Hace ya
mucho tiempo, un ranchero iba cabalgando de noche por una brecha que cruzaba el
monte, allá en el municipio de Sabinas Hidalgo. Había muy buena luz de Luna por
lo que era fácil ir por aquella brecha en medio de aquel gran terreno
despoblado. De pronto una lechuza negra comenzó a seguir al ranchero, lo seguía
haciendo pequeños vuelos en zigzag, posándose sobre las ramas secas de algunos
mezquites, palmas y quiotes del lugar.
De pronto
la lechuza empezó a hacer un ruido muy parecido al chistido de una persona,
como queriendo llamar la atención del ranchero, y sus vuelos comenzaron a ser
más cercanos al ranchero al grado de pasar rozando su sombrero. Entonces el
ranchero sospechó que pudiera tratarse de una "bruja", de esas que
cuentan que se convierten en lechuza por las noches.
Este
ranchero tenía una comadre de la cual sospechaba que era alguna bruja, y que
además no se llevaba bien con ella, así que pesó que pudiera tratarse de ella.
El ranchero decía "A que comadre tan argüendera, así que ahí anda
volando". Así que sin hacer muchos movimientos, desenfundó su machete y lo
puso junto a su pierna escondiéndolo para que no se viera, pero el mango lo
agarró al revés para poder golpearla con el lado sin filo, pues si aquella
lechuza se trataba en realidad de su comadre quería comprobarlo, y aunque le
caía mal no quería causarle la muerte, nada más darle un susto.
Y él
continuó cabalgando a paso lento para permitir que la lechuza lo alcanzara y
estuviera más cerca, y en uno de esos vuelos que paso rozando su sombrero, le
lanzó un fuerte golpe que derribó a la lechuza y fue a caer entre los
matorrales; el ranchero desmontó y corrió hacia donde había caído la lechuza y
aunque esta intentó defenderse con sus garras y pico, este le propinó varios
golpes con la hoja del machete y unos cuantos puntapiés, hasta que quedó
totalmente inconsciente aquel animal.
Ya estaba
cerca del pueblo donde quedó la lechuza así que decidió irse a su casa a
dormir, pues ya era muy noche. A la mañana siguiente, se despertó algo tarde y
al levantarse su esposa llegó corriendo toda asustada diciéndole "¡Viejo,
encontraron a la comadre toda golpeada tirada junto a una brecha, vamos a
verla, pobre de ella!". El ranchero ya sospechando el porqué de aquel
alboroto se vistió y acompaño a su esposa a ver a su comadre que vivía cerca de
su casa.
Al llegar había varias personas acompañándola, entre vecinas,
familiares y curiosos. La comadre se encontrada con un vestido negro en su cama
toda llena de moretones y raspones, al parecer causadas por haber sido golpeada
con la hoja de un machete y haber recibido varias patadas. Ella se lamentaba
con unos leves quejidos algo pausados, pero al entrar el ranchero al cuarto y
decir con algo de sarcasmo "¿Cómo está comadre? ¿Qué la golpearon?",
ella comenzó a dar grandes quejidos y a llorar con mucho ímpetu.
El ranchero
y su esposa se fueron del lugar, pero él decía con algo de sarcasmo mientras se
retiraba "Pobre de la comadre, pobrecita, la golpearon mucho" y ella
lloraba y se quejaba más al escuchar sus palabras.
Algunos
meses después la comadre del ranchero falleció de causas desconocidas.
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