Porque a veces vivimos momentos, de los cuales
creemos no poder nunca
salir… y en medio de la angustia y la soledad, sentimos que no encontraremos luz
en medio de la oscuridad… no hay que perder la fe ni la paz, mañana otro día será.
Hay
quienes expresan: "quisiera dormir para nunca más despertar" que
triste es perder la ilusión, dejar de soñar, ver como se escapa la esperanza…
cuando Dios nos ama tanto, que nos regala en cada nuevo día, otra oportunidad; nada es
eterno, todo tarde que temprano va a pasar, mañana, otro día será.
No
podemos medir el dolor, ni compararlo con el de los demás; no tenemos derecho a
definir quien sufre menos o más; cada cual asume lo suyo a su manera y según su capacidad de
luchar; no hay mal que dure cien
años, ni cuerpo que lo pueda soportar, la noche tarde que temprano pasará,
y mañana otro día será.
Nuestra
humanidad nos hace a veces acomodarnos en la alegría o en el sufrimiento; nos
acostumbramos a la tranquilidad, o nos estancamos en el dolor, nos cuesta demasiado pasar la
hoja, dejar ir, soltarnos,
seguir… quizás por el miedo que da el enfrentarnos a lo nuevo que nos
vendrá, o tal vez porque preferimos la rutina, se nos es mas fácil vivir cada día igual, sin
tener que esforzarnos a nada, simplemente seguir riendo o llorando hacer las
cosas tal cual, aunque no
avancemos y en círculo estemos andando. Mañana otro día será.
Mañana
será otro día y nuevas cosas nos traerá, para asumir, vivir y enfrentar… Todo
será según el color que queramos verlos; los instantes que experimentemos no son
eternos, porque el tiempo no se de tiene, el reloj sigue corriendo… Debemos
mantener viva la ilusión;
después de la tempestad viene la calma; cuando la luna se esconde sale el
sol… hoy estamos aquí, mañana no sabremos donde, el mundo da muchas vueltas, la vida es una
aventura que solo se vive una vez y se renueva en cada nuevo amanecer que se
nos permite ver.
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