El 19 de febrero de 1983 en Sonora
Ortiz ocurrió un terrible choque entre un tren de carga y un tren
de pasajeros, en el cual murieron aproximadamente 400 personas, de forma muy
impactante.
Muchos cuerpos quedaron calcinados,
destrozados y otros tantos destazados. A pesar de la magnitud, hubo
sobrevivientes.
Desde entonces las almas de las
personas que murieron ese día, quedaron atrapadas en el lugar, principalmente
por la terrible forma en que fallecieron. Dejando impregnado en el ambiente, un
profundo dolor y tristeza que ataca a cualquier que pase por las vías. Dejando
también presenciar las apariciones de
sus espíritus,
que piden en todo momento ayuda, pues muchos de ellos ni siquiera se dieron
cuenta de que habían muerto por lo repentino del encuentro entre los dos
trenes.
La investigación sobre el suceso arrojó
que tal accidente se debió a un error humano, y se cree que muchas de estas
almas no descansaran hasta tener justicia y el culpable les acompañe en el mas allá.
A
parte de presenciar los encuentros hay quienes han podido sacar fotografías y
videos, en los cuales los fantasmas siempre se presentan de la misma manera,
con un rostro invadido completamente por el dolor.
Curiosamente la temperatura
de la zona especifica del choque es más baja que su alrededor, y en ciertas
ocasiones, las vías se iluminan y tiemblan como si un tren circulara en ellas,
hay quienes aseguran haberlo visto pasar, pero esas vías no han sido utilizadas
después de aquel triste suceso.
Si alguien se atreve a comprobar por sí mismo la presencia de
estas almas, no necesita más que una vela encendida, y sentarse a esperar el
desfile de las sufridas almas que se han cansado de penar y buscan la luz que
los lleve por fin al descanso
eterno.
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