martes, 31 de julio de 2018

GRANDEZA O SUPERIORIDAD




¿Me siento grande o superior?... Es un cuestionamiento que surge ante la violencia que predomina en cada rincón. Todo esto ocurre quizás, porque la humanidad, desconoce o confunde los conceptos de grandeza y superioridad.

Ante un grito, se responde gritando cada vez más, a tal punto que ninguno logra escuchar nada, solo gritar y ofender con palabras, porque se cree que gana quien más grite, hiera o destruya; se siente superior el que pegue mas fuerte o rompa más; lo que no saben es, que es realmente grande, el que desde el principio evita la discusión, callando y esperando que los ánimos se calmen para
dialogar, solucionar, sanar, desagraviar y buscar una salida mejor, donde no existan perdedores sino ganadores en el amor.

Qué equivocados están aquellos que piensan que la venganza les ayuda a defender su dignidad; más aún, los que educan a sus niños diciéndoles que ante un golpe que reciban, no se queden como idiotas, sino que devuelvan a cambio un golpe más fuerte, porque eso les da superioridad… sin darse cuenta, están educando para la guerra y la violencia; y no para la fraternidad y la paz. Hay quienes expresan: "A mi me criaron con golpes y no me enloquecí, me hicieron más fuerte y por eso he llegado hasta aquí"… no será quizás que se ha podido llegar pasando por encima de cualquiera, respondiendo con violencia, inspirando miedo más que respeto, opacando el sentimiento de grandeza y fortaleciendo en sí mismo el de superioridad, lo que le hace realmente pequeño ante los que humildemente se han sabido ganar un lugar.

La grandeza es sinónimo de nobleza, honor, gloria, esplendor y dignidad; en contraste, la superioridad es supremacía, preponderancia, predominio, descuello, prepotencia y hegemonía, existen grandes diferencias entre ambas, porque es ciertamente grande aquel que sabe indultar, busca curar las heridas, prefiere construir, reparar, ser grande es saber realmente amar y perdonar;
es también aprender a escuchar, hablar sin gritar, actuar sin herir, dar ese primer paso para la reconciliación, aunque nos hayan ofendido primero, en ello está el ser nobles, dignos y sobre todo semejantes a nuestro Creador, en el verdadero amor.

¿Qué prefieres: Sentirte grande o superior?


EL ALACRÁN




En la antigua cárcel de Durango muchos prisioneros vivían aterrados ya que había una celda a la que no querían entrar. Algunos decían que ocultaba un poder misterioso que castigaba fuertemente a los delincuentes matándolos, otros aseguraban que se trataba de un demonio que se alimentaba de las almas. Lo único seguro era que cada vez que un reo entraba en esa celda, amanecía muerto al día siguiente.

Un día, Juan descubrió que su novia se veía en secreto con el dueño de una hacienda. Luego de seguirla, se enfrentó al hombre lo golpeó fuertemente hasta dejarlo inconsciente. 
Tras esto, el dueño de la hacienda pidió que arrestaran a Juan y fue condenado a muerte.
Cuando llegó a la cárcel, escuchó que las autoridades darían el perdón a cualquier delincuente que pudiera averiguar lo que pasaba en la misteriosa celda. Así que, incitado por el premio de su libertad, Juan les pidió a los custodios que lo llevaran a la celda con unos cerillos y una vela. Entonces lo llevaron durante la noche y lo encerraron en la celda, cuando se alejaron rezaron por su alma temerosos.
Juan encendió su vela y se mantuvo alerta toda la noche para descubrir lo que podía estar asesinando a los presos. De repente, empezó a escuchar algunos ruidos, pero no podía descubrir de dónde venían. Cerca de las tres de la mañana, su pequeña vela estaba terminando y los ruidos eran cada vez más intensos. Justo cuando la vela terminó, Juan encendió uno de sus cerillos y vio la enorme sombra de un alacrán en la pared.
Esperó a que el alacrán se acercará un poco más y cuando estaba en el piso lo atrapó con su sombrero. Al día siguiente, cuando los policías se acercaron a la celda para sacar el cadáver, se sorprendieron al ver que Juan aún estaba con vida. El hombre les mostró lo que tenía debajo del sombrero y lo que había quitado tantas vidas en esa celda. Así fue como Juan consiguió nuevamente su libertad y resolvió el misterio de la celda.
Aunque muchos dicen que los las almas de los reos que fueron asesinados por el enorme alacrán aún se encuentran penando en ese terrible sitio. Se pueden escuchar los lamentos de dolor y agonía que les causó el alacrán.

