Todos los
días, cada mañana, ella se paraba ante el espejo, se
miraba
fijamente queriendo descubrir no sé que cosa, al principio tan solo silencio, algunos gestos y luego:
-“Espejito, espejito, dime: ¿Cómo
me veo?”-
-“La
respuesta está en ti, Decía el espejo”-
-“Pero,
¿cómo puedo responderme, si precisamente para eso vengo? necesito que me digas cómo me veo, dime algo,
porque si no, no sabré si estoy
bien o mal”- Agregaba el o ella con
angustia e inseguridad
-“Yo no soy
quien dice como te ves, ni mucho menos como estás; yo
tan
solo intento reflejar lo que tú alcanzas apreciar de ti misma o lo que crees que ven en ti los demás”-
-“Es tan
difícil el que yo pueda decirme cómo estoy, ¿Qué tal que no le guste a los otros? ¿Qué voy hacer si no
me aceptan por la manera como
me visto o me peino, o la forma como llevo el cabello, el color de mis ojos, mi sonrisa, mis
dientes, las marcas que en mi cutis poseo;
mis piernas, mi ropa, los zapatos, como camino o me
siento?”-
-“Entonces
realmente no deseas saber cómo te ves, sino cómo te ven los
demás, veo que de eso depende el que te sientas bien o mal”-
-“¿Será? no
lo creo… vengo ante ti porque quiero que me digas
¿Cómo me
veo?”-
-“Y si te
digo que te ves mal, aunque te sientas bien con lo que llevas puesto; o por el contrario, si digo
que te ves muy bien, aunque te
incomode la ropa o creas que no es tu mejor atuendo; ¿qué harías?”-
-“No
lo sé, quizás te haría caso porque eres mi espejo, eres como un amigo, no me fallarías ni me dirías cosas
que no son, eso creo”-
-“Eso no
depende de mí, sino de ti; yo no soy quien dice como te ves; yo tan solo soy tu reflejo”-
-“Entonces,
¿Por qué es tan difícil saber como me veo? no lo
entiendo”-
-“Quizás
porque vives más pendiente de descubrir cómo te ven los demás; tu autoestima depende de su aprobación
y de que ellos logren aceptarte
cómo eres; o logres acomodarte y ser como ellos quieren que seas. Los seres humanos viven en un mundo
de apariencias, donde nadie se
siente satisfecho con lo que es ni con lo que tiene, buscan seguir una moda que no a todos acomoda,
pelean con el espejo, porque tienen miedo
de ver el concepto que de sí mismo han construido por
las
opiniones del mundo que no logra ver más allá”-
-“Sabes,
algunos me dicen que soy linda; pero no lo creo, mira
estos
gorditos que tengo; ¿y si me cambiara mi color de ojos y de pelo?; quizás así lograría realmente serlo, y
si me compro esa pinta con la
moda del momento; ¿Será que me queda; Será que les
gusta
a mis amigos como me veo? Dime algo espejito, se me hace tarde y aún no me he alistado, no se si esto
que he escogido es lo mejor; no
quiero estar fuera de honda, quiero que todos me admiren y me digan que estoy hermosa hoy”-
-“Ya te lo
dije, de mi no depende, pregúntale a otro mejor, puedo decirte mil cosas, como las que dijo aquel
espejo a esa Reina que quería saber
si era la más bella y él dijo que no ¿Recuerdas como
se
lleno de odio y frustración su corazón? No quiero que mas adelante peles conmigo y tengas miedo de
verme, porque cada vez que vienes solo
quieres que te refleje aquello que deseas escuchar de
los
demás aunque sea superficial, esperas de mí que te recuerde tu inconformidad. Recuerda que así como los ojos
son el espejo del alma y muestran
lo que en tu corazón hay; yo tan solo quiero reflejar lo que ves de ti misma y no lo que dicen de ti
los demás. Ven a mí para ver si
te quedó bien acomodado el peinado, si te bañaste bien, si quedó todo en ti acorde y organizado;
intenta descubrir a través de mí las
maravillas que Dios te ha dado y no te pares aquí tan solo para lamentarte por aquello que te desagrada
y los desconciertos que sientes,
porque crees que así como eres a nadie le agradas y no eres feliz de verte con lo que posees”-
-“Tendré que
comprar otro espejo, este parece que está empañado,
será
que ya está viejo? no me dice lo que quiero, solo expresa cosas que ni entiendo… Agrega ella enojada
por no haber escuchado lo que
esperaba”-
Y así,
seguía buscando de espejo en espejo que alguno le dijera cómo se ve, qué debe cambiar o mejorar, cómo puede
estar a la moda o cómo logra a
otros agradar… de todos escuchaba algo distinto, ninguno le satisfacía, muchos le hacían cambiar a su
antojo, se hacía cirugías, tintes,
permanentes, alisadas, liposucción, terapias y mil enredos más, ella solo escuchaba lo que anhelaba
escuchar.
Esta
historia se repite cada día con cada ser humano que construye un concepto de belleza demasiado superficial;
hombres y mujeres inconformes
con lo que son y poseen que se cambian y transforman al antojo de la moda que imponen los demás;
sintiéndose cada vez más vacíos,
buscando una felicidad efímera que depende del concepto que de sí mismo tengan otros, y de los paradigmas
de la sociedad que construye
tan solo en la forma un estilo de vida que no lleva a la realización, sino a la frustración porque es
imposible complacer a todos,
siempre habrá alguien que diga, ese peinado no es el mejor, hay una nueva cirugía que te ayuda a mejorar
aquello, o si te cambias el
color, te aproximarás a la perfección.
Por
ello los que no encajan en ese molde de belleza o normalidad, se tendrán que enfrentar cada día a los juicios
materialistas de la humanidad
que le pone tamaño y valor a lo que a simple vista se ve, sin darse cuenta que lo esencial se encuentra
mucho más allá.
¿Y tú, qué
le sueles preguntar a tu espejo? ¿Qué esperas de él
escuchar?
¿Cómo logras verte a ti misma? ¿Acaso lo que realmente eres, o lo que esperan encontrar o ver en ti
los demás? recuerda,
quizás del diálogo con tu espejo dependa tu realización y hasta tu felicidad…