Mientras tengamos vida nos queda tiempo de levantarnos
cada vez que en el andar nos tropecemos y caigamos, es bueno ser conscientes de
que cayendo aprendemos a caminar y caminando haremos camino al andar.
Si algo se rompió, no perdamos tiempo contemplando los
pedazos de aquello que quedó destruido por cosas que pasan en el destino; si
aún late nuestro corazón, podremos reparar con amor y luchar por ver algo nuevo
construido.
Y si perdimos algo muy valioso en el camino, no nos cansemos
de buscar, con perseverancia y aprovechando al máximo cada día que se nos ha
concedido, podemos seguir buscando y encontrar algo más que le de a nuestra
vida sentido.
Si una puerta se ha cerrado, no hay que renunciar ni
dejar de tocar, no nos sintamos fracasados ni perdidos, no nos minusvaloremos
ni nos rindamos, porque aún tenemos tiempo de seguir tocando en otros lados y
muchas puertas más se nos abrirán y otras oportunidades se nos habrán regalado.
Y si nos equivocamos al fallar, si la embarramos y nos
sentimos realmente arrepentidos, se nos ha dado la oportunidad de pedir perdón
desde lo más profundo del corazón, todos tenemos derecho a errar, lo importante
es volverlo a intentar y dar lo mejor de nosotros mismos.
Si
hoy nos sentimos tristes y decaídos, podemos darnos un poco de tiempo para
experimentar nuestra humanidad y darnos permiso de llorar, pero sin olvidar que
después de la tormenta más fuerte, la calma vendrá y el cielo con un inmenso
arco iris se adornará.
Si nos tocó decir adiós, es mejor quedarnos con lo más
bello que se vivió, no nos aferremos a recuerdos que nos cierran a vivir nuevos
sentimientos, sino mantener la certeza que teniendo más tiempo, algo nuevo
viviremos y el corazón no sentirá soledad ni vacío.
Y ahí cuando creamos que será casi que imposible realizar
eso que soñamos... no nos cansemos de intentarlo, no importa cuantas veces
tengamos que empezar desde cero, lo importante es sentir en lo más profundo,
que podemos lograrlo, y cuando menos lo imaginemos veremos nuestros sueños
alcanzados.. .
Pase lo que pase, por muy fuerte y difícil que sea, por
mucho que duela; mientras tengamos vida, algo habrá más allá, y tendremos
oportunidad de reparar, sanar, construir, avanzar, alcanzar, ser feliz de
verdad; no importa que para lograrlo sea necesario soltarnos, cerrar puertas,
arrancar hojas, quebrantarnos, desapegarnos y una y otra vez volver a empezar.
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