lunes, 30 de julio de 2018

¿ESTÁS A TIEMPO?




A todos los seres humanos, Dios nos ha bendecido, y esta vez no hablo de cosas, sino de personas que pone en el camino. La rutina de cada día, nos hace acostumbrarnos a ellas; tenerlas ahí, ignorarlas muchas veces, porque estamos totalmente seguros que las merecemos y son nuestras.

Ya ni nos asombra lo que hacen por nosotros, lo creemos parte del diario vivir y quizás sentimos que eso que nos dan, es casi una obligación y tiene que ser así. No creemos necesario ningún detalle de parte nuestra, ni una muestra de cariño, se supone que ellos saben lo que sentimos, siempre ha sido así, nunca lo han pedido.

En muchos casos, vamos buscando por otros lados el amor y la amistad, sin darnos cuenta que al alcance de nuestra mano están. Nos sentimos vacíos cuando no somos correspondidos por aquellos corazones lejanos que queremos conquistar, e ignoramos por completo esos que tenemos cerca y que son capaces de entregar su vida y hasta más.


Puede suceder que están ahí en silencio y no los distinguimos, nos están entregando lo mejor, ríen si reímos, sufren si sufrimos; pero estamos tan distraídos, que no lo percibimos ¡Qué triste es tener en las manos un tesoro y no descubrirlo! Mucho más triste es, quejarnos, sentirnos desafortunados, cuando realmente somos privilegiados por aquello tan valioso que tenemos y que somos tan ciegos y superficiales que no lo vemos.

Pero nada es para siempre, todo es pasajero, viene sin avisarnos, y cuando menos lo esperamos siguen su destino, se fueron… Puede llegar el día, en que al abrir los ojos, sintamos un enorme vacío, y es ahí cuando nos daremos cuenta de ese ser tan maravilloso que hemos perdido.

Extrañaremos esas muestras de cariño a las que nos habíamos acostumbrado; más aún esos detalles que a veces nos ahogaban, fastidiaban y hasta rechazábamos. Habrá momentos de mucha soledad en que ya no tendremos su refugio, apoyo incondicional y su amistad… nos hará falta el abrazo, la palabra, la presencia, pero será muy tarde, porque ya no estarán y el tiempo no puede volver atrás.

A esas personas que son una bendición, podremos llamarlas: padres, hermanos, amigos, amores o tal vez ángeles que no todo el mundo tiene, unos pocos son los honrados; lo triste es que la mayoría no sabe apreciarlo, se pasan la vida quejándose de la soledad, y pierden el amor y la amistad, sin saber que en sus manos estaban y no los supieron disfrutar; otros solo se dan cuenta muy tarde, cuando ya no están y se lamentan de no haberlo sabido valorar. Así es la vida, nadie sabe lo que tiene hasta que lo ha perdido, y otros lo pierden sin saber que lo tuvieron, por ser tan superficiales y andar distraídos.

¿Y tú, estás a tiempo o es demasiado tarde?


