pedernal, 1 Lluvia, Xiuhuitzolli signo heráldico, y 7 Mono; o lo que es igual
norte, sur, este y oeste, respectivamente. La cruz representa la totalidad del
mundo.
Por otra parte, la ciudad de Tenochtitlán se encontraba trazada
en forma de cruz, cuatro caminos principales la cruzaban y daban acceso a
pueblos localizados fuera de la ciudad.
La ciudad y sus
edificios se conectaban con el cosmos de acuerdo a la salida y puesta del Sol,
durante los equinoccios y solsticios; así nos informa Adrián Snodgrass en su
artículo “La cruz espacio-temporal en la arquitectura mesoamericana” de su
libro Time and Eternity:
El
frente oeste del Templo Mayor, el templo principal del centro ceremonial de
Tenochtitlán, la antigua capital azteca ahora cubierta por la ciudad de México,
da la espalda a los siete grados y medio del sureste, que es la posición del
sol equinoccial que aparece al amanecer entre sus dos templos, los cuales se
alzan en la cima de una base piramidal.
Desde
la base del templo circular de Quetzalcóatl, que está al oeste del Templo Mayor
en una extensión de su eje este-oeste, un observador ve al sol equinoccial
cuando se ha elevado a una altitud de 22º sobre el horizonte astronómico,
enmarcado entre los dos oratorios en el Templo Mayor.
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