Don
Artur Mundet i Carbó nació en Bajo Ampurdán, España, en el año de 1879.
Provenía de una familia de empresarios que comerciaban con corcho y tapones,
muy empleados en la industria del vino. Tuvo una hermana y un hermano, quienes
cuando tuvieron edad suficiente se incorporaron a la industria de la familia,
que en esa época vivía en Sant Antoni de Calonge. Como la empresa era todo un
éxito, el padre, Lorenzo Mundet, decidió abrir una oficina en la ciudad de
Nueva York, la cual puso a cargo de su hijo mayor, José. Artur le acompañó en
el viaje, mismo que, poco después, aprovechó para recorrer algunos países de
América.
Al llegar a México abrió
una empresa de corcho allá por el año de 1902. Cuatro años más tarde se asentó
definitivamente en el país y se casó con Anna Gironella i Llovet, con la cual
procreó nueve hijos. Un año después, en 1907, y después de haber perdido a su
heredero, don Arturo fundó una fábrica a la que llamó Artículos Mundet para
Embotelladoras, S.A. Gran éxito alcanzó su empresa, pues introdujo la famosa
“corcholata”, una tapa de metal con una lámina interna de corcho a la que se le
dio el nombre de tapón corona, y que se empleaba para tapar refrescos y otras
bebidas con gas.
A don Artur se le ocurrió
la idea de fabricar un refresco elaborado con jugo de manzana no fermentado,
muy a la manera de la sidra. A este refresco le llamó Sidral Mundet, el cual alcanzó
una fama tan poderosa que aún el refresco existe en nuestros días. Esta bebida
que todos los mexicanos bebían con gusto, se exportó a varios países de América
y a los Estados Unidos.
A
raíz de la muerte de su hijo, el señor Mundet empezó a llevar a cabo muchas
obras benéficas, como por ejemplo, financió la Maternidad Mundet del Sanatorio
Español de la Ciudad de México, en agradecimiento a las atenciones que habían
tenido durante la larga enfermedad de su hijo.
Poco después, ya en el año
de 1937, construyó la Casa Hogar para Ancianos Mundet, que empezó a funcionar
tres años después. A más de ello, donó un edificio para alojar al Hospital
Infantil, y en 1956, inauguró un grandísimo parque al que llamó Parque Mundet.
Arturo Mundet nunca se
olvidó de España, y colaboró ayudando a la reconstrucción de la Casa de la
Caridad de Barcelona, en el Valle de Ebrón. Asimismo, fundó las Llars Anna
Gironella de Mundet, edificios en los cuales se atendía a ancianos, enfermos y
todo aquel que lo necesitara, actualmente convertidas en Campus Mundet de la
Universidad de Barcelona.
En su pueblo natal fundó la
Hermandad de Sant Antoni de Calonge, a la cual daba dinero y que fue de gran
importancia y utilidad en los terribles años de la Guerra Civil Española
ayudando a todo aquel que lo necesitara.
Un fulminante ataque al
corazón puso término a la vida de este generoso empresario catalán, cuyo
refresco es conocido por todos los mexicanos que a lo largo de su vida lo han
saboreado. Para elaborarlo, en un principio el concentrado de manzana se traía
desde Canadá, y los refrescos se distribuían por el Valle de México en carretas
de mulas. En el año de 1936, la fábrica Mundet tenía la capacidad de producir
ciento veinte botellas por minuto, que para 1950 se habían convertido en seiscientos
mil refrescos diarios. En 1970 surgió la empresa de Jugos y Frutas Mundet, con
franquicias que se abarcaron todo el país. La distribución fue enorme.
Tristemente, en el año de
2002, la Coca Cola compró la embotelladora Mundet, la cual cumplió en 2010 cien
años de existencia.
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