martes, 30 de junio de 2015

HUNAB KU, LA MARIPOSA GALÁCTICA



Los antiguos sacerdotes mayas afirmaban que desde antes de que el mundo existiese flotaba en el infinito un concepto después conocido como Hunab Ku, Mariposa Galáctica nombre formado por las palabras hunab que significa “cosa solitaria”, y de k’u “dios”.

Este extraordinario concepto se convirtió en el símbolo por excelencia de lo que da vida y medida, el  “dador del movimiento y de la medida” de todo lo que existe.  

Los abuelos afirman que al concepto de la Mariposa Galáctica lo consideraban los antiguos como el dios supremo creador de éste y de todos los mundos habidos y por haber; una esencia de inteligencia pura, un “ser” incorpóreo, sin figura ni representación; al cual también se le conocía por el nombre de Kolop U Wich Kín.

Tal concepto  representaba la Conciencia Universal, comprendía a la totalidad de los ancestros, los hombres, los animales, y las plantas.

Se la concebía como la Conciencia que organizadora de  la materia y la antimateria en su estado bruto.

Como grandes astrónomos y matemáticos que fueron, los antiguos mayas sabían exactamente donde se encontraba el centro de nuestra galaxia, a la que llamaron la Mariposa Galáctica.

A partir de un disco giratorio situado en el centro de la Vía Láctea, surgieron el Sol, las estrellas, los planetas y los sistemas solares.

El destino de la humanidad dependía de lo que aconteciera en dicho centro, portal de entrada hacia otras galaxias, y a la Conciencia Universal. Este centro fue el director de la energía consciente.

Los astrónomos modernos han comprobado que efectivamente el centro de la galaxia en que vivimos es una especie de disco giratorio, en cuyo centro se encuentra un hoyo negro que permite el nacimiento perpetuo de las estrellas.






lunes, 29 de junio de 2015

LA INDIA CHICHIMECA



Antes de que Aguascalientes se convirtiera en la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes, por Cédula Real de 1575, una pareja de indios chichimecas vivía en un jacal, en lo que hoy en día es el Jardín de Zaragoza.

La pareja había procreado una niñita que a la sazón contaba con nueve años de edad; la niña era bonita y muy alegre.

La pareja veneraba al dios de los mercados a quien consideraba su protector; en cambio la niña sentía una fuerte inclinación por Chulinche, el dios ciego, quien, a su vez, quería a la jovencita.

Cuando sus padres murieron y quedó sola, Chulinche envió un mensajero para que velara por la joven, y le advirtió que siempre la cuidaría y que le dijese que es lo que quería porque se lo concedería hasta que muriese.

Pero la joven enfermó de la cabeza, desvariaba y hablaba mucho.

El dios Chulinche viendo lo enferma que estaba la niña, les pidió a los otros dioses que le ayudaran a sanarla. Los dioses atendieron a la petición de Chulinche, pero con la condición de que la muchachita tendría la tarea de poblar todo el territorio por donde vivía.

Al oír la condición la joven se dirigió al adoratorio doméstico que tenía en el jacal, para aprestarse para cumplir su tarea, y recoger sus libros donde anotaba los sucesos importantes; sin embargo, el dios la atajó y le comunicó que aún no había llegado el tiempo de hacerlo, que él le avisaría cuando fuera llegado.

La india insistió alegando que mientras más pronto cumpliera lo ordenado, mejor sería, pero el dios le reiteró que debía aguardar.

La muchacha obedeció, volvió a su casa y se dedicó a escribir en sus libros el proyecto que tenía pensado para poblar tan vasto territorio.

Una vez terminado su proyecto se lo mostró al dios Chulinche quien lo aprobó. En seguida se puso manos a la obra y elaboró muchos muñecos de barro, para darles el aliento de la vida y poblar toda la región de la actual Zaragoza.

Cuando los hombres surgieron veneraron a la india que era muy buena con ellos, la consideraban una diosa más, y la consentían con ofrendas de miel y leche. Pasado el tiempo, la india-diosa murió; los hombres le organizaron rosarios, se clavaron espinas de maguey en las rodillas como sacrificio en su honor, y ayunaron comiendo solamente un poco de queso y miel.

Asimismo, a la primera calle que se formó en el poblado, le dieron el nombre de la india, que hoy es una calle que se puede ver al final de la Calle Juárez.

viernes, 26 de junio de 2015

LOS OCHO PRESAGIOS DE LA CONQUISTA DE TENOCHTITLÁN



Una parte del Códice Florentino relata que alrededor de unos diez  antes de la conquista de Mexico-Tenochtitlan por los invasores españoles acaecida en el año de 1521, ocurrieron varios sucesos o presagios, que anunciaron el cataclismo histórico y cultural que habría de ocurrir y afectar no sólo a la cultura del grupo hegemónico, sino a todas aquéllas que integraban lo que actualmente llamamos el territorio mexicano, entonces bajo la égida de los mexicas.