EL COLGADO




Durante la época colonial, en la ciudad de Toluca, Estado de México, vivía una dama aristocrática llamada Isabel Hernández. Un día la mujer acudió muy asustada a ver a su confesor, Benito de Pedrochea, para comunicarle en confesión que todas las noches, y a veces durante el día, se le aparecía la figura de un hombre colgado de una cuerda. Al escuchar la narración, el cura trató de calmar a la mujer y le dijo que tal aparición la causaba su imaginación o que tal vez se trataba de una pesadilla.
Pero al siguiente día, Isabel regresó a la iglesia con el mismo cuento y muy asustada. Esto sucedió durante una semana, y como el padre ya estaba fastidiado de oír quejarse a su feligresa, decidió acudir a la casa de la mujer y ver por si mismo tan extraña aparición. Y efectivamente, cerca de la medianoche apareció en el salón la imagen del hombre colgado. 
Isabel se desvaneció del susto y el sacerdote, aunque también asustado instó al hombre para que le dijese qué era lo que quería. El espanto le respondió que solamente hablaría con Isabel. Rápidamente, el cura despertó a la mujer. Entonces el fantasma habló.
Les contó que hacía unos cuantos años había seducido a una joven prometiéndole matrimonio el cual nunca se celebró. Al verse deshonrada, la pobre chica jamás volvió a salir de su casa, por la vergüenza que sentía. El seductor huyó de la ciudad una vez satisfecho su deseo. Al poco tiempo murió en un fatal accidente. Afirmó el fantasma que ahora se encontraba en un horrible lugar donde todo era oscuro y frío; nunca más saldría de ese tenebroso lugar a no ser que consiguiera el perdón de la joven a la que había arruinado la vida. Deseaba que Isabel fuese a la casa de la joven mancillada como intermediaria, pues sabía que eran amigas.

Isabel accedió de no muy buena gana y acudió a ver a la chica. Comunicó a su otrora amiga y a su madre la petición del hombre colgado, pero la madre, montada en cólera, se opuso terminantemente a que su hija perdonara a tan malevo hombre. Al final la muchacha ultrajada accedió a darle el perdón para que dejara de aparecerse en la casa de Isabel, pero no era un perdón de corazón, pues nunca olvidaría lo que le había hecho el desgraciado.
Desde entonces, la misericordiosa Isabel dejó de ver al hombre colgado. Muchas noches y muchos días, en compañía del sacerdote Benito, se pasó esperando verlo, y ambos quisieron suponer que el perdón otorgado por la infeliz muchacha había surtido efecto y el alma del espectro por fin se encontraba en paz al salir de aquel lugar tan lúgubre y tétrico donde se encontraba el hombre pendiente de una soga.


domingo, 29 de julio de 2018

HABLAR




"Dios nos dio una boca y dos oídos, para hablar menos y escuchar más; por ello, nos dice: Escuchen y entiendan, lo que sale de la boca es lo que hace impura a la persona, porque procede del corazón y de el emanan los malos o buenos sentimientos"


Una de las armas más peligrosas que existe es la lengua, con ella se puede hacer demasiado daño y hasta llegar destruir a alguien tan solo con las palabras; porque es común en los seres humanos, decir cosas sin recapacitar, sin importar lo que sea, ni el lugar, ni el momento y mucho menos las consecuencias que puedan venir de ello dejándose tan solo llevar por impulsos o sentimientos; por eso hay que pensar muy bien antes de hablar.

Se dice muchas veces lo que se escucha, lo que se cree ver o aquello que se supone así es, aunque no exista seguridad; es más cómodo señalar, hablar de los demás, dar opiniones sin conocer realmente lo que vive o su realidad y mucho menos sin tener en cuenta el efecto que puedan tener esas palabras o lo que pueda causar.

Al "arte" de hablar del otro se le llama comúnmente "Chisme", este es acogido y asumido por la sociedad, sin distinción de rezo, edad, cultura o condición social; hay quienes con él se entretienen, ocupan o divierten; ya que es más fácil y cómodo reírse, criticar, ser espectadores de lo que otros padecen; y más que preocuparse realmente por su realidad les interesa saber detalles a profundidad, para tener algo más que decir u opinar, quizás tal como es, o si es posible agregándole o quitándole según la propia conveniencia o parecer.

