El Monumento a la Raza se define como una pirámide
falsa, es decir, una construcción que sobrepuso tres pirámides truncas para
adoptar el aspecto de una auténtica edificación de la época prehispánica.
En 1930 dan
comienzo las construcciones de la monumental obra, la cual corrió a cargo del
arquitecto Jesús F.
Contreras. A pesar de que en la Ciudad de México se habían
encontrado múltiples zonas arqueológicas que hacían recordar a las costumbres y
tradiciones mexicas de nuestros ancestros en Tenochtitlán, se pretendía
levantar una estructura que reconociera a esta cultura como el principal y más importante
antecedente de lo que hoy es la capital mexicana.
A esta pirámide se le bautizó como el
“Monumento a la Raza”. Mide 50 metros de altura y es su pedestal superior lo
que le da el significado a toda la estructura. Se trata de una serpiente luchando contra una
serpiente sobre un nopal. El águila, de punta a punta (ala
a ala) mide 5.75 metros y la serpiente mide 5.30.
Cabe
mencionar, que esta pieza de lámina de cobre y acero, la cual fue
responsabilidad del escultor francés Georges Gardel, originalmente estaba prevista para
adornar el domo del Palacio Legislativo. Pero cuando el estilo arquitectónico
de aquella edificación cambió por la Revolución Mexicana, se optó por trasladar
la pieza del águila a la cima del Monumento a la Raza.
Esto terminó
por añadirle coherencia a la estructura, pues se trataba del símbolo más
adecuado para coronar un monumento que resaltaba la historia del pueblo azteca.
Debajo del
águila se encuentran los relieves de los tlatoanis de la Triple Alianza, y uno más de Cuauhtémoc. Otras rocas del
monumento tienen relieves que hacen referencia a las serpientes emplumadas de Xochicalco. Cuenta con dos
escalinatas, la del norte conduce a la puerta del edificio y la del sur a la
plataforma superior. Ambas se adornan en sus inicios con grandes cabezas de
serpientes que representan a las de Teotihuacán.
Para terminar con los detalles del
espacio arquitectónico, se pensó en colocar dos grupos escultóricos en cada
lado del monumento. Al oriente se encuentra el Grupo de la Fundación de México y al poniente el Grupo de la Defensa de
Tenochtitlán. Ambos conjuntos corrieron a cargo del arquitecto Luis Lelo de Larrea.
El Monumento a
la Raza concluyó en 1940. Hoy es una construcción emblemática del norte de la
Ciudad de México que con orgullo nos recuerda nuestros antecedentes. La única forma de llegar
es por el puente que cruza Avenida de los Insurgentes Norte, por donde se
juntan las calles de Circuito Interior y Vallejo. Se puede ingresar al jardín
que rodea el monumento antes de las 3:00 P.M. todos los días.
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