jueves, 31 de enero de 2019

ANDO




Ando, CAMINANDO, con pasos cortos pero pisadas firmes que desean dejar huellas por donde voy PASANDO? VOLANDO bien alto, sin olvidarme del Suelo que estoy PISANDO y sentir que estoy LLEGANDO a las metas que mientras vivo me estoy TRAZANDO y ALCANZANDO los sueños que voy FABRICANDO. 

Ando, REFLEXIONANDO, en cada cosa, acontecimiento y persona que en todo momento me esta HABLANDO del amor del Amigazo y lo que en mi está OBRANDO? Ando, PENSANDO, cómo hacer realidad el sueño que Dios tuvo en mí, cuando me dio la oportunidad de Vivir y así cada día ir TRANSFORMANDO el mundo tan maravilloso que nos ha regalado?

Ando, AMANDO, a los que encuentro en mi camino, EXTRAÑANDO a los que ya no están conmigo, ENTREGANDO lo mejor de mí misma a todo aquel que lo esté NECESITANDO, para que sienta que Dios no nos abandona y siempre de uno u otro modo se hace presente porque nos está en cada instante ACOMPAÑANDO.

Ando, PERDONANDO a los que heridas me están CAUSANDO, REPARANDO, lo que se ha ido QUEBRANTANDO, RENOVANDO lo que con el tiempo, la distancia y la rutina se puede ir DETERIORANDO.

Ando, ESCRIBIENDO, cada cosa que pienso, reflexiono y siento, para dejarle al mundo mi hacer, la esencia de mi ser, mi vivir, en cada hoja que voy LLENANDO con cada letra que he de escribir.

Ando, INTERIORIZANDO para poder entender, todo aquello que suele ser difícil de comprender, porque causa dolor, inspira temor y deteriora la fe, pero que cuando las estamos ENFRENTANDO y sentimos como sin perder la esperanza las vamos SUPERANDO, experimentamos la fortaleza y sabiduría que el Amigazo con su amor a cada segundo de nuestra vida nos está DONANDO Y RENOVANDO? Ando, CANTANDO aunque mi voz desafine, BAILANDO aunque mis pies se cansen, CELEBRANDO la vida, DISFRUTANDO cada día, ENTREGANDO, SOÑANDO aunque muchos me digan que abra los ojos y aterrice, CONFIANDO aunque a veces me fallen, CONTINUANDO aunque tropiece, caiga y los zapatos me tallen, SANANDO aunque duelan las heridas, LUCHANDO aunque pierda la partida, TOCANDO aunque se cierren las puertas, TRABAJANDO sin cansancio, ando, CULTIVANDO sentimientos, corazones que al florecer mi vida van ADORNANDO, AVANZANDO aunque el mundo en ocasiones me de vueltas, HABLANDO de todo lo que en mi Dios está OBRANDO y con mi vivir ENSEÑANDO para que nadie se rinda y lo siga INTENTANDO, porque el tiempo nunca se detiene, siempre está MARCHANDO, a un mismo compás, aunque a veces se nos haga lento y en otros sintamos que de las manos sin darnos cuenta se nos está ESCAPANDO?

Ando, ORANDO Y HABLANDO en todo momento con el Amigazo, COLOCANDO en sus manos, la vida y las intenciones de todos los que estoy AMANDO, CREYENDO, CONFIANDO, en que me está ESCUCHANDO? yo ANDO, ANDO, ANDO. 







LA MUÑECA





Una niña estaba alegre porque el día de su cumpleaños había llegado y cientos de regalos le habían entregado por dicha razón.

Su abuela le dio el más bello de todos, era una muñeca de porcelana que tenía una hermosa mirada y un lindo vestido de época. 

Durante los siguientes días, la nena jugó con su muñeca con mucha emoción, pero durante las noches se moría de miedo en su presencia y esto hacia que no pueda dormir.