Otros de tanto hablar, solo repiten, nada nuevo dicen, algunos inventan tanto que hasta ellos mismos se lo creen, hacen lo que sea para convencer a la humanidad, de que tienen la razón y que son poseedores de la verdad.

Es la prudencia uno de los valores más difíciles de encontrar, parece a veces imposible hallar en el mundo, un corazón en el cual descansar, que esté siempre abierto a recibir que sepa acoger lo que ve y lo que escucha, y guardar todo sigilosamente con fidelidad; porque no compete hablar del otro, ni decir aquello que se llega a saber por coincidencia o porque alguien se atrevió a confiar; quien es prudente inspira confianza, demuestra madurez y cordura, y posee en sí mismo un valor interior que lo hace convertirse en un buen amigo, en alguien en quien se puede fiar.

Hay palabras que hieren, otras que matan, destruyen y atacan la dignidad; pero también hay palabras de consuelo, que expresan sentimientos de amor y amistad; por eso es mejor no hablar por hablar, ni decir cosas sin pensar, porque quizás podemos hacer daño o traicionar la confianza que han depositado en nosotros los demás; pensemos muy bien lo que vamos a decir y dejémonos de tanto bla bla bla.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia


UN HOTEL EMBRUJADO




En el pueblo mágico de Todos Santos en Baja California el Hotel California es uno de los más visitados entre los turistas. Pero todo es gracias a que tiene una de las historias más terroríficas para los habitantes que comenzó desde hace muchos años.

Un hombre viajó a Todos Santos para hospedarse en el hotel y una misteriosa mujer lo invitó al bar para tomar una copa. Cuando el hombre se encontraba muy cansado y mareado por el alcohol, se dirigió a su habitación, pero había muchas personas deambulando en los pasillos. Algunos tenían ropajes de otras épocas y otros más hablaban diferentes idiomas.

Los trabajadores del hotel siempre tenían tareas y la actividad se intensifico conforme cayó la noche. Justo a las 12 de la noche el hotel comenzó a transformarse en un sitio de fiesta, donde las personas parecían divertirse entre ellos. El hombre se asombró y comenzó a platicar con un hombre de avanzada edad quien le dijo que esto pasaba desde que él llegó al hotel en 1960. Otros más le dijeron que no habían podido dejar el hotel y que si esa noche se quedaba entonces estaría atrapado con ellos para siempre.

Muchos confirman que eHotel California está embrujado y lleno de espíritus que no descansan. En la actualidad una recepcionista de nombre Mercedes se encarga de recibir a los huéspedes y turistas de otros países. Ella prefiere atender a los hombres porque los puede invitar al bar a tomar una copa.

Pero si los turistas son mujeres entonces les dice que les enviara una botella de vino de cortesía a su habitación. Cuando ven que la botella no llega a su habitación, llaman a la recepción para averiguar y el encargado del hotel les explica que esto no es verdad y que Mercedes tampoco existe.



sábado, 28 de julio de 2018

EL QUE NO SABE ES COMO EL QUE NO VE




Bien lo dice el viejo refrán: "El que no sabe es como el que no ve". Por eso hay que saber perdonar, a aquel que en su ignorancia hace o dice cosas a veces que hieren, ofenden o logran afectar.

Ese que en la calle se ríe del que tiene una discapacidad, lo hace porque él mismo posee una limitación: la de no saber ver lo esencial, aquello que vale demasiado y se esconde más allá; no podemos entonces pedirle que vea eso que la misma vida al tocarnos nos ha sabido enseñar. Igual se puede decir, del que dice no creer en el amor ni en la amistad; ha sido porque quizás no ha tenido quien le forme en lo que es realmente amar; ¿cómo puede ver o hablar de amor si no le han enseñado a darlo, recibirlo y vivirlo?

No podemos juzgar ni condenar, a quienes sin saberlo, cometen algún error; es nuestro deber enseñarles y mostrarles cuál puede ser el camino mejor, darle siempre una nueva oportunidad, así como lo hace con nosotros nuestro Creador.

