La toma de Zacatecas es considerada
como uno de los acontecimientos más importante en la Revolución mexicana.
Sucedió el 23 de junio de 1914 y para la ocasión fue el general Francisco Villa
quien venció a las fuerzas del presidente para el momento Victoriano Huerta,
como resultado despejó el camino de la División del Norte hacia la Cuidad de
México.
Luego
de esta dura batalla muchos federales no se pudieron recuperar, fue catalogada
como una de las batallas más sangrientas de la Revolución del país.
Zacatecas
fue una plaza muy importante en el país para el siglo XIX. Sus yacimientos
ricos en plata y las minas la convertían en una de las principales productoras
de plata de México. Mucha de la vida social de del país pasaba por Zacatecas,
además allí se encontraban los principales cruces de ferrocarriles.
Semanas
antes de la toma de Zacatecas, los generales Aragón y Pánfilo Natera, con más
de cinco mil hombre intentaron tomar la ciudad del 9 al 13 de junio, por lo que
Venustiano Carranza ordenó a Francisco Villa que les enviarán efectivos de la
División del Norte.
Villa
se ofreció a marchar al frente con la División. Venustiano tenía temor del
poder que había adquirido Villa, por lo que reiteró la orden, cuando Villa
amenaza con la renuncia, Carranza la aceptó, pero los generales que estaban a
la orden de Villa de negaron a obedecer a otra persona y acusaron a Carranza de
impolítico, antipatriótico y anticonstitucional, así que decidieron atacar
Zacatecas.
El
conflicto empezó un 23 de junio de 1914. En vísperas de la batalla el general
Ángeles retiró las piezas de artillería de las posiciones originales y las
colocó en sitios imperceptibles, pero además demasiado cerca de las líneas de
la defensa de los federales. Pasó los últimos tres días antes de la batalla
convenciendo a los huertistas que ya tenía las posiciones definidas.
Aproximadamente
veintidós mil hombres de la División del Norte se movían en completa armonía
bajo la dirección de Ángeles. El general había logrado una perfecta conjunción
entre la brigada del ejército de Villa.
A
las dos y media de la tarde se capturaron las cimas que dominaban la ciudad y
para las cuatro de la tarde cayó el cerro El Grillo, claro que esto le costó la
vida a muchas personas que pelearon allí. Cuando se logró la posición de La
Bufa, los federales comenzaron a retirarse de manera desorganizada.
Los
villistas tomaron la ciudad desde tres de las direcciones y a pesar de sus
grandes pérdidas, la mayoría era de ellos, por lo que se impusieron antes los
federales, quienes una vez que estaban rodeados comenzaron a buscar una salida,
pero aunque algunos pudieron escapar rompiendo las vías de los ferrocarriles,
la mayoría quedaron acorralados entre el fuego.
Al
final del día la batalla estaba perdida para los federales. Muchos de los
soldados que pelearon allí encontraron la muerte intentando huir de la ciudad,
refugiados en casas u hospitales. Pero estos fueron diezmados por el ejército
villista, quienes no se tomaron el tiempo de distinguir entre los soldados y
los civiles.
Como
resultado, muchas de las casas por las zonas cercanas fueron víctimas del
vandalismo, el saqueo la muerte de los ocupantes. No fue hasta el día siguiente
que Villa ordenó a las tropas que detuvieran los actos de saqueo y violencia.
Ante las quejas que recibió de los civiles de la ciudad, mandó a fusilar a
algunos de los saqueadores, pero no sin antes de quemar edificios de todo tipo.
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