Un día, luego de tener muchos problemas para conciliar el sueño, la niña encerró en el armario a la muñeca para que pase allí las noches, pero todavía no se sentía tranquila.
Llegó el momento de tener una fiesta de pijamas y la presencia de la muñeca de porcelana estaba todo el tiempo en la mente de la niña como si la estuviera viendo desde aquel armario, por eso le pidió que la tire o la regale, pero la saque de la casa.
El día siguiente la madre sacó la muñeca y la tiró a la basura, fueron buenos tiempos donde la tranquilidad volvió, pero a las semanas apareció sentada la muñeca en uno de los bancos que se encontraban en el patio trasero y esto ya no tenía ninguna explicación lógica, llevó con sus padres a la muñeca y le contó lo sucedido, entonces ellos se encargaron de cortarla en muchos pedazos, tirarla fuera de la casa, echarles agua bendita y luego quemarlos para que no quede nada.

Nunca más se supo de la muñeca o de la entidad que la poseía.

miércoles, 30 de enero de 2019

UNA ILUSIÓN




Una ilusión es como una luz que aún en medio de la más grande oscuridad, nos permite ver más allá del camino y nos guía hasta el final.

Una ilusión por muy pequeña que sea, nos puede llenar de tanta fuerza que pase lo que pase no nos deja rendirnos ni renunciar; nos motiva siempre a continuar hasta llegar a donde queremos y así lograr hacer nuestros sueños realidad.

Hay quienes han perdido o les han robados sus ilusiones, porque a lo largo de su vida han experimentado fracasos, pérdidas, golpes y dolores; creen que no hay nada más para ellos mejor y que quizás la única salida es dejar de vivir o no volver a soñar, creer ni esperar, para no tener que de nuevo sufrir, perder o llorar.

Una nueva ilusión nos viene siempre desde arriba, escondida tal vez en un amigo, o en el amor que creíamos que no existía; hay ilusiones que parecen salir de la nada, quizás de una palabra leída o escuchada, de un abrazo recibido o simplemente de unas miradas encontradas.

Una nueva ilusión puede curar la más grande y dolorosa herida, devuelve la esperanza perdida, le da un nuevo sentido a la vida, ayuda a reconstruir lo que estaba destruido o hallar lo que se había extraviado.

Una ilusión, nos devuelve el control de nuestra vida, alimenta nuestra fe, revive las esperanzas perdidas, renueva las ganas de vivir, nos ayuda a muchos sueños construir, nos enseña de nuevo a sonreír y a no perder la paz aún en la adversidad.

Si has perdido la ilusión, vuélvela a buscar, porque existir sin ilusiones, es como andar a la deriva sin saber en qué creer, a donde ir, ni con qué soñar.

No es lo mismo tener una ilusión, que ser iluso y vivir ilusionados, hay que saber mantener el equilibrio, soñar con los pies bien puestos en la tierra, no alejarse nunca de la realidad por muy difícil que esta sea.

No permitamos que nos roben la ilusión, porque sin ilusiones la vida se torna gris y pierde su color natural. Dios nos regala en cada nuevo día, la oportunidad de volver a soñar, creer y luchar por hacer nuestros sueños realidad.

Hemos sido creados para ser feliz y vivir con el corazón lleno de paz; luchemos por mantener encendida la llama de una ilusión que no nos deje caer nunca en la oscuridad.

UN TESORO ENTERRADO




Cerca de la frontera, en un valle escondido de Mexicali, nació la leyenda del tesoro enterrado la leyenda. Como sucede en muchos ranchitos de México, don Apolonio se levantó desde muy temprano para cosechar su parcela. Eran alrededor de las cuatro de la madrugada cuando el hombre de más de 40 años regaba los surcos de algodón. Sin embargo, aquella madrugada fue víctima de un espanto. Su perro comenzó a ladrar, se le erizaba el pelo del lomo y sus ojos resplandecían. A su vez, el campesino buscaba entre las milpas altas si había algún intruso. No encontró a nadie y volvió a casa blanco del susto.

Al cabo de unos días, el hombre volvió a ir a su parcela pero no durante la madruga. Así era el medio día, cuando apareció un caballo en el monte. El animal corría desbocado y se dirigía directo a él. Apolonio pensó que iba a morir y comenzó a rezar a nuestro señor. Sin embargo, el animal desapareció frente a sus ojos. Con las manos sudorosas, recogió su sombrero y volvió a casa donde pasó varias horas desconcertado. Cuando se recuperó, volvió a su parcela pero esta vez se le apareció el caballo con un hombre sin cabeza.

