Después de la enorme Hecatombe
Chichimeca en que éstos fueron casi totalmente exterminados, el gigante
Nahuatlaca defensor de los débiles, era considerado como un dios invencible por
la hazaña que a favor de éstos había realizado, empezó por abusar de su fuerza
y poder hasta el grado de convertirse en un despiadado tirano que exigía
tributo a los moradores de esta región, cuyas tierras no les daban lo necesario
para poder cubrir tales exigencias.
Esta actitud fue funesta al grado de
que principiaron a formarse algunos grupos que conspiraban en contra de su antiguo salvador,
con el objeto de poner fin a ésta situación desesperante.
Los
primeros conspiradores pagaron con su vida el intento de rebelión, no obstante
esto, el descontento aumentó
en contra de Nahuatlaca, quien de sobra sabía las actividades de sus súbditos y
que sólo perseguían un fin, darle muerte. Temeroso de morir y con el
deseo de acabar con
aquel malestar que día a día se
había hecho insoportable, imploró la protección de "NATLAZAHUATL"
para que acabara con todos los habitantes de la región.
Obediente "NATLAZAHUATL"
principia su labor destructiva entre los colonos, para el objeto el poderoso
"NATLAZAHUATL" empezaba por hacerles sentir un tremendo dolor de cabeza y
los calentaba de manera tal que su temperatura variaba entro los 40 y 41
grados, los que sucumbían a los tres, cinco o siete días de atacados. Pasada la
primera impresión los que nunca llegaron a amedrentarse se unieron nuevamente, "Los Gallos"
que eran de constitución robusta
juraron ofrendar sus vidas hasta no ver realizados sus deseos.
Enterado el gigante de lo que hacía
aquel grupo de hombres fuertes, dirige nuevamente sus iras contra ellos, pero
éstos se ven obligados entonces a abandonar su pueblo para dirigirse al sur en
busca de alguna elevación en donde poder observar sus movimientos y dirigir los
ataques. El gigante no se siente nada seguro, retrocede hacia el norte siendo
sorprendido por la noche, el
sueño lo vence y se queda profundamente dormido, los "gallos"
logran atraparlo tomando grandes palas de tierra lo cubren hasta darle
sepultura.
El gigante al darse cuenta de lo que
estaba sucediendo, hace un supremo esfuerzo por liberarse y de no haber sido
los "gallos" auxiliados por una mano invencible y misteriosa que con
un gran "chiquihuite" de rocas atrapó para siempre aquel monstruo muy
mal la hubieran pasado. Y desde aquel entonces a esa elevación de terreno donde
aquellos hombres valientes observaban al gigante se le dio en llamar "Cerro de los Gallos" y del "Chiquihuite"
donde se encontraba el gigante.
La leyenda nos dice que no obstante el
tiempo transcurrido Nahuatlaca logrará escapar de su prisión algún día, y
entonces destruirá, la hoy próspera y feliz, ciudad de Aguascalientes.
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