Camazotz,
servidor de la muerte, dios murciélago de la mitología maya fue el maestro de
los misterios de la vida y de la muerte. Simbolizaba la noche, la muerte y el
sacrificio.
Los
mayas representaban a Zotz, Camazotz, como un ser humano con cabeza y alas de
murciélago. Se trataba de un dios del mal que trasmitía la enfermedad de la
rabia.
Se
encuentran imágenes de este animal sagrado en jeroglíficos y cerámica de hace
más de 2,000 años. Se le honraba por medio de sacrificios de animales y
ofrendas de tamales y flores
En los
códices mayas aparece con un cuchillo de sacrificios en las manos, sosteniendo
con la otra a quien va a asesinar.
En la
escritura maya aparece asociado con el signo de la inmolación, por lo cual se
le suele relacionar con el sacrificio humano y con las ofrendas de sangre.
En el
Popol Vuh, las antiguas historias del quiché, el murciélago fue una especie de
ángel que descendió del cielo a fin de decapitar a los seres humanos de madera
de la segunda creación de los dioses Tepeu y Kukulcán, por ser imperfectos y no
tener sentimientos.
En el
mismo Popol Vuh se nos relata que Ixbalamqué y Hunahpú, los dioses
gemelos, fueron hijos de Hun-Hunahpú, dios de la fertilidad y del juego de
pelota, y la bella Ixquic, hija de Kuchumakik, unos de los señores de Xibalbá.
Un día,
Hun-Hunahhpú y su gemelo Vucub-Hunahpú se pusieron a jugar en el juego de
pelota, como hicieron mucho ruido, los dioses de Xibalbá se enojaron y Hun Camé
y Vucub Camé, los principales señores del Inframundo, los retaron a jugar en
sus lares.
Del
sagrado juego los vencedores fueron los de Xibalbá. Ixbalamqué y Hunahpú
tomaron la revancha, y se dirigieron al Inframundo equipados solamente con
cerbatanas.
Después
de pasar con éxito muchas pruebas y maldades de que son objeto por parte de los
dioses del más allá, y gracias a los consejos y la ayuda de Camazotz, llegan a
pasar la noche en la casa de los Murciélagos, Zotzilaha, “donde los murciélagos
chillaban, gritaban y revoloteaban”, habitada por Zotzilaha Chimalman, el dios
murciélago.
Este escalofriante
lugar, era una espantosa caverna se situaba en lo que actualmente es Alta
Verapaz, cerca de Cobán en la República de Guatemala.
Es en
esta caverna donde Hunahpú pierde la vida al ser decapitado por uno de los
chilladores murciélagos comandados por Zotzilaha. Y su cabeza sirvió de pelota
en el último partido.
Sin
embargo, Ixbalamqué con la ayuda de un conejo recupera la cabeza y se la coloca
de nueva cuenta a su gemelo.
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