El pobre hombre casi se desmaya al ver al muerto sin cabeza, quien comenzó a acercarse lentamente. El ranchero le dijo: ¡qué quiere de mí!, ¡qué quiere! Entonces una voz espantosa le dijo que debía desenterrar un tesoro en la tierra de la parcela. Pero si algún otro hombre se enterase, todos morirían. A pesar de la advertencia el granjero les contó a varios hombres del pueblo y juntos desenterraron las monedas de oro. Entonces, el muerto sin cabeza apareció en su caballo e hizo que la tierra se los tragara a todos. Así fue como nació la leyenda del tesoro enterrado de Mexicali.


martes, 29 de enero de 2019

AMAR ES VIVIR




Existen los que creen que realmente no han vivido, porque el amor no han sentido; no saben lo que es sentirse amados, nadie se los ha enseñado; tal vez no han reído ni llorado; su interior está vacío, nada han recibido ni entregado, por eso causan daño, sin saber muchas veces lo que hacen, tan solo porque no han conocido el amor ni lo han experimentado.

Pero mientras sentimos que estamos amando, ya sea riendo o llorando, es cuando realmente concebimos que nuestro corazón está latiendo, que tenemos sentimientos, que intensamente estamos viviendo. Quienes no aman, no le encuentran sentido ni valor a la vida, porque es el amor quien le da al existir una razón.

Sino puedes hacer lo que amas, ama lo que haces; ama a todos los que encuentras en camino, más aún a los que no te aman, porque quizás no lo han aprendido; ama tu vida, ama la creación; en ello está una prueba enorme del inmenso amor que nos ha tenido Dios, y si lloras por amor y aún así sigues amando, es porque has comprendido lo que realmente significa amar como Aquel que amándonos al extremo, su vida por amor supo entregar. Eso es vivir por siempre, eso es amar por toda la eternidad.


lunes, 28 de enero de 2019

LA MUERTE




Esta leyenda cuenta que un joven vivía a lado de su madre, él creció y decidió vivir solo, su madre al comprender su decisión se puso triste y se fue a vivir a otro lugar.
Una noche, tocaron la puerta de la casa del joven, pero como ya era muy noche, él estaba dormido, y entre sueños, escuchó que era su madre insultándolo y aborreciéndolo.
Al día siguiente, el hombre fue a preguntarle a su mamá de el porque se había comportado así, llevándose la sorpresa de que su mamá no había sido.
Entonces, la siguiente noche ocurrió lo mismo, él no hacía caso, pero a la tercera noche que su madre le decía que ella no había sido, decidió salir a ver quién era.
Al abrir la puerta se escuchó un fuerte ruido que despertó a todos, él estaba en su casa agonizando y con cara de mucho terror por lo que había visto.
Lo que se dice es que la muerte estaba buscando a su madre, y al no encontrarla se enfureció y se ensañó con él.




sábado, 26 de enero de 2019

VIDA EFÍMERA




Si pudiésemos tener conciencia de lo efímera de nuestra vida, tal vez pensaríamos dos veces antes de ignorar las oportunidades que tenemos de ser y de hacer a los otros felices.

Muchas flores son cortadas muy pronto; algunas apenas pimpollo. Hay semillas que nunca brotan y hay aquellas flores que viven la vida entera hasta que, pétalo por pétalo, tranquilas, vividas, se entregan al viento.

Pero no tenemos como adivinar. No sabemos por cuanto tiempo estaremos disfrutando este Edén, tampoco las flores que fueron plantadas a nuestro alrededor. Y nos descuidamos a nosotros mismos y a los otros.

Nos entristecemos por cosas pequeñas y perdemos un tiempo precioso.  Perdemos días, a veces años. Nos callamos cuando deberíamos hablar, y hablamos demasiado cuando deberíamos quedar en silencio.

No damos el abrazo que tanto nos pide nuestro corazón porque algo en nosotros impide esa aproximación.