Tales presagios fueron recopilados por el fraile Bernardino de Sahagún en su estupenda obra Historia general de las cosas de la Nueva España.

El primero de dichos presagios da cuenta de la aparición de un gran cometa que se vio hacia la parte oriental de Tenochtitlán. Se trataba de una llama de fuego resplandeciente que echaba muchas centellas.

Tenía forma piramidal, pues lo ancho de su base se iba agostando en la parte superior. Este cometa aparecía después de la media noche y duraba visible hasta por la mañana, ya que la luz del Sol lo tornaba invisible.

Cuando aparecía causaba desasosiego entre los indios que le veían, quienes espantados proferían muchos gritos de miedo, pues creían que era un anuncio de grandes calamidades por venir.

A decir del fraile: …a esta tierra apareció en el cielo una cosa maravillosa y espantosa, y es, que apareció una llama de fuego muy grande y muy resplandeciente: parecía que estaba tendida en el mismo cielo, era ancha de la parte de abajo, y de la parte de arriba aguda, como cuando el fuego arde… 

El segundo presagio sucedió en el templo dedicado al dios tutelar Huitzilopochtli, Colibrí Zurdo, el dios principal del panteón azteca, el cual se incendió de repente y sin causa aparente.

Las llamas salían del adoratorio sin que el agua que los sacerdotes le echaban consiguiera poner fin a fuego tan pertinaz, por el contrario, al contacto con el líquido las llamas se engrandecían.

El templo se destruyó: …fue que el capitel de un cu de Vitzilopuchtli, que se llamaba Totleco, se incendió milagrosamente y se quemó; parecía que las llamas de fuego salían de dentro de los maderos de las columnas, y muy de presto se hizo ceniza…

El tercer presagio tuvo lugar cuando un rayo mudo cayó en el techo de paja del templo dedicado al dios Xiuhtecutli, el cual se destruyó completamente: …fue que cayó un rayo sobre el cu… el cual estaba techado con paja, llamábase Tzumulco: espantáronse de esto porque no llovió sino agua muy menuda, que no suele caer rayos cuando así llueve, ni hubo tronido, sino que no saben cómo se incendió.

El cuarto presagio se dio por medio de un cometa que cruzó de occidente a oriente, regando grandes fuegos y centellas.

Su cola era muy larga, al verla los indios gritaron aterrorizados: …fue que de día haciendo sol cayó una cometa, parecían tres estrellas juntas que corrían a la par muy encendidas y llevaban muy grandes colas… iban echando centellas de sí: de que la gente las vio comenzaron a dar gritos…

Repentinamente, el lago de Tenochtitlán se levantó como si hirviera, pesar de que no soplaba aire alguno. Una enorme tempestad se formó en la laguna, y las olas furiosas acabaron con las casas que pudieron.

Este fue el quinto presagio: …fue que se levantó la mar, o laguna de México con grandes olas: parecía que hervía, sin hacer aire ninguno, la cual nunca se suele levantar sin gran viento: llegaron las olas muy lejos y entraron entre las casas, sacudían en los cimientos de las casas, algunas de estas cayeron: fue grande espanto de todos por ver que sin aire se habían embravecido de tal manera el agua.

Pasado dicho acontecimiento, se escuchó por toda la ciudad la voz de una mujer que al tiempo que lloraba decía: ¡Oh, hijos míos, ¿a dónde os llevaré?

Este fue el augurio número seis: …fue que se oyó de noche en el aire una voz de mujer que decía: ¡Oh, hijos míos, ya nos perdimos, a dónde os llevaré!

Unos pescadores que se encontraban trabajando, pescaron en su red un pájaro del tamaño y color de un águila, la cual portaba en medio de la cabeza un espejo. Llevaron  tan extraña ave al Huey Tlatoani Moctezuma, pasado el mediodía, cuando se encontraba en una sala de su palacio, Moctezuma se fijó en el espejo redondo y pulido, y vio que llevaba estrellas llamadas mamalhuaztin.

Ante su vista, el emperador se asustó y dejó de ver el espejo; pero la curiosidad fue más grande y reincidió; cual no sería su espanto cuando vio reflejado en él a jinetes armados que galopaban frenéticamente. El miedo del rey no tuvo límites. Fuera de sí, recurrió a sus astrólogos, sacerdotes y sabios a  quienes preguntó el significado de aquella extraña visión. Pero gente tan sabia se quedó sin respuesta: nadie supo de qué se trataba. Así se cumplió el presagio número siete: …tenía esta ave en medio de la cabeza un espejo redondo, donde se parecía el cielo, y las estrellas, y especialmente los mastelejos (cierta clase de estrellas) que andan cerca de las cabrillas signo del Toro: como la vio Moctezuma espantóse, y la segunda vez que miró… vio muchedumbre de gente que venían todos armados encima de caballos, y luego Moctezuma mandó llamar a los agoreros y adivinos…

El último augurio, el octavo, ocurrió cuando aparecieron hombres de dos cabezas. Se los llevaron a Moctezuma, tan amante de los fenómenos.

