viernes, 24 de agosto de 2018

EL CURRO




En el municipio de Viesca se encuentra la ex hacienda de Hornos, un sitio que durante muchos años fue lugar de trabajo de muchos habitantes pero que llegó a su desgracia debido al fracaso financiero de sus dueños.

Tras ser cerrada, esta hacienda sufrió muchos problemas como la vez que fue incendiada accidentalmente o cuando recibió un rayo que dejó ruinas del lugar.

Pero nada es más terrorífico que sus espectrales apariciones, como la que cuentan los habitantes de Viesca.

Se dice que mientras la hacienda era un sitio exitoso y generaba grandes ganancias con la producción de algodón, un empresario se interesó por el lugar. El hombre era elegante, siempre vestía de traje y portaba un cigarro en todo momento. Realizó una oferta a los dueños para poder comprarlo, pero la oferta fue rechazada

Entonces por envidia ese hombre misterioso, intentó realizar un incendió en la hacienda. Colocó pilas de algodón dentro de un cuarto y encendió un cigarro que aventó para comenzar el incendio. Pero cuando se dispuso a salir de la habitación la puerta estaba atorada y quedó encerrado. El hombre murió quemado, nadie escuchó los gritos de dolor que dio, hasta que alguien vio el fuego y rápidamente comenzaron a apagarlo.

En el pueblo los habitantes le dieron el nombre de Curro a este misterioso y malvado hombre. Con el paso del tiempo de la famosa hacienda solamente quedaron ruinas, pero había algo sospechoso dentro de ella. Pero parece que alguien aún vive dentro, nadie sabía de quien se trataba ni que era lo que hacía hasta que sus apariciones comenzaron a hacerse más frecuentes. Cada noche se veía la silueta de un hombre elegante, vestido de negro y fumando desde las ventanas de la hacienda.

Y el ente ha tomado tanta fuerza que ahora hay muchas personas que lo pueden ver caminando por las calles como cualquier otro. El Curro se aparece a altas horas de la noche cerca de los caminos y las tiendas de Viesca. Siempre vestido de traje y dejando en el camino el característico olor a cigarro.



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