No damos un beso cariñoso "porque no estamos acostumbrados a eso"  y no decimos lo que nos gusta porque pensamos que el otro sabe automáticamente lo que sentimos.

Y pasa la noche y llega el día; el Sol nace y adormece, y continuamos siendo los mismos.

Reclamamos lo que no tenemos, o que no tenemos lo suficiente. Cobramos. A los otros. A la vida. A nosotros mismos. Y nos consumimos, comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más. Y si probáramos compararnos con aquellos que poseen menos?  Eso haría una gran diferencia.

Y el tiempo pasa. Pasamos por la vida y no vivimos. Sobrevivimos, porque no sabemos hacer otra cosa.

Hasta que, inesperadamente, nos acordamos y miramos para atrás. Y entonces nos preguntamos: Y ahora? Ahora, hoy, todavía es tiempo de reconstruir alguna cosa; de dar un abrazo amigo; de decir una palabra cariñosa; de agradecer por lo que tenemos.

Nunca se es demasiado viejo, o demasiado joven, para amar, para decir una palabra gentil, para hacer un cariño. No mires para atrás. Lo que pasó, pasó.

Lo que perdimos, perdimos. Mira hacia delante.

Todavía hay tiempo de apreciar las flores que están enteras a nuestro alrededor.

Todavía hay tiempo de agradecer a Dios por la vida, que aunque efímera, aún está en nosotros.  Espero les agrade y hagan el pare en el camino...

Valoremos lo que tenemos, lo que se nos ha dado. Seamos agradecidos.

EL PÁJARO TOH Y EL MAÍZ




Cuentan por ahí, que una mañana, Chaac, el Señor de la Lluvia, sintió deseos de pasear y quiso recorrer los campos de El Mayab. Chaac salió muy contento, seguro de que encontraría los cultivos fuertes y crecidos, pero apenas llegó a verlos, su sorpresa fue muy grande, pues se encontró con que las plantas estaban débiles y la tierra seca y gastada. Al darse cuenta de que las cosechas serían muy pobres, Chaac se preocupó mucho. Luego de pensar un rato, encontró una solución: quemar todos los cultivos, así la tierra recuperaría su riqueza y las nuevas siembras serían buenas.
Después de tomar esa decisión, Chaac le pidió a uno de sus sirvientes que llamara a todos los pájaros de El Mayab. El primero en llegar fue el dziú, un pájaro con plumas de colores y ojos cafés. Apenas se acomodaba en una rama cuando llegó a toda prisa el toh, un pájaro negro cuyo mayor atractivo era su larga cola llena de hermosas plumas. El toh se puso al frente, donde todos pudieran verlo.
Poco a poco se reunieron las demás aves, entonces Chaac les dijo:
-Las mandé llamar porque necesito hacerles un encargo tan importante, que de él depende la existencia de la vida. Muy pronto quemaré los campos y quiero que ustedes salven las semillas de todas las plantas, ya que esa es la única manera de sembrarlas de nuevo para que haya mejores cosechas en el futuro. Confío en ustedes; váyanse pronto, porque el fuego está por comenzar-
En cuanto Chaac terminó de hablar el pájaro dziú pensó:
Voy a buscar la semilla del maíz; yo creo que es una de las más importantes para que haya vida.
Y mientras, el pájaro toh se dijo:
Tengo que salvar la semilla del maíz, todos me van a tener envidia si la encuentro yo primero.
Así, los dos pájaros iban a salir casi al mismo tiempo, pero el toh vio al dziú y quiso adelantarse; entonces se atravesó en su camino y lo empujó para irse él primero. Al dziú no le importó y se fue con calma, pero muy decidido a lograr su objetivo.
El toh voló tan rápido, que en poco tiempo ya les llevaba mucha ventaja a sus compañeros. Ya casi llegaba a los campos, pero se sintió muy cansado y se dijo:
Voy a descansar un rato. Al fin que ya voy a llegar y los demás todavía han de venir lejos.
Entonces, el toh se acostó en una vereda. Según él sólo iba a descansar mas se durmió sin querer, así que ni cuenta se dio de que ya empezaba a anochecer y menos de que su cola había quedado atravesada en el camino. El toh ya estaba bien dormido, cuando muchas aves que no podían volar pasaron por allí y como el pájaro no se veía en la oscuridad, le pisaron la cola.
Al sentir los pisotones, el toh despertó, y cuál sería su sorpresa al ver que en su cola sólo quedaba una pluma. Ni idea tenía de lo que había pasado, pero pensó en ir por la semilla del maíz para que las aves vieran su valor y no se fijaran en su cola pelona.
Mientras tanto, los demás pájaros ya habían llegado a los cultivos. La mayoría tomó la semilla que le quedaba más cerca, porque el incendio era muy intenso. Ya casi las habían salvado todas, sólo faltaba la del maíz. El dziú volaba desesperado en busca de los maizales, pero había tanto humo que no lograba verlos. En eso, llegó el toh, mas cuando vio las enormes llamas, se olvidó del maíz y decidió tomar una semilla que no ofreciera tanto peligro. Entonces, voló hasta la planta del tomate verde, donde el fuego aún no era muy intenso y salvó las semillas.
En cambio, al dziú no le importó que el fuego le quemara las alas; por fin halló los maizales, y con gran valentía, fue hasta ellos y tomó en su pico unos granos de maíz.
El toh no pudo menos que admirar la valentía del dziú y se acercó a felicitarlo. Entonces, los dos pájaros se dieron cuenta que habían cambiado: los ojos del toh ya no eran negros, sino verdes como el tomate que salvó, y al dziú le quedaron las alas grises y los ojos rojos, pues se acercó demasiado al fuego.
Chaac y las aves supieron reconocer la hazaña del dziú, por lo que se reunieron para buscar la manera de premiarlo. Y fue precisamente el toh, avergonzado por su conducta, quien propuso que se le diera al dziú un derecho especial:
-Ya que el dziú hizo algo por nosotros, ahora debemos hacer algo por él. Yo propongo que a partir de hoy, pueda poner sus huevos en el nido de cualquier pájaro y que prometamos cuidarlos como si fueran nuestros-
Las aves aceptaron y desde entonces, el dziú no se preocupa de hacer su hogar ni de cuidar a sus crías. Sólo grita su nombre cuando elige un nido y los pájaros miran si acaso fue el suyo el escogido, dispuestos a cumplir su promesa.