Una vez que fueron vistos por el Tlatoani mayor, los hombres de dos cabezas desaparecieron:

La octava señal o pronóstico, fue que aparecieron muchas veces monstruos de cuerpos monstruosos, llevándolos a Moctezuma, y en viéndolos, luego desaparecían.

jueves, 25 de junio de 2015

¿NO ME DA UNA MONEDA DE CINCO CENTAVOS?



En la ciudad de Mexicali, en Baja California Norte, vivía una señora que constantemente abusaba físicamente de sus hijos.

Cuando los hijos crecieron inmediatamente se casaron y nunca volvieron a ver a la mala madre que tan mal les tratara.

La mujer, arrepentida del comportamiento cruel que había tenido con sus hijos, acudió al cura de la iglesia para confesar todo el daño que les había hecho.

Al oírla, el cura le dijo que sus pecados eran muchos y muy graves, que él no podía darle la absolución y que debía ir a Roma para obtenerla.

Como la señora era muy pobre no podía costearse un viaje hasta Roma, a lo que el sacerdote le dijo que pidiese limosna, pero con la condición de que solamente aceptara monedas de cinco centavos, nunca de mayor valor.

Resignada y contrita, la mala madre iba todos los días a sentarse en el atrio de las iglesias para pedir limosna.

Si llegaban a darle monedas de mayor cantidad que los cinco centavos estipulados, la mujer devolvía la moneda ante el asombro de los donantes.

Por esta razón, pronto las personas empezaron a llamarla “La Señora del Cinco”. Pasó el tiempo, y cuando ya le faltaba poco para poder comprarse el pasaje a Roma, la arrepentida se enfermó y murió.

Unos cuantos días después de su muerte, un señor que pasaba por la iglesia vio a una pobre dama vestida de negro y con un velo en la cabeza que se le acercó y con voz tristísima le dijo:

-“¡Señor, ¿sería usted tan amable de regalarme una moneda de cinco centavos?”-

El hombre le respondió que solamente tenía una moneda de veinte centavos.

Al querer dársela, el velo de la mujer se cayó y dejó al descubierto la horrible cara de la calavera que vociferó:

-“¡Le dije que quería una moneda de cinco centavos, no de veinte, por lo tanto yo lo maldigo!”-

La mujer se les aparecía a muchas personas y a la que no le daba los cinco centavos la maldecía; y, efectivamente, a todas ellas les ocurrían desgracias.

Desde entonces, y por muchos años, los habitantes de Mexicali solían llevar siempre en sus bolsillos una moneda de cinco centavos, no fuera a ser que se encontraran con la mujer que por maltratar a sus hijos quedó sola y penando sin poder alcanzar la paz.

martes, 23 de junio de 2015

LA CREACIÓN DE LA TIERRA POR CHAMÁN Y SU HERMANO



Hace miles de años en el universo solamente había una persona: Dios. Carecía de materia y forma, era sólo espíritu. Un día, decidió formar el Cielo, Damkatchin, para que en él descansara su alma. En el Cielo creó a una persona que era la Luz y a Chamán de la Tierra que descendió y creó al mundo. Entonces el Dios cantó: 

-“¡Chamán de la Tierra, chamán de la Tierra, Tú creas la Tierra ahora,  La pones en movimiento!”-

Chamán de la Tierra creó a  Siuuhu, Hermano Mayor, al tiempo que cantaba: 

-“¡Hermano Mayor chamán! Has creado las montañas a nuestro alrededor. ¡Has puesto todo en movimiento!”- 

Así, cuando la Tierra y el Cielo se tocaron  nació el Hermano Mayor, su hijo.

Chamán de la Tierra y Hermano Mayor decidieron crear un Hombre utilizando barro. Dejaron a la figura en el suelo y se sentaron junto a ella. Le soplaron su aliento y la figura cobró vida. Enseguida, procedieron a crear una Mujer. De esta pareja nacieron los indios pápagos. Como todo estaba oscuro, la pareja se puso a dormir. Los tres espíritus sagrados decidieron crear el Amanecer, el cual surgió por el Este. Fue entonces cuando la pareja despertó, y los dioses cantaron: 

-“¡He creado la mañana, La he colocado en el Este. Ha comenzado a iluminar la Tierra!”-

Siguiendo al Amanecer crearon al Sol que iluminó a la Tierra. Y cantaron: 

-“¡He creado al Sol. Lo he colocado en el Este. Está surgiendo y alumbrando al mundo!”-

Al ver a la pareja despierta, los tres espíritus decidieron darle alimento para vivir.