Muchas veces somos imparciales a la hora de señalar las fallas que cometen los demás, nos volvemos ciegos de nuestras propias limitaciones, no logramos reconocerlas y aceptarlas, creemos que sabemos demasiado, pero en realidad nos hace falta aprender mucho más. Por eso antes de ser el que tira la primera piedra, examinemos nuestro interior y nos daremos cuenta que somos de los que quizás nos equivocamos más.

Urge saber cómo descubrir y aprender a ver a Dios en los otros; percibir la grandeza y perfección escondida en lo más sencillo y pequeño; aún más en lo que a simple vista parece ser demasiado imperfecto, porque es ahí donde el Amigazo hace despliegue de su creatividad e inmensidad.

Es necesario, ser tolerantes, aprender a perdonar, no ser verdugos que condenen, sino enseñar al otro a que vea como son las cosas realmente y pueda ver todo con claridad, así no se reirá del que tiene una discapacidad, no señalará las limitaciones ni errores, será uno más que se una a luchar por la verdadera paz… no es misión imposible; si cada uno pone su granito de arena, de formar con el ejemplo, el amor y la tolerancia a la sociedad, podremos construir un mundo mejor, donde todos los seres humanos aprendamos a descubrir en cada rincón y en cada corazón, la presencia amorosa de Dios.


EL CAÑÓN DEL SUMIDERO




Durante la época de la conquista era común ver terribles y sangrientas batallas en muchos estados de México. Esto no fue la excepción en Chiapas, donde un grupo de españoles comandados por Luis Marín intentaban someter a todo el pueblo. Consiguieron que gran parte de los habitantes se rindieran ante ellos pero había un pequeño grupo que no quería hacerlo.
Los Nandalumí los enfrentaron con armas que ellos mismos habían elaborado y con gran odio lograron echarlos de su comunidad. Pero tiempo después un nuevo batallón dirigido por Diego de Mazariegos volvió con más fuerza y esta vez con la idea de no aceptar ninguna derrota. La batalla fue una de las más sangrientas, asesinaban niños, mujeres y toda clase de animales.
Pero las últimas familias que quedaron con vida, antes de rendirse ante la conquista se arrojaron al Cañón del Sumidero. Fueron decenas de personas las que tomaron a sus hijos y los arrojaron al abismo. Los hombres y mujeres adultos también saltaron hacía el agua para terminar con su vida. Los españoles quedaron asombrados ante la valentía y resistencia de los habitantes, así que decidieron irse de ahí.
Al día siguiente, algunos sobrevivientes de la guerra bajaron al cañón esperando rescatar a alguien con vida. Pero misteriosamente no encontraron los cuerpos ni flotando ni debajo del agua. Fue como si todas esas familias hubieran desaparecido para siempre. No había rastro de nadie, solamente una enorme mancha de sangre que desapareció con el tiempo. Las personas que sobrevivieron al ataque se encargaron de fundar el nuevo poblado que ahora conocemos como San Cristóbal de las Casas.
Se cree que aún en el Cañón del Sumidero se pueden ver algunos espíritus de familias completas jugando a la orilla. Muchos turistas que no conocen la historia pueden tener contacto con estos fantasmas sin saberlo.


viernes, 27 de julio de 2018

HUMANIDAD Y DIVINIDAD




Mientras muchos seres humanos ocultan su fragilidad, creyendo que es sinónimo de pequeñez y debilidad; Dios se reviste de humanidad para dar testimonio de su grandeza y Divinidad. Ahora entiendo el sentido de la Cruz, y he dejado de verla como signo de sufrimiento y dolor; redescubro en ella el valor que le dio Jesús, al entregar su vida en ella por amor.

Desde entonces nuestros sentimientos y emociones tienen otra dimensión, y hasta parece a veces que la vida es una contradicción; el reconocer y asumir la debilidad nos hace más fuertes; y cuando nos rompemos en pedazos, ya sea porque hemos caído, nos hemos equivocado o porque alguien nos ha herido o nos ha fallado; tenemos la oportunidad de reconstruir y renovar lo que estaba destruido y hacer de nosotros una obra nueva con el corazón totalmente restablecido y fortalecido.

