Una ilusión es como una luz que aún en medio de la
más grande oscuridad,
nos permite ver más allá del camino y nos guía hasta el final.
Una ilusión por muy pequeña que sea, nos puede llenar de tanta fuerza que pase lo que pase no nos deja rendirnos ni renunciar; nos motiva siempre a continuar hasta llegar a donde queremos y así lograr hacer nuestros sueños realidad.
Una ilusión por muy pequeña que sea, nos puede llenar de tanta fuerza que pase lo que pase no nos deja rendirnos ni renunciar; nos motiva siempre a continuar hasta llegar a donde queremos y así lograr hacer nuestros sueños realidad.
Hay
quienes han perdido o les han robados sus ilusiones, porque a lo largo de su vida
han experimentado fracasos, pérdidas, golpes y dolores; creen que no hay nada más para
ellos mejor y que quizás la única salida es dejar de vivir o no volver a
soñar, creer ni esperar,
para no tener que de nuevo sufrir, perder o llorar.
Una
nueva ilusión nos viene siempre desde arriba, escondida tal vez en un amigo, o en
el amor que creíamos que no existía; hay ilusiones que parecen salir de la nada, quizás de una
palabra leída o escuchada,
de un abrazo recibido o simplemente de unas miradas encontradas.
Una
nueva ilusión puede curar la más grande y dolorosa herida, devuelve la
esperanza perdida, le da un nuevo sentido a la vida, ayuda a reconstruir lo que estaba destruido
o hallar lo que se había extraviado.
Una
ilusión, nos devuelve el control de nuestra vida, alimenta nuestra fe,
revive las esperanzas perdidas, renueva las ganas de vivir, nos ayuda a muchos sueños construir,
nos enseña de nuevo a sonreír y
a no perder la paz aún en la adversidad.
Si
has perdido la ilusión, vuélvela a buscar, porque existir sin ilusiones, es
como andar a la deriva sin saber en qué creer, a donde ir, ni con qué
soñar.
No
es lo mismo tener una ilusión, que ser iluso y vivir ilusionados, hay que saber
mantener el equilibrio, soñar con los pies bien puestos en la tierra, no alejarse nunca de
la realidad por muy difícil
que esta sea.
No
permitamos que nos roben la ilusión, porque sin ilusiones la vida se torna gris y
pierde su color natural. Dios nos regala en cada nuevo día, la oportunidad de volver a
soñar, creer y luchar por hacer nuestros sueños realidad.
Hemos
sido creados para ser feliz y vivir con el corazón lleno de paz; luchemos por
mantener encendida la llama de una ilusión que no nos deje caer nunca en la oscuridad.
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