Entonces crearon al Venado. Y cantaron: 

-“Este Venado gris lo hice para ustedes. En las montañas se ve. Se ve una nube de polvo. Parece una montaña de arena. Tras ella el Venado aparecerá”-

Poco después hicieron una Liebre que también les serviría de alimento. Y cantaron: 

-“La gris Liebre Es para ustedes. La Tierra parece un espejismo: agua por todas partes”-

Al poco tiempo crearon el Viento, las Nubes y la Lluvia. Surgió la Malva que sirvió de alimento a las personas, y les dio fuerza para ir a cazar el Venado con el arco y la flecha. Cayó la noche, volvió a oscurecer: había transcurrido el primer día de la humanidad. Cuando oscureció, los dioses hicieron a la Luna que alumbró la Tierra un poquito, y luego se escondió por el Oeste. Como el Sol y la Luna estaban muy cercanos, se rozaron, y de ese roce nació Coyote, su hijo. Para alumbrar un poquito más la oscuridad de la noche, los dioses creadores hicieron las Estrellas.

Y cantaron: 

-“¡Vamos a hacer las estrellas! Las vamos a colocar en los cielos.
Vamos a crearlo todo, colocarlo en los cielos para iluminar la Tierra”-

Como las Estrellas no daban suficiente luz, y para que los hombres se pudiesen guiar en sus viajes, pensaron en crear la Vía Láctea. Y cantaron: 

-“¡Vamos a hacer la Vía Láctea! ¡Está hecha! Se está extendiendo en el Cielo, de un extremo a otro. El gris Coyote, nuestro primo, le sopla a la Vía Láctea”- 

Terminada la Vía Láctea, aventaron a la Oscuridad hacia el Este, por donde comienza la noche. Y cantaron: 

-“Estoy trabajando como un gran chamán de la Tierra. He arrojado la noche hacia el Este. Abarca y recorre desde arriba, a toda la Tierra. Abarca y recorre desde abajo, hacia el Sol poniente, en el Oeste”-

Hermano Mayor se dio cuenta que la Tierra temblaba. Se quito la cinta dorada de su sombrero y la rompió. El oro que se desprendió lo colocó sobre las montañas para afianzar a la Tierra. Empujó a la Tierra con su mano hacia abajo, hacia el Este; su pie derecho, extendido hacia el Oeste, lo apoyó sobre la Tierra y la empujó para abajo. Y cantó: 

-“Él  ha alcanzado lejos en el Oeste Él ha sentido que la Tierra estaba temblando, por allá. Lejos, abajo en el oeste, posé mi pie. Descubrí que las montañas estaban temblando. Yo lo he descubierto”- 

La Tierra se aquietó. Como la Tierra era plana Chamán de la Tierra tomó un poco de la luz que salía de sus ojos e hizo al Zopilote que con su vuelo creó las montañas y los valles. Y cantó junto con el Hermano: 

-“Ave Zopilote, has hecho la Tierra perfectamente bien. Ave Zopilote, haz hecho las montañas perfectamente bien. Ahora la Tierra está quieta. Sobre ella todo aparenta estar bien. Todo ha sido creado de una manera perfecta. Las montañas estaban temblando, ahora están quietas. Sobre ellas todo es perfecto”-

Enseguida, Chamán de la Tierra tomó a la Mujer con la mano izquierda y al Hombre con la derecha, y vivieron muy felices siguiendo las enseñanzas recibidas de Chamán. De repente, un espíritu maligno atacó a la Mujer, la sedujo, y Chamán de la Tierra la castigó por portarse mal: le dijo que a partir de los doce años cada mes menstruaría, y tendría a sus hijos con mucho dolor.

Y así fue. A pesar de todo, los seres humanos se multiplicaron. Poco después, los dioses hicieron el Fuego frotando dos maderas, a fin de que los indios pudieran cocer sus alimentos.

La Creación había concluido.

lunes, 22 de junio de 2015

EL INCRÉDULO DON JOSÉ



Una leyenda del estado de Guerrero nos cuenta que don José era un campesino que trabajaba cultivando su tierra.

Después de terminar con sus labores en la milpa, que le tomaban todo el día hasta el atardecer, gustaba de ir a la cantina del pueblo a tomarse una o dos copas de tequila, para apaciguar el cansancio y tranquilizarse.

En una de estas ocasiones, don José llegó a la cantina y se sentó a la mesa que ocupaban unos amigos, también campesinos.

Degustando su tequila se puso a oír la plática que versaba acerca de lo que decían las mujeres del pueblo relativas a las apariciones del Chamuco que habían aterrado a varios vecinos, causando pánico entre todos los pobladores.