Y mientras muchos creen que han nacido para sufrir y prefieren morir; dejan pasar el tiempo sin darse cuenta que cada día se les está dando otra oportunidad para vivir y ser feliz… Piensan que la felicidad es un punto de llegada, cuando es en verdad una forma de viajar y por la vida andar… Se es feliz aunque se experimente cansancio, tristeza y soledad; porque en el fondo sabemos que esas emociones hacen parte de nuestra humanidad, y no son eternas sino pasajeras, por lo tanto no deben estancarnos, sino impulsarnos a hacer nuestros sueños realidad para dar testimonio de ese toque de Divinidad que Dios puso en nosotros cuando nos quiso crear.

Las limitaciones nos impulsan a redescubrir nuestros dones y bendiciones; siendo testigos de que es mucho más lo que realmente hemos recibido que lo que hemos carecido. Disfruta, valora y se asombra más aquel que ha sido señalado por pequeño y limitado, que los que creyendo tenerlo todo, se sentían aparentemente privilegiados, pero que fácilmente se derrumban y renuncian ante el primer obstáculo que en el camino han hallado.

Ya no hay que hablar más de la cruz, como ese karma que nos toca cargar, mucho menos decir que vivimos en un valle de lágrimas donde los pecados hemos venido a purgar y purificar; no hay porque rechazar ni avergonzarnos de nuestra fragilidad y humanidad; sino reverdecer en ella nuestras fuerzas y luchar por hacer nuestros sueños realidad; aprender a descubrir en ella la mayor prueba del amor de Dios en nosotros y el toque de su Divinidad. 

Bienaventurados los que han entendido el misterio de reír y llorar en paz; sin revelarse o avergonzarse de la cruz, ni rechazar o quejarse de su limitación y humanidad; porque ellos sabrán lo que es realmente ser feliz en esta tierra, lo contemplarán y lo disfrutarán aún más en la eternidad; no hay que esperar el morir, para experimentar de cerca el inmenso amor que el Amigazo en esta vida nos ha querido regalar.


UN TORO NEGRO




En Montemorelos, al igual que en otros municipios de Nuevo León, cada vez que celebran la fiesta del pueblo también hay bailes y eventos culturales. Juana Torres asistió a uno de esos bailes en el rancho de Nogalitos acompañada de su hermano, era común que las jovencitas asistieran acompañadas de sus hermanos para cuidarlas.
Juana era muy coqueta y tenía muchos pretendientes que buscaban bailar con ella esa noche. Entre ellos se encontraba uno de los peores enemigos de su hermano, pero a ella no le importó y aceptó salir a bailar con él. Por este motivo, los hermanos discutieron durante varios minutos hasta que decidieron irse para su casa. Juana se adelantó y caminó sola un largo tramo.
Cuando pasó cerca del panteón sintió que alguien venía detrás de ella, pensó que era su hermano que estaba jugándole una broma, pero al voltear no vio a nadie. Con un poco de miedo, la joven aceleró sus pasos pero ahora escuchó el sonido de unas herraduras pegar en el piso. Entonces Juana se dio la vuelta y vio un enorme toro negro correr enfurecido tras ella, el animal sacaba humo por la nariz y tenía los ojos negros.
La joven corrió con todas sus fuerzas, tropezó varias veces porque tenía unas zapatillas de tacón puestas, así que se detuvo un momento para sacárselas rápido. Durante un buen rato no volteó hasta que se alejó por completo del panteón y el toro ya no la perseguía. Llegó muy agitada y asustada a su casa pero sus padres la regañaron porque no había llegado con su hermano. Ella les contó lo sucedido con el toro y sus padres le dijeron que en ese panteón hay un toro que se encarga de asustar a todos los que están fuera más allá de la media noche.
Todos dicen que ese toro aún se sigue apareciendo afuera del panteón del rancho de Nogalitos. Corretea a todos los que caminan por las noches solos, muchos aseguran que el enorme toro es el diablo que busca alcanzar y matar a todos los que están fuera de su casa durante la madrugada.


jueves, 26 de julio de 2018

EL PRIMER PASO




Hay algo decisivo, a lo que algunos le temen, otros prefieren olvidarlo; hay quienes no piensan en ello, porque saben realmente lo implica asumirlo y realizarlo.

