Ubicada en la calle que
ahora se llama 20 de noviembre, en el Centro Histórico, se encuentra lo que es
una enorme casa colonial, en ella vivía hace muchos años un señor acaudalado de
nombre Juan Manuel de Solórzano, quien estaba casado con una de las más bellas
mujeres de la época, lo que causaba los celos de don Juan Manuel.
Él sospechaba que su
esposa lo engañaba y envenenado por esta idea, un día logró contactar al
diablo, a quien le pidió le dijera la verdad sobre su esposa y el amante.
El diablo al
ver su desesperación se aprovechó de él y lo engañó pidiéndole que todas las
noches a las once en punto saliera a matar al primero que pasara por ahí y así el demonio le ayudaría a que nadie se
enterara, de esta forma mataría al amante de su esposa.
Don Juan Manuel realizó este ritual noche tras noche, hasta que un
día asesinó a uno de sus sobrinos que le había ido a buscar a esa justa hora.
Desde esa noche el Don dejó de cumplir con el trato y
días después se le encontró muerto, desde entonces la leyenda cuenta que quien
pase afuera de esa casa será interceptado por don Juan Manuel quien preguntará
la hora y si la persona contesta “Son las 11” será asesinada sin dejar rastro
alguno de su crimen.
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