Don José intervino en la plática para decir, en medio de grandes carcajadas, que eso eran meras supersticiones y que él no creía en nada de eso de aparecidos y demonios.

Después de haberse burlado a su antojo de sus amigos y de llevar entre pecho y espalda dos caballitos de tequila, el campesino descreído decidió volver a su casa. Salió de la cantina y empezó a caminar.

Cuando estaba a medio camino ya en pleno campo, escuchó el lastimero llanto de un bebé; entonces se dio cuenta de que en el suelo se encontraba un niño chiquito envuelto en una manta.

Don José pensó en la mala madre que lo había abandonado a su suerte y decidió llevarlo a su casa. Tomó al bebé en brazos y comenzó a caminar.

Conforme iba avanzando en su camino sintió que el nene pesaba cada vez más y más. Ya casi llegaba a su hogar, cuando sorprendido por el peso excesivo decidió hacer a un lado la manta para verle la cara al niñito.

Cuando lo hizo el susto que se llevó fue bárbaro, pues el niño presentaba una horrorosa cara de demonio, roja, con ojos amarillos, y con grandes cuernos negros.

Al verlo, el Diablo le dijo: -“¡Ahora sí crees en los demonios!”- Y soltó una grotesca y aterradora carcajada.

Al punto, don José dejó caer al niño-demonio y corrió como diablo hasta llegar a su casa.

Ya nunca más volvió a dudar de los aparecidos.

viernes, 19 de junio de 2015

LOS VOLADORES DE PAPANTLA



El ritual de los voladores se empezó a practicar en Mesoamérica desde épocas muy remotas, desde el Período Preclásico Medio.

Las culturas del Occidente de México lo representaron en figuras de cerámica.

Se llevaba a cabo con la concepción de un eje central que simbolizaba el eje del universo, y como parte de ritos de fertilidad y de sacrificios gladiatorios.

Los mexicas la adoptaron dentro de sus rituales asociados con el Sol. 

Fray Juan de Torquemada nos dice que para llevar a cabo el rito se traía de los montes un tronco grueso de árbol, se le quitaba la corteza hasta que quedaba completamente liso.

El tronco tenía que ser lo suficientemente alto para que un hombre volando pudiese dar trece vueltas alrededor de él.

En la parte de arriba del tronco se colocaba un cuadrado de madera de dos brazadas de ancho y largo, la hoy en día llamada “manzana” que giraba; en cada esquina llevaba cuerdas lo suficientemente fuertes para soportar el peso de un hombre, pues cuatro eran los danzantes que participaban y simbolizaban los cuatro rumbos del universo o puntos cardinales, más un caporal que dirigía el ritual y connotaba el centro del mundo.

El descenso de los danzantes representaba la fertilidad y la caída de la lluvia. Este rito se practicaba en los períodos de dura sequia.

Los danzantes iban vestidos con hermosos trajes de plumas de aves, para representar búhos, águilas, guacamayas, y quetzales.

Un mito totonaco nos cuenta que en la época anterior a la llegada de los españoles en el Señorío del Totonacapan se presentó una severa sequía que desoló la región de plantas y dio muerte a innumerables personas.

Los sabios abuelos decidieron solucionar el problema y escogieron a hombres jóvenes vírgenes para que fuesen al monte y escogieran el árbol más alto y bello que encontraran, para utilizarlo en un ritual.

Los dioses se sentirían complacidos y venerados y enviarían la lluvia tan deseada.

Así pues, se decidió que el ritual se iniciara en la parte más alta del tronco a fin de que las deidades pudiesen escuchar los ruegos de los humanos.

Los dioses compadecidos ante los fervientes totonacos, se apiadaron de ellos y les enviaron la tan deseada y necesaria lluvia.

Ante lo efectivo del rito, se decidió que la ceremonia se llevaría a cabo con regularidad para mantener contentos a los dioses.

jueves, 18 de junio de 2015

LOS COLGADOS




En el año de 1841 se fundó una fábrica de textiles en Buenavista, Nayarit. Su dueño, un español de nombre José María Castaños, la edificó a la manera de una existente en Bélgica.


Los trabajadores de la fábrica sufrían la terrible explotación del gachupín, que les sometía a largas jornadas sin ningún tipo de seguridad en el trabajo, por lo cual se producían numerosos accidentes entre los obreros.


Cansados de tanta explotación y de recibir una miseria de salario, los empleados de José María decidieron un día irse a la huelga.


Dicha acción provocó la cólera del dueño, quien amenazó a los trabajadores con el despido y la cárcel si no volvían a sus labores.


Pero éstos no cejaron en su empeño y continuaron con la huelga, que se dice fue la primera en México.


Al poco tiempo, los dirigentes laborales fueron apresados, torturados y ahorcados frente a la fábrica, para escarmiento de todos los demás obreros.