viernes, 25 de enero de 2019

LA BATALLA DE CELAYA




La Batalla de Celaya tuvo lugar en las inmediaciones de Celaya, Gto., del 6 al 15 de abril de 1915 entre la División del Norte, encabezada por Francisco Villa, contra las tropas Constitucionalistas al mando del General Álvaro Obregón. 

Posteriormente a la ruptura revolucionaria a mediados de 1913, donde varios de los más importantes caudillos decidieron separarse de Carranza, formando el bando convencionista (llamado así por haber integrado la llamada Soberana Convención de Aguascalientes en 1914), en oposición a las fuerzas Constitucionalistas que apoyaban al llamado Primer Jefe y encargado del Poder Ejecutivo, se inició la campaña por parte de Venustiano Carranza contra las fuerzas de la División del Norte al mando de Francisco Villa, quien se adhirió a los convencionistas; con lo que este bando quedó con ventaja numérica sobre los constitucionalistas. El 7 de marzo de 1915, en estación Peón, tuvieron lugar los primeros combates entre ambos bandos, resultando derrotados los convencionistas.

El General Álvaro Obregón, encargado de la campaña contra Villa, concentró a su ejército en Querétaro, mientras el General Villa hizo lo propio en Irapuato. Obregón planeó esperar siempre los ataques del impulsivo Villa, mediante posiciones defensivas bien articuladas con una fuerte distribución de ametralladoras combinadas con alambradas, que detendrían las famosas cargas de caballería y después dar su contrataque, apoyado con la artillería..

El General Obregón, de Querétaro inició la concentración de sus fuerzas en la región del Bajío; Francisco Villa, al conocer estos movimientos decidió partir a enfrentarlo, los villistas sumaban 22,000 hombres, más del doble de las fuerzas del General Obregón, sin embargo, el triunfo se inclinó desde un principio hacia los constitucionalistas.

