domingo, 30 de septiembre de 2018

LIGERO DE EQUIPAJE




En esta aventura de vivir, dispuestos a enfrentar cualquier terreno con tal de no perder el camino, más que correr y pasar por encima de todos para ser el primero en llegar, es mejor dar pasos cortos con pisadas firmes que van haciendo amigos y dejando huellas por los senderos en los que hemos de pasar.

Como todo viaje, es necesario un equipaje, que no se convierta en carga pesada que nos impida avanzar, nos llene de cansancios y algunas veces hasta de ganas de renunciar, por eso siempre es bueno revisar qué hemos venido cargando y acumulando, para saber que hay que dejar o que nos falta empacar. Es hora de ir liberándonos de toneladas de presiones, complejos, culpas, miedos, heridas, cicatrices y rencores del presente y pasado, que con el paso del tiempo se van acrecentando; sacar de la maleta los pensamientos pesimistas y sentimientos negativos que nos van atando, y despojarnos de paradigmas, falsas creencias, que han hecho que los sueños y la fe se vayan mutilando. Y veremos como se va enderezando nuestro paso, y nos vamos haciendo como el viento más livianos, y que tanto peso que llevábamos sobre nuestras espaldas nos estaba estancando.

Hay que desistir de la pereza, la inconstancia y falta de perseverancia que nos acomoda en el facilismo que realmente no lleva a ningún lado; es mejor alimentarse de valor, fe y tenacidad, sólo así podremos siempre trascender y llegar más allá. Es mejor llenar la valija de sueños y esperanzas, confianza en el Amigazo fiel que sabe guiar y nunca nos va a fallar; incluir en los bolsillos la alegría y la paz interior para los momentos de dificultad, una sonrisa que por muy pequeña que sea siempre ilumina la más profunda oscuridad, la magia del niño interior que tenemos dentro, no la podemos dejar perder porque es la que nos hará sentir siempre que todo por muy difícil que parezca se puede alcanzar… imposible no incluir en nuestra bolsa los recuerdos de todos nuestros seres queridos que a lo largo del camino hemos conocido, y no olvidar llevar el inventario de bendiciones que Dios a diario nos ha de regalar, intentar llenar con ella los vacíos que encontremos dentro del alma, para que no se acumulen en ella la soledad, baja autoestima, depresiones y angustias que nos torturan como piedras en el zapato y nos impiden avanzar…

Y así, revisando a diario nuestro equipaje, sabremos que es lo ligero y esencial para llevar en este viaje, y recorremos el camino experimentando que podremos ser feliz aunque tengamos que reír o llorar, puesto que la felicidad no es una meta, sino una manera de viajar.

Es el momento de rebuscar en tu mochila y así puedas detectar, que te falta incluir o de qué te debes liberar, para que te sientas ligero de equipaje y seguro al andar, sabiendo que con lo llevas todo es posible y llegarás a donde anhelas llegar.

LA MASACRE DE TLATELOLCO




Durante la tarde del miércoles 2 de octubre de 1968 miles de personas se concentraron en la Plaza de las Tres Culturas de la capital mexicana con el fin de escuchar a los líderes del movimiento estudiantil, nucleados en el Consejo Nacional de Huelga (CNH), que desde hacía más de dos meses se enfrentaba en las calles, y desde las universidades, al gobierno autoritario del presidente priista Díaz Ordaz. 14 días antes el ejército nacional había violado la autonomía universitaria ocupando las instalaciones de la UNAM, persiguiendo y deteniendo a los estudiantes organizados.

Cuando el último orador del día se dispuso a hablarle a las masas desde el tercer piso del edificio Chihuahua, un helicóptero que sobrevolaba la zona lanzó bengalas de colores verdes y rojas sobre la plaza. Era la señal de las FFAA para atacar a los manifestantes disparando a mansalva con ametralladoras desde jeeps y tanques ligeros junto con francotiradores apostados en los edificios cercanos. Así comenzó la Masacre de Tlatelolco, matanza organizada por el ejército mexicano, la Dirección Federal de Seguridad y un grupo parapolicial conocido como el Batallón Olimpia o “Brigada Blanca” que vestidos de civil se infiltraron en la multitud identificándose entre sí con un guante blanco en la mano izquierda. Según los datos de la Comisión de Verdad el saldo de muertos supera los 300 (para las fuentes oficiales oscilan entre 20 y 28 muertes), además de 700 heridos y 5 mil estudiantes detenidos. Los cuerpos de las víctimas no pudieron ser fotografiados porque el ejército cerró el área a los medios de comunicación. No es casual que semejante operativo represivo se diera a 10 días de comenzar los JJOO en dicha ciudad, el Comité Olímpico había amenazado con la suspensión de los juegos en caso de que el proceso juvenil continuara.

