Judith
era una mujer de origen indígena que viajó con un grupo de trabajadores desde
Michoacán hasta Sayula en el estado de Jalisco. La mujer se dedicaba a hacer de
comer al grupo mientras ellos trabajan en una construcción. Un día la mujer
salió a hacer el mandado, pero no volvió a la casa.
Al día
siguiente por la mañana su cuerpo estaba tendido en uno de los callejones del
centro de la ciudad en el barrio de la tortuga. Su rostro estaba cubierto con
su reboso y el resto de su cuerpo había sido cubierto por arena. Nadie sabía
exactamente lo que le había pasado a esta mujer hasta que se hicieron las
investigaciones.
La
policía averiguó que Judith después de ir al mercado, se pasaba por las
cantinas para apostar con los hombres en juegos de mesa. Esa noche ganó una
buena cantidad de dinero que guardó en su delantal cuando volvía a su casa. Se
dice que posiblemente los hombres a quienes les ganó el dinero la torturaron
para que se los devolviera y terminaron asfixiándola con tierra.
Nadie reclamó su cuerpo, así que las autoridades se encargaron de sepultarla. Después de esto comenzaron a suceder cosas extrañas como milagros que se le adjudicaron al anima de Judith. En una ocasión una mujer perdió a sus marranos y le pidió ayuda al anima. Para su sorpresa encontró en el mercado a unos hombres que intentaban vender a sus animales.
Otro caso
fue el de un reconocido doctor que había perdido su maletín con material
costoso. Después de cinco días de haberle pedido ayuda al ánima, pudo encontrar
su maletín intacto, así que envió dinero a la iglesia para que le hicieran unas
misas al ánima y pudiera estar en paz.
Hay mucha
gente que viaja de otros pueblos a Sayula pera pedir milagros al ánima que se
ha hecho famosa por encontrar lo perdido. El callejón donde fue encontrada la
mujer ahora es muy concurrido por sus creyentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario