Cada vez que pienso y me pregunto cuál es el mayor
obstáculo que le impide al
ser humano avanzar, sentir, experimentar, vivir, redescubro una misma respuesta: ¡EL MIEDO!…
Los
miedos, se convierten en una gran piedra pesada, amarrada a nuestro pie, que no
nos deja crecer, continuar. Surgen por experiencias vividas, situaciones
desconocidas, imaginación, predisposición voluntaria u ocasionada por otros.
Hay
quienes después de haber amado y sufrido por amor, se niegan la oportunidad de vivirlo
de nuevo, dejan de creer en ese sentimiento, le cierran las puertas por miedo. Otros que
quizás han sido traicionados o les han fallado, temen volver a confiar, viven prevenidos a todo,
expresan cosas así como: no confío en nada ni en nadie, ya me han hecho
mucho daño, no quiero que me
vuelvan a traicionar… El miedo los hace sumergirse en la soledad, renegar
de la Amistad, sentir que los amigos verdaderos no existen, son tan solo poesía y fantasía,
nada real. Los
fracasos y caídas, crean el miedo de volverlo a intentar; en muchos casos,
derrumban los sueños, acaba con las ilusiones, llenan la
mente y el corazón de temor a empezar de nuevo o a luchar.
El
miedo lo ha inventado el ser humano en su fragilidad, en esos momentos en los
que le cuesta creer que hay un Dios que todo lo puede y que nos ama tanto, que a nuestro
lado siempre está. El miedo
obstruye nuestros sentidos, nos impide ver más allá, limita nuestras fuerzas,
no nos deja soñar; nos adormece el corazón, le niega la oportunidad de sentir, encontrar
el amor, la amistad, creer,
confiar. Existe el
miedo al futuro, por el pasado vivido…. Miedo a intentar de nuevo, por las
veces que se ha caído o perdido; miedo a soñar por creer quizás que no se pueda realizar;
miedo a abrir el corazón, porque alguna vez fue traicionado y herido. El que busca
seguridad encuentra miedos; y el enfrentar esos miedos, lo lleva a
encontrar la seguridad que anhelaba hallar.
Es
emocionante a veces experimentar miedo y a la vez sentir el reto de enfrentarlo,
haciendo de nuestra vida una aventura, donde se viven mil sensaciones que nos hace
redescubrir nuestra humanidad, aprendiendo a vivir cada momento con el corazón
lleno de paz, aunque nos toque
de vez en cuando reír o llorar, perder o ganar, caerse o volver a
levantar; eh ahí lo que realmente nos hace fuerte, nos ayuda a crecer y
hacer nuestros sueños realidad.
¿
Y tu, a qué le tienes miedo?
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