La masacre de Tlatelolco se produjo en medio de un contexto de politización estudiantil en las universidades y los institutos secundarios cobrando protagonismo en la escena política nacional y logrando ganarse el apoyo de amplios sectores sociales entre ellos docentes e intelectuales pero también sumaron a un sector del movimiento obrero mexicano encabezado por los ferrocarrileros que habían experimentado en carne propia el accionar del aparato represivo estatal. Todos ellos compartían una serie de aspiraciones y reivindicaciones democráticas hastiados del autoritarismo propio de un régimen de partido único como era el caso del PRI en México.

EL CUARTO SOL




Los dioses estaban muy contentos por haber creado la tierra, el agua, el fuego y la región de los muertos (Mictlán). Pero se dieron cuenta de que el sol alumbraba muy poco y no calentaba. Se reunieron en consejo para crear de nuevo al sol. Tezcatlipoca se ofreció para ser el sol y empezó a alumbrar la Tierra, comenzando el primer Sol o la primera era.
Queatzalcóalt, al verlo, sintió deseos de ser él quien alumbrara al mundo así que corrió hasta donde estaba Tezcatlipoca y lo derribó del cielo con un fuerte golpe haciéndolo caer al agua. Queatzalcóalt se transformó en sol. Este fue el segundo Sol.
Tezcatlipoca se convirtió en tigre y derribó a Queatzalcóalt de un zarpazo, éste enfurecido soltó todos los vientos y los ciclones. La gente corría asustada y los dioses los convirtieron en monos. Como ya habían inventado dos veces al hombre, estaban muy desanimados pues su proyecto no terminaba de resultar exitoso. De repente Tláloc les manifestó que él sería el sol, que él alumbraría la tierra. Este fue el tercer Sol.
Todo parecía marchar bien pero, siendo el dios de la Lluvia Tláloc, hizo que cayera fuego del cielo, convirtiendo los ríos en llamas. Todo el mundo corría muerto de miedo y los dioses transformaron a las personas en aves para que se pudieran salvar. Los dioses se preguntaban qué hacer y fue cuando Queatzalcóalt propuso a Chalchiuhtlicue, diosa del Agua, para lucir como astro solar. Este fue el Cuarto sol. Tampoco dio resultado pues sólo hubo inundaciones y lluvias y los hombres solicitaban ser peces para salvarse. Los dioses los convirtieron en peces y en diversos animales acuáticos.
Como llovió durante días y días, el cielo cayó sobre la tierra. Queatzalcóalt y Tezcatlipoca se convirtieron en árboles para levantarlo. Los dioses quedaron muy tristes porque habían fallado en su intento de crear al sol y en consecuencia, habían acabado con la raza humana.


sábado, 29 de septiembre de 2018

HISTORIA DE LA FUERZA AÉREA MEXICANA




No podemos hablar de la historia de la FAM sin mencionar los orígenes de la aviación en México. En 1910 Alberto Braniff realizó el primer vuelo motorizado en Latinoamérica, seguido por entusiastas de la aviación como Miguel Lebrija. En febrero de 1911 la empresa Moisant International Aviators realizó una gira en México, a fin de comercializar sus aviones. Entonces se hicieron demostraciones enfocadas a exponer la eficacia de los medios aéreos en campañas militares.

Tras el triunfo de la revolución y en la segunda gira de la Moisant en México, en noviembre de 1911 Francisco I. Madero fue invitado a participar en un vuelo de exhibición a bordo de un Deperdussin de dos plazas, convirtiéndose en el primer presidente en volar en un aeroplano. El mandatario quedó impresionado, por lo que autorizó la compra de cinco aviones y decidió enviar a cinco mexicanos a Nueva York, a estudiar en la Moisant Aviation School.

Después del asesinato del presidente Madero, en febrero de 1913, la nación sufrió una nueva revolución, ahora de las fuerzas constitucionalistas lideradas por Venustiano Carranza contra el gobierno del general Victoriano Huerta, por lo que el destino de la aviación tomó un nuevo camino. Sobre los cinco mexicanos que habían estudiado aviación, no encontraron un país estable a su regreso. De ellos, los sobrinos de Venustiano Carranza, Gustavo y Alberto Salinas, se unieron a las fuerzas constitucionalistas, y Horacio Ruiz Gabiño formó parte de las federales.

Huerta, consciente de la importancia de esta nueva tecnología, en abril de 1913 reunió en los llanos de Balbuena a Miguel Lebrija, Ruiz Gabiño, Juan Guillermo Villasana y Antonio Sánchez Saldaña, con el fin de llevar a cabo unas pruebas aéreas y conformar la primera Escuadrilla Aérea de la Milicia Auxiliar del Ejército Federal, la cual nunca entró en combate. Asimismo, mandó a estudiar aviación a Francia a 31 alumnos de la Escuela Militar de Aspirantes. Con el tiempo, algunos de ellos serían pioneros de la aviación civil en México.

Por su parte, las fuerzas revolucionarias formaron la Flotilla Aérea del Ejército Constitucionalista, que en primera instancia contó con un biplano Martin Pusher, con capacidad para transportar a dos personas. Bautizada como Sonora, la nave realizó numerosos vuelos de reconocimiento y lanzamiento de propaganda, así como un bombardeo aéreo el 14 de abril de 1914, el cual es considerado por muchos como el primero en el mundo. Ese día, el Sonora era piloteado por el capitán Gustavo Salinas Camiña al bombardear al buque Guerrero, perteneciente a las fuerzas federales, en el puerto sinaloense de Topolobampo, cuando éste atacaba al buque Tampico, en cuyo interior se encontraba Álvaro Obregón.

Otras naciones también se acreditan el primer bombardeo aeronaval de la historia, y si bien es cierto que Francia ya había hecho pruebas con estas armas, sólo fueron de adiestramiento y no representaban un conflicto real. Cabe aclarar que el ataque del Sonora no logró acertar en el blanco; sin embargo, las explosiones que se produjeron cerca del buque sí lograron persuadir a su tripulación de no continuar con su ataque e iniciar la retirada. Sin lugar a dudas, este hecho le salvó la vida a Obregón y le permitió continuar al frente del Ejército del Noroeste en su avance hacia Culiacán y Jalisco, al mismo tiempo que la División del Norte y el Ejército del Noreste avanzaban hacia la capital del país. Obregón ocupó la Ciudad de México el 13 de agosto de 1914, y con la firma de los Tratados de Teoloyucan (en el Estado de México) se puso fin al gobierno de Huerta e iniciaba el desmantelamiento del ejército federal.


AMOR



"AMOR SIN PASIÓN, ES AMOR TRISTE"

CREO




Creo en el tiempo que no es eterno, cuando los segundos se sienten detenerse en los momentos de angustia y dolor que parecen no terminar.

Creo que el sol volverá a brillar y la tormenta tarde que temprano pasará; y un bello arco iris me mostrará el camino que he de tomar.

Creo en el amigo que en algún rincón del mundo hay; ese que sabrá aparecerse para llenar mi soledad.

Creo que el tiempo y la distancia se pueden superar; y que no existen barreras que logren separar, a dos personas que se amen de verdad.

Creo que los sueños, si se lucha por ellos, se pueden realizar; los imposibles no existen, son barreras mentales que los que no creen se han de inventar, para justificar su falta de fe y su mediocridad.

Creo en la humanidad y en la fragilidad que a veces nos hace caer o fallar; por ello sé perdonar, porque más que debilidad, puedo ver la grandeza interior que en cada uno hay.

Creo que aunque soy muy pequeño, si me subo a una silla, el cielo puedo tocar.

Creo en la fantasía, creo en que más allá de las estrellas, mi padre me cuida y siempre me ha de acompañar.

Creo que vendrán tiempos mejores, nada es para siempre, esto también ha de pasar.

Creo que hay un Dios que todo lo hizo bien, por ello me soñó y me creó, así tal y como soy.

Creo en Aquel que me amó tanto que dio su vida por mi para poderme salvar y liberar.

Creo en la Madre del cielo que mis pasos ha de fortalecer y animar.

Creo que se puede ver la vida de mejor forma, simplemente creyendo que hemos sido creados con amor, para alcanzar la felicidad.

Creo en la verdad que surge por sí sola, sin que nadie la imponga diciendo que es su verdad.

Creo que en las manos de Dios todo se puede reconstruir, reparar, renovar; creo que si es necesario se puede volver a comenzar para poder la meta alcanzar.

Creo en la vida, en el color de la naturaleza, en el aire que respiro, en la que belleza que a simple vista no se puede ver; creo en el amor, en la amistad, en la fidelidad.

Creo que aunque no puedo correr, mis sueños me hacen volar y mis pequeños pies, dan pasos cortos con pisadas firmes que dejan huellas que no se podrán borrar.

Pase lo que pase, no dejo de creer; porque en mi FE encuentro la verdadera PAZ.

EL TLACTLI




El Tlactli, juego con connotaciones rituales y míticas, se jugaba en Mesoamérica desde 1400 a.C. fecha aproximada durante las celebraciones religiosas y aún fuera de ellas. Posiblemente tuvo su origen en la zona olmeca; algunas pelotas de fecha muy antigua se han encontrado en la ciénaga del sacrificio en El Manatí, en la cuenca del río Coatzacoalcos. Se jugaba empleando las caderas, las rodillas y los codos derechos, intentando introducir una pelota de hule, de variable peso, en una argolla de piedra. Los jugadores formaban dos equipos de dos o siete jugadores cada uno. Las canchas en que se jugaba eran largas y estrechas, con paredes laterales cubiertas de yeso y decoradas. Las reglas del juego variaban según la cultura que lo jugaba. Fray Bernardino de Sahagún nos dice al respecto: …y el que metía la pelota por allí ganaba el juego; no jugaban con las manos sino con las nalgas herían a la pelota; traían para jugar unos guantes en las manos, y una cincha de cuero en las nalgas, para herir a la pelota.
Un juez vigilaba el juego, los jugadores se enfrentaban en una cancha dividida en dos, y se lanzaban una pelota de aproximadamente tres kilos que debía ser tocada por alguna parte del cuerpo, o por algún implemento como un mazo o un guante. Según Pedro Martínez Moya: Los tantos se obtenían cuando la pelota se recogía o golpeaba con una parte del cuerpo no autorizada; cuando la pelota era muerta o perdida. Cuando se comete una falta (patear la pelota) con el pie, el equipo contrario lograba obtener de 1 a 4 rayas (tantos que eran convenidos previamente) y la posesión de la pelota. Como era excepcional pasar la pelota por el aro, cuando esto se lograba se ganaba el juego y el jugador que lo conseguía era agasajado con premios y honores.
El simbolismo del juego de pelota más aceptado nos dice que la pelota era la representación del Sol, y las metas de piedra connotaban la salida y la puesta del astro o los equinoccios. Se le ve, asimismo como la lucha entre el día y la noche; los campos de juego se consideraban como los umbrales del Inframundo. En la zona del Tajín el juego simbolizaba la fertilidad, y el sacrificio de un jugador  constituía un rito propiciatorio de la renovación de la planta que proporcionaba el pulque.
En algunas regiones como en Teopantecuanitlan, el juego constituía la representación de los acontecimientos cósmicos, pues la cancha donde se realizaba representaba al cosmos, el modelo quincunce del universo entero. El desplazamiento de los jugadores en el universo connotaban los movimientos del Sol y de la Luna, que remitían a la lucha antagónica de los astros y a los tiempos míticos de la creación. Al ser sacrificado el perdedor, devenía la ofrenda dada a los dioses, a fin de que el mundo siguiese con su continuidad.
En el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas, los hermanos gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, representan al Sol y la luz, al enfrentarse contra los Señores de Xibalbá, del Inframundo, que representaban la oscuridad, en un terrible y magnífico partido de pok a pok, llevado a cabo en Chichén-Itzá, en el cual los hermanos son sacrificados, para luego transformarse en el Sol y la Luna. Cada vez que los mayas realizaban un juego de pelota, conmemoraban las hazañas de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué. La enorme y bella cancha de Chichén-Itzá data del Período Clásico. Como diría Ignacio Guevara en un artículo de México Desconocido: Evidentemente, aquel antiguo mito del juego de pelota que se relata en el Popol Vuh está presente en estos relieves: la vida y la muerte, el enfrentamiento entre la luz y la oscuridad, y la planta que simboliza el número siete, que es fertilidad; todos los elementos nos recuerdan que del sacrificio surge la vitalidad que dará continuidad a la existencia de los hombres en este complicado mundo creado por los dioses.
Dentro de la mitología nahua un mito nos relata que el rey tolteca Huémac jugaba contra el dios de la lluvia y el agua Tláloc; la apuesta consistía en plumas de quetzal y piedras preciosas. Al ganar el partido Huémac en lugar de lo acordado, recibió elotes y hojas de maíz joven. El tlatoani se negó a recibirlos, debido a lo cual el dios de la lluvia se enojó y castigó a los toltecas con cuatro años de dura sequía, lo que dio inicio al fin del reinado tolteca.


viernes, 28 de septiembre de 2018

LA TOMA DE ZACATECAS




La toma de Zacatecas es considerada como uno de los acontecimientos más importante en la Revolución mexicana. Sucedió el 23 de junio de 1914 y para la ocasión fue el general Francisco Villa quien venció a las fuerzas del presidente para el momento Victoriano Huerta, como resultado despejó el camino de la División del Norte hacia la Cuidad de México.

Luego de esta dura batalla muchos federales no se pudieron recuperar, fue catalogada como una de las batallas más sangrientas de la Revolución del país.
Zacatecas fue una plaza muy importante en el país para el siglo XIX. Sus yacimientos ricos en plata y las minas la convertían en una de las principales productoras de plata de México. Mucha de la vida social de del país pasaba por Zacatecas, además allí se encontraban los principales cruces de ferrocarriles.

Semanas antes de la toma de Zacatecas, los generales Aragón y Pánfilo Natera, con más de cinco mil hombre intentaron tomar la ciudad del 9 al 13 de junio, por lo que Venustiano Carranza ordenó a Francisco Villa que les enviarán efectivos de la División del Norte.
Villa se ofreció a marchar al frente con la División. Venustiano tenía temor del poder que había adquirido Villa, por lo que reiteró la orden, cuando Villa amenaza con la renuncia, Carranza la aceptó, pero los generales que estaban a la orden de Villa de negaron a obedecer a otra persona y acusaron a Carranza de impolítico, antipatriótico y anticonstitucional, así que decidieron atacar Zacatecas.
El conflicto empezó un 23 de junio de 1914. En vísperas de la batalla el general Ángeles retiró las piezas de artillería de las posiciones originales y las colocó en sitios imperceptibles, pero además demasiado cerca de las líneas de la defensa de los federales. Pasó los últimos tres días antes de la batalla convenciendo a los huertistas que ya tenía las posiciones definidas.
Aproximadamente veintidós mil hombres de la División del Norte se movían en completa armonía bajo la dirección de Ángeles. El general había logrado una perfecta conjunción entre la brigada del ejército de Villa.
A las dos y media de la tarde se capturaron las cimas que dominaban la ciudad y para las cuatro de la tarde cayó el cerro El Grillo, claro que esto le costó la vida a muchas personas que pelearon allí. Cuando se logró la posición de La Bufa, los federales comenzaron a retirarse de manera desorganizada.
Los villistas tomaron la ciudad desde tres de las direcciones y a pesar de sus grandes pérdidas, la mayoría era de ellos, por lo que se impusieron antes los federales, quienes una vez que estaban rodeados comenzaron a buscar una salida, pero aunque algunos pudieron escapar rompiendo las vías de los ferrocarriles, la mayoría quedaron acorralados entre el fuego.
Al final del día la batalla estaba perdida para los federales. Muchos de los soldados que pelearon allí encontraron la muerte intentando huir de la ciudad, refugiados en casas u hospitales. Pero estos fueron diezmados por el ejército villista, quienes no se tomaron el tiempo de distinguir entre los soldados y los civiles.
Como resultado, muchas de las casas por las zonas cercanas fueron víctimas del vandalismo, el saqueo la muerte de los ocupantes. No fue hasta el día siguiente que Villa ordenó a las tropas que detuvieran los actos de saqueo y violencia. Ante las quejas que recibió de los civiles de la ciudad, mandó a fusilar a algunos de los saqueadores, pero no sin antes de quemar edificios de todo tipo.





"EL HOMBRE QUE SE ENCIERRA, ES EL MÁS LIBRE"

LO QUE NO NOS MATA




En la vida se enfrentan momentos de mucho dolor en los que creemos morir, porque sentimos que no hay más razones de existir, más aún cuando eso que tanto nos hace sufrir, tiene que ver con el amor.

El decir adiós a alguien especial; el perder a ese ser que tanto supimos amar, el experimentar la traición o el desamor, o darnos cuenta que simplemente lo que había se acabó; son de las muchas situaciones que generan depresión, absorben las fuerzas humanas, y rompe en mil pedazos el corazón.

Cuando se entrega todo y al final nos damos cuenta que nos quedamos vacíos; porque simplemente nos dimos por entero y no recibimos nada; o quizás cuando habiéndonos acostumbrados a compartir cada día con ese ser que nos hacía ganarle la batalla a la rutina, nos llega el momento de separar los caminos y buscar por separados lo que nos depare el destino, llegamos a sumergirnos en la oscuridad sin poder ver nada claro, sin saber que sendero nuevo tomar.

En cada uno de esos instantes en que a pesar de sentirnos morir, si logramos vencer el dolor y no renunciar a vivir; habremos comprobado una vez más, que aquello que no nos mata, nos hace más fuerte y nos ayuda a superar experiencias aún más difíciles que nos toque algún día enfrentar.


Ahí en esos momentos de tanto dolor, mientras miramos a nuestro alrededor, todo parece seguir igual, nada se detiene, el mundo no deja de girar; pero en nuestro interior, al contemplar como se ha quebrantado el alma, sabemos que algo debe cambiar, nada volverá a ser como antes, porque en ese proceso de sanar y reparar, habremos obtenido una nueva inmunidad que nos va haciendo más fuertes y nos ayuda a crecer y madurar.

Lo que no nos mata nos hace más fuertes, es lo que también sucede cuando le ganamos la batalla a la enfermedad, igualmente cuando somos bendecidos con un nuevo día que el Amigazo nos quiere regalar, para que hagamos realidad su sueño en cada uno de nosotros y la misión que nos supo confiar.

Ante la tristeza y la adversidad no debemos perder la esperanza de que todo eso tarde que temprano va a pasar, nada es para siempre, la noche no es eterna, la luz siempre vence la oscuridad; con Dios, aunque el dolor sigue siendo muy difícil de afrontar, su amor nos llena de fuerzas, nos hace invencibles y nada ni nadie nos puede derrotar; sin Dios todo pierde sentido, nos sentiremos vencidos y sin fuerzas ni ganas de luchar, por eso no podemos perder la fe ni soltarnos de la mano de Aquel que con y por amor nos quiso salvar.

Lo que no nos mata, nos hace más fuertes… no nos dejemos vencer, hemos sido creados para ser felices y hacer nuestros sueños realidad; simplemente hay que luchar, levantarnos cada vez que caigamos, reparar el corazón, sanar el alma, no negarnos nunca la oportunidad de amar, cuando las cosas no nos salen como queremos, ahí en esos momentos en que la vida sorpresas nos da, cuando todo parece incierto, ante la perdida, la incertidumbre y la oscuridad; aún en la fragilidad, en esos instantes de miedo de darnos otra oportunidad; ahí, mientras intentamos aprender a empezar de nuevo, las veces que sea necesario intentarlo y volver a comenzar, tengamos siempre presente que el dolor asumido con paz no deforma sino que nos renueva, nos hace crecer y nos ayuda a nuestra vida transformar.


UNA MUJER




El día 11 de febrero de 1931 se suicidó en la catedral de Notre Dame de París, Francia, una mujer de tan solo treinta y un años. Su nombre fue Antonieta, y era hija de doña Matilde Castellanos Haaf y de un arquitecto llamado Antonio Rivas Mercado, a quien se debe nuestro famoso Ángel de la Independencia que se yergue en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, y a quien apodaban El Oso por lo alto y corpulento.
Antonieta nació en abril de 1900, y era la segunda hija de una familia de la alta burguesía mexicana que la educó comme il faut, bajo los cánones de la época porfiriana. Viajó a París desde muy pequeña y hubiera podido dedicarse profesionalmente a la danza clásica en la Ópera de París, a no ser por la rotunda oposición de su padre. Desde muy joven se dedicó al cuidado de su casa, ya que su madre abandonó el hogar para irse con su amante. Hecho que nunca le perdonó Antonieta. Cuando su madre regresó a México para asistir al funeral de su marido, la hija abandonada le lanzó las siguientes palabras: – ¡Tú no lo necesitaste para hacer tu vida, él no te necesita a ti para morir!
Esta culta y rica mujer hablaba varios idiomas, aparte del español materno, su educación era inmejorable, lo cual le llevó a convertirse en mecenas de varios escritores y pintores de la época, todos ellos de la mejor ralea. Se enamoró de uno de ellos Manuel Rodríguez Lozano, miembro del grupo de los contemporáneos, a quien amó con locura, pero de manera platónica, ya que Rodríguez era homosexual. Se conocieron en el año de 1927.

Esta mujer amante de las artes y la cultura, fundó el famoso Teatro Ulises y un patronato para la Orquesta Sinfónica de México. El Teatro lo dirigía Xavier Villaurrutia y Salvador Novo, y se encontraba situado en la Calle de Mesones del centro de la Ciudad de México. Este teatro se convertiría en un teatro de vanguardia a pesar de su corta existencia.
Antonieta decidió casarse con Albert Edward Blair cuando contaba con diez y ocho años. De este matrimonio nació Donald Antonio, y toda la familia vivía en un rancho en Coahuila. Pero Antonieta no se llevaba bien con su esposo y decidió regresar a la casa de su padre. Los intentos de reconciliación por parte de su marido fueron nulos y acabaron separándose oficialmente, después de una agotadora lucha por conservar la custodia de su hijo.
En 1928, se unió a la campaña de José Vasconcelos para obtener la presidencia de México, y formaron una pareja sentimental que duró tan solo un año, a escondidas de la mujer del candidato, Serafina, quien vivía en los Estados Unidos. Al ser derrotado Vasconcelos, Rivas Mercado se exilió primero en Nueva York y luego en París, lugares en donde ejerció el periodismo.
En su viaje a París se encontró con Vasconcelos. Antonieta, en un intento de regresar con él, le preguntó si en verdad la necesitaba. Él, anteponiendo su ego ante la soledad de la que fuese su amante le contestó: – Ningún alma necesita de otra. Nadie, ni hombre ni mujer necesita más que a Dios; cada uno tiene su destino comprometido con el Creador.
Al día siguiente, por la mañana, en la Catedral de Notre Dame y frente a la imagen de un cristo, Antonieta se dio un balazo en el corazón con la pistola de Vasconcelos que había sustraido. La noticia causó un gran revuelo tanto en París como en México. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de Thiai, situado en el departamento de Val-de-Marne, y al vencer la concesión de la tumba, sus huesos se trasladaron a la fosa común.


jueves, 27 de septiembre de 2018

JUAN ESCUTIA




En los libros de historia que leímos cuando niños, se dice que el 13 de septiembre de 1847 los Niños Héroes murieron defendiendo heroicamente el Castillo de Chapultepec, e incluso afirman que Juan Escutia prefirió lanzarse hacia la muerte envuelto en la bandera nacional antes que verla mancillada por los invasores estadunidenses. Pero cabe preguntarse: este dramático recuento,

Es un hecho que Escutia, junto con Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Vicente Suárez, Fernando Montes de Oca y Agustín Melgar, decidieron quedarse en el Castillo y defenderlo gallardamente sin estar obligados a hacerlo por ser cadetes. Sólo por eso, el marbete de "héroes" lo tienen bien merecido

Por ello, para apaciguar los ánimos patrióticos, bajo el mandato del presidente Miguel Alemán se le dio difusión a la noticia del hallazgo de seis cráneos al pie del cerro de Chapultepec, mismos que —casi por decreto presidencial— se reconocieron como de aquellos seis Niños Héroes que "murieron por la patria". Con ello, la historia que carecía de evidencias físicas —nunca se comprobó científicamente a quiénes pertenecieron los cráneos— adquirió un carácter de leyenda. En su honor, se edificó el Altar a la Patria, que hoy conocemos y se sepultaron muchas de las otras historias de la gesta heroica de la defensa del Castillo de Chapultepec


LA FELICIDAD



"LA FELICIDAD ESTÁ EN MIL COFRES, Y TODOS TENEMOS ALGUNA LLAVE"

CREACIÓN




Me siento frente al mar, queriendo plasmar en letras mis emociones, Pero es imposible dejar escrita la melodía que producen al volar las alas de los gorriones.

No puedo grabar en el papel, el brillo que deja el sol al tocar mi piel.

Ni mucho menos puedo convertir en palabras, el golpe de las olas al besar una veces fuerte y otras suaves, las rocas.

Quisiera inmortalizar el color blanco que se dibuja en la espuma del mar,
Y la voz de Dios que se escucha en el murmullo que solo la brisa suave sabe tararear.

Solo puedo contemplarlo, extasiarme y soñar.

Dejarme abrazar por la arena que se me pega a la piel, queriéndome tocar.

Y ante estas maravillas, no hay quien pueda de Dios dudar, Y no existe ningún artista que no se logre inspirar ante la majestuosidad del mar.

Aún no logro escribir todo lo que el mar me hace sentir, Es como detener el tiempo y olvidarme de cualquier cosa que me pueda hacer sufrir.

Es como soñar despierta, es algo más que inmortaliza los más bellos recuerdos.

Es sentirme del universo el ser más frágil y pequeño.

Es descubrir que desde abajo se ve más la grandeza del cielo...


UN HOMBRE DE NEGRO




Una leyenda de Pachuca nos relata que un día Jacinto y su primo Benito fueron al Municipio de Metepec a pasear; ellos venían desde México. Estaban muy contentos de haber visitado muchos hermosos sitios, cuando decidieron sentarse en las bancas del parque de la ciudad a descansar, después de haber cenado copiosamente en una fonda famosa por su buena comida. Eran cerca de las once de la noche cuando de pronto les llamó la atención un hombre completamente vestido de negro que cantaba a unos treinta metros de donde ellos se encontraban. A los jóvenes el hecho les llamó la atención, pues es bien sabido que en los pueblos de provincia la gente suele recogerse temprano. Se quedaron callados escuchando su canción, cuando de pronto el hombre de negro volteó en dirección donde se encontraban; los primos pudieron apreciar que la cara del hombre tenía y color verdoso y estaba desencajada, parecía un ser del más allá. Cuando el misterioso hombre les vio, les clavó una cruel mirada y lanzó una sonora y horripilante carcajada que paralizó de miedo a los muchachos, y se alejó.
Jacinto y Benito decidieron irse al hotel en que se hospedaban. Al siguiente día, por la mañana acudieron a desayunar al restaurante del hotel. Se pusieron a platicar con la dueña que estaba en la caja, y salió a relucir su experiencia nocturna con el hombre de negro. La mujer los escuchó y, espantadísima, les dijo que se trataba de un espanto. Azorados  y temerosos, los jóvenes la escucharon: -Muchachos, el hombre que vieron anoche es un fantasma. Murió hace más de cincuenta años. Era un hombre muy rico que vivía aquí en Metepec, pero que era terriblemente avaro, estaba lleno de avaricia. Un día se enfermó gravemente y no quiso pagar a un doctor para que fuera a verle. Por supuesto que la enfermedad lo mató. Y como había sido tan malo y la avaricia es un pecado capital, el hombre no pudo entrar ni al Purgatorio ni al Cielo y se quedó a penar en este mundo. Por eso suelo salir por las noches a espantar a las personas por las calles y plazas del pueblo.
Al oír sus palabras Jacinto y Benito se espantaron mucho y decidieron poner pies en polvorosa. Dos horas después, los chicos tomaron el autobús que los habría de conducir a la Ciudad de México, pero nunca olvidarían su experiencia con el hombre de negro.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

BATALLA DE MULEGE




Después de apoderarse de la Alta California, los estadounidenses se dirigieron con algunos barcos hacia la parte sur de México apoderándose ya en marzo de los pueblos de San José del Cabo, San Lucas y Mulegé, a pesar de ello, en Mulegé, los 60 invasores que asaltaron el poblado y que además fueron apoyados por la fuerza artillera de la corbeta U.S. Dale y una lancha de guerra, fueron batidos por los soldados que comandaba el Capitán Manuel Pineda, que sustituía al Coronel Francisco Palacios Miranda. El teniente Tunis A. M. Craven, del Ejército estadounidense exigió al Capitán Pineda la rendición de la plaza, a lo cual el Capitán Pineda contestó: “Impuesto de las instrucciones que Usted puso al juez de este pueblo, debo decirle que esta plaza está sostenida por fuerzas mexicanas que tengo el honor de mandar, y que jamás será neutral, ni verá con indiferencia la guerra injusta de los Estados Unidos a la República Mexicana, a que pertenezco y a la que tengo el orgullo de representar. Si el ex jefe político Francisco Palacios Miranda por su cobardía se mostró neutral....esta comandancia será todo lo contrario”.

Un día antes de la Batalla el Teniente Tunis A. M. Craven insistió, pero la respuesta volvió a ser negativa. Fue entonces que se libró la batalla en la cual los mexicanos lograron la victoria. El Capitán Pineda informó a sus superiores de los ataques mexicanos y también de los invasores, incluidos los de la lancha y la corbeta estadounidense. Es cierto pues, que a pesar de su superioridad en número de hombres y poder de artillería tuvieron que ordenar la retirada y la excusaron con el pretexto de que la noche estaba cayendo frente al Comandante Thomas O. Selfridge. Toda la batalla tuvo lugar cerca del río Santa Rosalía a unos kilómetros de El Sombrerito donde después se construiría el faro de Mulegé.