De los árboles colgaban los principales líderes, mientras sus esposas e hijos lloraban a los pies de los colgados.


La leyenda cuenta que desde entonces en las noches se escuchan el sonido regular de las máquinas textileras, los terribles lamentos de los obreros asesinados y pueden verse dentro del edificio en ruinas los fantasmas de hombres trabajando y sollozando, algunos que se pasean por los múltiples pasadizos de la fábrica buscando a don Chema para hacerle pagar su nefasto crimen.

YO VALGO, TÚ VALES, TODOS VALEMOS



Qué difícil es para muchos reconocer y defender el valor que tienen como personas que son… Muchas veces, el concepto o autovaloración que se tenga de sí mismo, varía según el momento o la ocasión; aún hay casos en los que depende de la opinión de otros y hasta de lo que se viva en cualquier relación.

Condicionamos la autoestima a apariencias y experiencias, aún a las dependencias que se suelen tener con cosas o personas; porque hay quienes ven quebrantado su valor, cuando sienten que han perdido lo
que más han querido; dependen tanto del otro, que llegan a suplicar otra oportunidad, porque creen que sin eso que tanto aman, su vida no vale la pena y es mejor morir o renunciar…

El valorarse sanamente a uno mismo, va unido a la autoestima y al saberse Hijo de Dios, poseedor de un toque de su perfección; es conservar un equilibrio emocional que ayude a asumir o enfrentar en paz, cualquier momento por difícil que sea y no dejar que de ello dependa, el que nos amemos o valoremos.

Yo valgo, tú vales, todos valemos; sin medida ni condición, Dios al crearnos no dijo: este o aquel tiene más o menos valor; a todos nos amó por igual, y por amor a todos, su vida entregó.

Una muestra del poco valor que se siente por sí mismo, es el tener a veces la necesidad de mendigar amor; hay quienes se rebajan tanto, pisotean su dignidad, cuando ven perdido a alguien y creen que sin el o ella la vida no es igual; por ello ruegan, imploran otra oportunidad, se conforman con cualquier cosa que esa persona les
quiera dar.

Lo ideal es que nos amemos y valoremos unos a otros, sin tener que hacer nada fantástico o especial para merecerlo, simplemente por el valor que como hijos de Dios tenemos o por todo aquello que a su vida le aportemos…

Yo valgo, tú vales, todos valemos; y es importante reconocerlo, para seguir promoviendo la vida, la nuestra y la de los demás seres del universo.

No permitas que tu autoestima dependa de las apariencias y de la opinión de otros; mucho menos dejes que tu valor se mida, según como sientas o creas que te valoran; el auto concepto que tengas de ti mismo, no puede obedecer a los criterios o medidas de nada ni nadie, solo del inmenso amor que Dios te ha querido regalar.

No dejes que te arrebaten las ganas de vivir, no dejes escapar tus fuerzas y tu paz; lucha intensamente hasta lograr hacer todos tus sueños realidad.

miércoles, 17 de junio de 2015

TLAZOLTEOTL, LA VENUS MEXICANA



Un hombre llamado Jappán quería llegar a ser el favorito de los dioses; abandono a su familia y todos sus bienes, y comenzó su vida de ermitaño en el desierto.

Una vez allí, permaneció día y noche entregado a la devoción.

Los dioses quisieron poner a prueba su virtud y ordenaron al demonio Yaotl –el enemigo- que lo tentara y lo castigara si se rendía.

Yaotl le ofreció las criaturas mas hermosas para hacerlo bajar de la alta roca donde se había instalado, pero todo fue en vano.

La diosa Tlazolteotl, interesada en aquel juego, se presento ante Jappán, que al ver su hermosura quedo turbado, y le dijo:

-“Hermano Jappán, maravillada de tu virtud y conmovida por tus sufrimientos, quiero reconfortarte. ¿Como puedo llegar hasta ti para hablarte mas cómodamente?”-


El ermitaño, sin darse cuenta de la trampa que le tendía, bajo de su roca y ayudo a la diosa a subir a ella. Al hacerlo, la virtud de Jappán cayó y enseguida llego Yaotl y a pesar de todas sus suplicas le corto la cabeza.

Los dioses lo transformaron en escorpión y avergonzado se escondió bajo la piedra.

Luego Yaotl fue a buscar a la mujer de Jappán, Tlahuizin la inflamada y la llevo junto a la piedra donde estaba escondido su marido, le contó lo que había pasado y también le corto la cabeza. 

Uniéndose a su marido bajo la roca, dieron nacimiento a escorpiones de diferentes colores.

Los dioses consideraron que Yaotl se había excedido en su misión y lo transformaron en saltamontes.

martes, 16 de junio de 2015

LA MINA SONORENSE "LA TARASCA"



Dice la tradición que en 1580 los españoles, en su avance expedicionario por las tierras del norte, atacaron a los pueblos yaquis con el propósito de someterlos.

