La Batalla de Padierna fue un
enfrentamiento bélico entre los ejércitos de Estados Unidos y México,
ambientado en la Primera Intervención Estadounidense en México. Ocurrió del 19 al 20 de agosto de 1847 en una zona aledaña
a la Ciudad de México, donde se hallan hoy día las delegaciones de Álvaro
Obregón (en aquel entonces San Ángel), Margarita Contreras y Tlalpan; por eso
suele llamarse en ocasiones Batalla de Contreras. El nombre
original se debe a la cercanía del Rancho Padierna, lugar donde hubo combates.
Antonio
López de Santa Anna, a pesar de haber sido rechazado por mucha gente por los
resultados de la Independencia
de Texas, en especial por la Batalla de
San Jacinto en 1936, recuperó su prestigio durante la Primera
Intervención Francesa en México, conocida también como la Guerra de los
Pasteles.
Cuando posteriormente los Estados
Unidos revelan su intención de anexar Texas a su territorio, las reacciones en
México fueron virulentas. A pesar de haber recuperado cierto prestigio, Santa
Anna quiso mantenerse al margen debido al recuerdo de la experiencia texana.
Sin embargo, en virtud de que más territorio mexicano estaba siendo ocupado por
Estados Unidos, las hostilidades derivaron hacia la intervención en México, por
lo que Santa Anna fue llamado por el gobierno para que asumiera el mando
supremo del ejército. Durante ese período, Santa Anna ascendería también a la
Presidencia de México.
Luego de la victoria
estadounidense en Cerro Gordo, al norte de la Ciudad de México, debida
probablemente a mala estrategia de Santa Anna, el ejército de Winfield Scott
avanzó sobre la ciudad; pero lo hizo dando un rodeo para atacar desde el sur.
Santa Anna se hallaba en el Rancho Padierna, en la ruta que seguiría Scott, de
modo que se retiró al norte, a San Ángel.
El ejército de Scott tomó los ranchos
de Anzaldo y Padierna el 19 de agosto en su camino hacia México, y Santa Anna
dejó órdenes al General Gabriel Valencia de esperar que llegaran a San Ángel
para tener mejores condiciones para repeler el avance estadounidense.
Desobedeciendo esta orden, Valencia se dirigió con varios batallones a
recuperar Padierna. Aunque lo logró, lo hizo al costo de numerosas bajas.
La batalla dejó en claro
una lamentable división entre los generales Valencia y Santa Anna, que les
impidió mostrar claramente la cadena de mando y trabajar de modo coordinado
para aprovechar las ventajas que les habría brindado conocer el terreno y
emboscar a los estadounidenses. Por el contrario, el ejército de Scott supo muy
bien capitalizar esta discordia entre los generales, y aprovechar todas las
ventajas que hallaron, incluyendo un paso de cabras que les proporcionó una
conveniente ruta de escape.
No hay comentarios:
Publicar un comentario