Es el primer paso, un acto de valentía, que demuestra la inmensa capacidad de amar, perdonar y luchar que tiene el que se atreve a darlo sin dejarse persuadir de "peros", miedos, orgullos, rencores y muchos otros sentimientos, que intentan evitar que se tome la decisión de avanzar, dando marcha a la realización de un sueño, al fortalecimiento de un sentimiento o la restauración de una relación de amor o de amistad.

Dar el primer paso, puede parecer algo muy sencillo, pero cuesta demasiado, sobre todo a la hora de perdonar; porque propiciar ese acercamiento, es considerado para muchos humillación y faltar a la propia dignidad; qué equivocados están los que creen que sanar heridas, reparar corazones o vivir en armonía y paz, minimiza el ser o les hará perder el valor que como personas han de tener; al contrario, es un acto que da testimonio de la grandeza de corazón e inmensa capacidad de amar.

¿Cuántas heridas innecesarias se agrandan en la soledad que se alimenta del tiempo que pasa, el silencio y el distanciamiento que duele y hasta mata? ¿Cuántas relaciones se han perdido, dejando corazones desfallecidos, que pierden la fe y la esperanza en el amor y la amistad; simplemente porque ninguna de las partes se atreve a dar el primer paso, pedir perdón o sencillamente perdonar? Todo sería distinto, se evitaría mucho dolor, tan solo si alguno se arma de valor y acaba con tanto orgullo y rencor.

¿Cuántas relaciones no pudieron resurgir, porque aunque ambos sintieron amor, ninguno de los dos se atrevió a expresarlo primero y dejarlo fluir? ¿Cuántas quedaron convencidos que no eran dignos de esa relación; estaban enamorados, tenían todo a su favor para hacer realidad ese sentimiento, pero lo dejaron muy escondido en lo más profundo del corazón?... Ese amor tan intenso se hubiera hecho realidad, llenándolos de alegría y de paz, si tan solo se hubieran dado permiso de expresarlo, sentirlo y hacerlo inmortal.

¿Cuántos sueños y metas se convierten en simples fantasías, que creemos imposibles de realizar; quizás porque sentimos que no somos capaces de reconocer nuestros muchos dones, dar el primer paso hacia el camino del éxito y de nuestra realización personal?... Cuántas obras inconclusas, historias sin terminar; cuadernos que nunca se han empezado a escribir, simplemente porque nos da miedo de comenzar y luego continuar.

Dar el primer paso, a la hora de reparar, sanar, perdonar, restaurar, recomenzar y hacer un sueño realidad; habla muy bien de quien se atreve a darlo, muestra su humildad, carisma e inmensa capacidad de amar y perdonar; este acto de valentía aunque parezca un gesto sencillo y sin trascendencia manifiesta el enorme valor que como ser humano tiene la persona que lo da; ese paso puede en determinado momento ser el que salva una relación, una ilusión, una vida, un sueño y hasta más.

Antes de darlo hay que pensar muy bien lo que se hará; porque hay quienes se dejan convencer más fácilmente de dar un primer paso equivocado, que en vez de llevarlo por el buen camino lo haga errar; así, la iniciativa tomada puede llegar a destruir en vez de salvar… ten presente que a la hora de discernir, hay que saber escuchar lo que realmente nos conviene y que no va en contra de nosotros mismos ni de los demás; para poder vivir así en armonía y paz siendo
felices de verdad.