Desconociendo los soldados hispanos el orgullo y la bravura de estos indios, les declararon la guerra, trabándose un feroz combate que terminó en derrota para los invasores, quienes se vieron forzados a huir.

Sin embargo, dos soldados -hermanos entre sí- se desligaron de la tropa y se dirigieron hacia el norte.

Así fue como llegaron a la sierra de La Palma, cerca de Guaymas, y prosiguieron al norte por esta mañana, evitando a los feroces seris.

En su camino se toparon con los pimas, con los cuales entraron en confianza y los instruyeron en cosas desconocidas para ellos, hasta que fueron admitidos.

Se supone que estos pimas trabajaban una mina de oro, conocida hoy como La Pima, situada en un profundo cañón.

Pero los españoles, en sus andanzas por aquellos lugares, descubrieron La Tarasca al explorar la veta hacia el sur, ya fuera del cañón.

A estos hermanos se debe el nombre de “La Tarasca”.

lunes, 15 de junio de 2015

LA DESDICHADA CLAUDIA



Cuenta una leyenda de Tepic, “lugar de piedras macizas”, capital del estado mexicano de Nayarit, que en una casa de la Colonia Lázaro Cárdenas de esa ciudad, vivía un señor que tenía una hijita llamada Claudia.

Después de haberse separado de su esposa, la custodia legal de la niña le había correspondido a él.

Padre e hija vivían tranquilamente en su hermosa casa, cuando los azares del destino, que a veces son diabólicos, les jugaron una mala pasada, pues cierto tiempo después de haber llegado a la Ciudad de Tepic, Claudia fue atropellada por un camión y murió.

El padre quedó completamente consternado ante esta fatal desgracia, pero decidió quedarse a vivir en la casa en la cual ambos habían sido muy felices.

Poco tiempo después de su muerte, don Facundo, como se llamaba el desdichado señor, empezó a sentir que alguien lo observaba, oía ruidos en el patio trasero y pasos se niña en la escalera que conducía al piso superior; las puertas se cerraban y se abrían inexplicablemente.

Espantado por tantos sucesos extraños, don Facundo decidió tomar fotografías de las escaleras y del patio, para ver qué salía en ellas y si podía hacer algo para remediarlo.

Cuando el padre reveló las fotografías, cuál no sería su sorpresa al ver que en ellas se veía perfectamente la imagen de su pobre niña Claudia, pero muy demacrada, grandes ojeras se apreciaban alrededor de sus ojos y una palidez sobrehumana cubría su dañado rostro por el accidente.

Don Facundo inmediatamente tomó la decisión de marcharse de esa casa que tan dolorosos recuerdos le traía.

Así lo hizo y puso en renta la casa, después de haber encargado una misa por el alma en pena de la pequeña.

Sin embargo, la misa de nada sirvió, pues varios inquilinos que la rentaron, al poco tiempo de marchaban presas de miedo y terror, pues a todos se les aparecía la niña Claudia.

Desde el último inquilino que la rentó y se fue, la casa permanece vacía; los caminantes que pasan frente a ella afirman que se oyen los lamentos de la atormentada niña que clama por su padre con sollozos que ponen los pelos de punta a quienes llegan a oírla.

domingo, 14 de junio de 2015

LOS JAGUARES CÓSMICOS



Cuentan los indios lacandones de la selva chiapaneca que el mundo fue creado cuatro veces por el dios Hach Ak Yum, Nuestro Verdadero Padre.

El Primer Mundo fue destruido por medio de fuertes vientos y lluvias que inundaron la Tierra.

El Segundo, llegó a su término a causa de un eclipse que provocó que los monstruos terrestres y celestiales devoraran a los hombres.

El Tercer Mundo fue destruido por Hach Ak Yum, descontento a causa del comportamiento poco piadoso de los hombres hacia él.

Cuando Hach Ak Yum, creó el Cuarto Sol; es decir, el Cuarto Mundo,  las almas de los muertos se despertaron y volvieron a poblar la Tierra.

Cada vez que el mundo se destruía a causa de los enojos de Hach Ak Yum, el dios cubría al Sol con su manto, y los grandes Jaguares Cósmicos bajaban a la tierra para devorar a los hombres.

Los jaguares, connotados con características masculinas, se encontraban amarrados a un árbol de copal, copalcuáhuitl, y vivían en el Este del universo.

En cambio, los jaguares hembras habitaban el Oeste, y se mantenían atadas a un tronco de guaje, huaxin.

Entre ambos bandos se entablaban, constantemente, cruentas luchas. Siempre triunfaban los jaguares masculinos, pues de otra manera el mundo hubiera terminada irremediablemente, pues nunca la Luna, hembra, puede derrotar al Sol, macho, y sumir al mundo en las tinieblas a causa de su triunfo.

