La
Peña de Bernal es el tercer monolito más
grande del mundo, luego del Peñón de Gibraltar en el mar Mediterráneo y del Pan de Azúcar en Río de
Janeiro, Brasil. Tiene una altitud de 2515 msnm y de 288 metros
de altura. Se considera que esta formación rocosa tiene una existencia de más
10 millones de años y que procede de un volcán que a través de los años se
volvió inactivo y que la lava en su interior se solidificó. Posteriormente la
erosión y el tiempo hicieron desaparecer el resto del volcán y quedó solo el
magma sólido.
Se localiza en el pueblo
de Bernal, que pertenece al municipio de Ezequiel
Montes y se encuentra ubicado a 57 km de la capital del estado
de Querétaro,
en el kilómetro 200 de la autopista México - Querétaro. El pueblo fue fundado
en el año de 1642,
cuando varias familias españolas tomaron posesión de las tierras que eran
habitadas por indígenas chichimecas, su fuente de subsistencia en la época del
virreinato fue la minería. En años recientes Bernal se sostiene principalmente
de las actividades turísticas. En febrero de 2006 fue catalogado
como «Pueblo Mágico», por la Secretaría de Turismo de México, «por sus
atributos simbólicos, leyendas e historia», este calificativo se otorga como un
reconocimiento a la preservación del patrimonio tanto cultural como histórico.
En noviembre de 2007, la Peña de Bernal
recibió una presea de la Secretaría de Turismo y TV Azteca
reconociéndola como una de las 13 Maravillas de México y considerándola como un
destino turístico con gran relevancia histórica y cultural. En septiembre
de 2009,
fueron inscritos en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de
la Unesco:
«Lugares de
memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán: la Peña de
Bernal, guardiana de un territorio sagrado».
Cada 21 de marzo,
en el equinoccio de primavera,
se reúnen en la peña miles de turistas, en una festividad místico-religiosa.
Las personas acuden a como dicen ellas, «cargarse de energía», que se creé
transmiten las piedras monolíticas y los yacimientos minerales del interior.
El
ascenso a la cima de la Peña de Bernal no es fácil, si bien existe camino
definido en la mayor parte, el último tramo, de unos 45 metros, es vertical.
Existen en ese tramo, unas varillas en forma de grapas, clavadas en la
pared a modo de escalera náutica. Por el tipo de piedra y las posibilidades que
ofrece, la Peña de Bernal es un atractivo a nivel nacional e internacional para
los practicantes de escalada en
roca.
Adicionalmente, hay varias
rutas de escalada deportiva que llegan a la cima. Todas las rutas están
propiamente equipadas. Si ves la peña desde el pueblo, las rutas de escalada se
encuentran en la pared del lado izquierdo. El descenso se hace por la parte de
las grapas, que están en el lado derecho.
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