¿Qué es lo
que estamos haciendo? Me pregunto,
cuál es el fin último del ser humano; ¿por qué estudia, trabaja, se prepara? ¿para aprender a vivir,
para lograr vivir intensamente,
o tan solo para sobre vivir?
Da la
impresión que ante todo lo que se enfrenta cada día y frente a lo nuevo que surge y que se nos presenta a
diario, los hombres y las mujeres, no
sueñan; no se trazan metas, solo buscan soluciones,
armas,
tablas de salvación, fórmulas mágicas, trucos que les ayude a sobrevivir.
Con esa
mentalidad se educa a nuestros niños, no para vivir feliz, sino para sobre vivir y enfrentar un mundo
que cada día que pasa, presenta
nuevos y grandes peligros, para vencer.
Por ello,
hombres y mujeres, andan a la defensiva, buscando poder, no para ser amados, sino temidos y respetados.
Crecemos
creyendo que estamos en un campo de guerra, rodeados de enemigos y peligros; por eso no creemos en
nada, ni confiamos en nadie.
Ya no se
vive la realización personal, porque los jóvenes no estudian ni se preparan para satisfacer sus ilusiones
y sueños, sino para ganarse un
lugar, poder tener, y saber responder a lo que el mundo en su transformación le va presentando.
Por ello el amor y los sentimientos, parecen desechables, porque no los vivimos intensamente, le tememos al dolor, a las caídas, renunciamos fácilmente a todo, abandonamos el camino en la primera caída, nos da miedo sentir, amar y ser amado.
Sé que por amor fui Creado, y para amar vivo. Y mientras experimento el don de vivir, sueño, creo, sonrío, lloro, o simplemente vivo.
Por ello el amor y los sentimientos, parecen desechables, porque no los vivimos intensamente, le tememos al dolor, a las caídas, renunciamos fácilmente a todo, abandonamos el camino en la primera caída, nos da miedo sentir, amar y ser amado.
Sé que por amor fui Creado, y para amar vivo. Y mientras experimento el don de vivir, sueño, creo, sonrío, lloro, o simplemente vivo.
No trabajo
para sobrevivir, ni para sentir que puedo hacer algo, ni ganar algo; lo hago porque trabajando siento
que vivo y soy feliz; en ello está mi
realización y plenitud, por eso fui creado,
Estoy
convencido que cada día que pasa, no se repite, es único, y nos trae mil cosas nuevas, para vivirlas, no para
enfrentarlas como un enemigo en
el campo de batalla, sino para disfrutarlas, asumirlas, y crecer mientras lo hago.
Quiero vivir
intensamente cada día, y por ello vivo, sueño, disfruto, trabajo, río, lloro, me doy la oportunidad de
sentir.
Y tu, vives
o sobrevives?
Recuerda:
Cada día es el mejor del año.
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