Ya que Hach Ak Yum calmaba su ira,  encerraba a los jaguares debajo de la Tierra, en el Inframundo donde reinaba el terrible dios Menzabak, el Hacedor de Humo, quien cuidaba las almas de los muertos, producía las negras nubes que traen consigo las lluvias, y colocaba un nuevo Sol; es decir, se iniciaba una nueva etapa en la historia de la vida de los hombres.

Un día, tal vez no muy lejano, el dios Sol y los Jaguares Cósmicos provocarán el último cataclismo y será el fin de la humanidad.

Posiblemente, las plegarias a la diosa Luna pudieran detener tal catástrofe, pero aun antes de que acontezca este suceso, los dioses ya se han alejado de la selva, la han abandonado, razón por la cual los hombres viven actualmente sin sus dioses protectores y deben luchar, escarnecidamente, por sobrevivir en el mundo de los blancos.

Los dioses se han ido, los dioses se han muerto...

sábado, 13 de junio de 2015

CATALINA SUÁREZ, LA MARCAYDA



Doña Catalina tuvo por padres a don Diego Suárez Pacheco y a doña María Marcayda.

En 1509, sus padres emigraron a la isla La Española como acompañantes del séquito de Diego Colón.

Catalina y sus hermanos les dieron alcance un año después. Al poco tiempo, doña Catalina dejó la isla para trasladarse a Cuba como dama de compañía de María de Cuéllar, prometida de Diego Velázquez de Cuéllar, el conquistador de Cuba.

En Cuba, doña Catalina vivía en la casa de su hermano Juan, en Baracoa. Conoció a Hernán Cortés y, aun cuando carecía de dote, el futuro Capitán la esposó en el año de 1515, a regañadientes.

Cuando Cortés se marchó a explorar México y traicionó a Diego Velázquez, Catalina fue despojada de las propiedades de su marido y quedó en mala situación económica.

Pasada la conquista de México, Cortés se encontraba cómodamente instalado en su casa de Coyoacán, cuando decidió traer a su esposa de Cuba, a pesar de encontrarse rodeado de bellas mujeres, como una de las hijas de Moctezuma.

En México, la Marcayda llevaba una buena vida plena de diversiones y ociosidades, entre bailes, suntuosos vestidos y costosas joyas. Cortés la obsequió con tierras y esclavos. Parecían un feliz matrimonio, en apariencia...

La Marcayda era sana, guapa, bien vestida, pero infeliz en su matrimonio.

Una noche de Todos Santos, la pareja ofreció una cena a sus amigos en su casona de Coyoacán.

Catalina estaba contenta y quizá un poco achispada con el vino que había bebido. En un momento dado, la Marcayda reclamó al capitán Solís de tomarse la libertad de mandar sobre sus propios esclavos sin consultarla.

El capitán, apenado, respondió que el que los ocupaba no era él sino don Hernán. Catalina retrucó que en adelante nadie se metería con sus cosas.

Al oír los dicho, Hernán contestó medio en chanza y riendo: -“¿Con lo vuestro, señora? ¡Yo no quiero nada de lo vuestro!”- 

Ante estas palabras, Catalina, enojada, abandonó la mesa y a los comensales. La fiesta siguió.

En sus aposentos la Marcayda lloraba junto a su camarera Ana Rodríguez, y le confiaba que era muy infeliz.

Al terminar la reunión, Cortés subió a la recámara matrimonial y trató de consolar a Catalina sin mucho éxito.

Se apagaron las luces y todos se recogieron en sus habitaciones. A la media noche, una esclava india avisó a doña Ana que algo sucedía en la alcoba del matrimonio.

Ésta acudió a la recámara, abrieron la puerta y vieron que el Capitán sostenía en sus brazos el cuerpo inerte de la Marcayda, que presentaba moretones en la garganta; las cuentas de su collar de oro yacían sobre la cama deshecha.

Ana preguntó a qué se debían esos moretones, a lo que Hernán respondió que la sostuvo del collar cuando su esposa se había desvanecido.

Pero las sospechas de que Cortés la había matado surgieron, máxime que en Cuba le había dado malos tratos y hasta golpeado.

Al otro día, Catalina presentaba: …los ojos abiertos, e tiesos, e salidos de fuera, como persona que estaba ahogada: e tenía los labios gruesos y negros; e tenía asimesmo dos espumarajos en la boca, uno de cada lado, e una gota de sangre en la toca encima de la frente, e un rasguño entre las cejas, todo lo cual parecía que era señal de ser ahogada la dicha doña Catalina e no ser muerta de su muerte.

Al ser acusado de haberla matado, Cortés respondió: -“¡Quién lo dice, vaya por bellaco, porque no tengo de dar cuentas a nadie!”- 

Así, quedó impune otro crimen más del conquistador.