En un pueblo de México nació el hombre que se enamoró de una
bruja. Su amor era tan grande que llegó a pedirle matrimonio y vivieron juntos,
eran felices durante el día, pero en las noches ella salía de manera
inexplicable mientras su marido se encontraba durmiendo. Nadie sabía hacia
donde ella iba y él nunca se habría dado cuenta hasta unas noches que se
despertó y logró ver que su mujer no se encontraba a su lado como debía ser.
Miles de explicaciones le pidió para intentar aclarar la situación en su cabeza
y lo que menos pensaría es que se trataba de una bruja, pero era verdad que a
veces se comportaba de manera extraña y ya nada tenía sentido.
Una noche, su
mujer salió como las demás pero esta vez él se había hecho el dormido para
poder seguirla en su camino incierto. De pronto se vio en medio del bosque y
allí perdió su rastro porque ella se había convertido en una lechuza al darse
cuenta de que alguien la estaba siguiendo, con esta nueva forma ella subió a lo
alto de un árbol para poder observar a su presa y entonces se dio cuenta que
era el hombre que había pedido su mano en matrimonio.
No se volvió
a saber de ella por los pueblos cercanos, ya que al haber sido descubierta tuvo
que irse para otra parte porque no quería ser quemada en la hoguera y lo más
temible es que tampoco se volvió a saber del hombre que la amaba, algunos dicen
que ella directamente acabó con su vida en ese momento, otros dicen que lo dejó
marchar pero estaba confundido y no encontró el camino. Lo cierto es que no
logró salir del bosque aquella noche y no se encontró su cuerpo después
tampoco.
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