La primera fase de los enfrentamientos ocurrió los días 6 y 7 de abril de 1915, en los cuales el General Obregón defendió su posición ante las arremetidas de los villistas, tal como lo planeó y ante la repetitiva táctica villista que se vio nulificada, por los contrataques obregonistas, los villistas se replegaron a Salamanca, desde donde planearon el contrataque.

La fase decisiva comenzó el 13 de abril, cuando el General Obregón aprovechó las debilidades de la estrategia de Villa.

El 15 de abril, la victoria correspondió a las tropas del General Obregón, tras lo cual Villa se vio obligado a replegarse en León, Guanajuato.

Después de esta Batalla de Celaya, hubo otras entre los mismos bandos en Trinidad, Santa Ana del Conde (donde el General Obregón perdió el brazo derecho), San Juan de los Lagos y Aguascalientes, pero Villa ya no volvería a operar al frente de la División del Norte y sólo fue cuestión de tiempo para que perdiera toda su fuerza militar, limitándose a partir de entonces, a combatir como guerrillero. De este modo, el gobierno carrancista pudo consolidarse en el poder y promulgar dos años más tarde, la Constitución Política que actualmente nos rige.


AL BORDE DEL CAMINO




La vida es un camino que se va construyendo en la medida en que se recorre y se asume con todo lo que trae y los terrenos o estaciones que deparen.

En ese caminar, se encuentran impulsos, motivaciones, también obstáculos, instantes, situaciones que pueden hacer caer, tropezar, y quizás sea necesario darse un poco de tiempo para asumir el momento, sanar las heridas, reparar los daños, retomar fuerzas y continuar.

Quedarse al borde del camino, implica no asumir la propia historia, dejar el tiempo pasar, estancarse en lo que hasta ahora se había vivido; ver como otros avanzan y construyen, ser solo espectadores, algunas veces indiferentes, otras veces críticos o habladores, que aplauden o señalan según el caso; pero no se involucran, no toman riendas, porque es más fácil hablar y simplemente conformarse con lo que ha de venir o llegar. 

Acomodarse al borde del camino, es como sentirse muerto estando vivos; preferir optar por lo fácil y concluido, en vez de construirlo por sí mismo; porque hay miedo de sufrir, caer o perder otra vez, por eso se cree que es mejor renunciar, dejar ir, ver pasar. 

Permanecer al borde del camino, le niega al corazón la oportunidad de sentir amor, construir una amistad; porque aunque siga latiendo, realmente no está viviendo; no se permite experimentar los sentimientos que surgen en cada momento.

Muchos están a la vera del camino y no se han dado cuenta de su realidad; creen que porque siguen vivos avanzan, y sin saberlo dejan todo pasar, oportunidades, experiencias, personas, aventuras, retos, sueños, y tantas cosas que la rutina y el sedentarismo les han sabido robar. 

Es el momento de continuar, retomar el sendero que nos hará construir nuestra propia historia y dejar huella en el interior de los demás; porque bien lo dice la canción: "caminante no hay camino, se hace camino al andar" 



JUU SEWA NAKEO, LA FLOR DEL AMOR




Hace muchos años, existió  un indio yaqui llamado Báa Bachi, Maíz de Agua. Destacaba entre los demás miembros de la comunidad porque era muy fuerte y valiente. Sus hazañas producían asombro y admiración. Báa Bachi tenía una novia muy bella de nombre Chiriki. Los jóvenes se amaban con pasión, pero peleaban porque la muchacha era proclive a coquetear con otros mozos del pueblo, para provocarle celos al enamorado.
Como a Chikiri le gustaba poner a prueba el amor de Báa Bachi, un cierto día que caminaban por las orillas del Río Yaqui, la mujer lanzó al agua un brazalete de oro, y le pidió al joven que fuera a rescatarlo. El indio obedeció la petición, y como nadaba muy bien no sintió temor alguno de ahogarse. Pero pasó el tiempo que ya eran horas y Báa Bachi no salió del agua. Chiriki, espantada y arrepentida de su capricho amoroso, estaba muy triste, y en su desesperación decidió acudir a un brujo para pedirle consejo. Después de escucharlo atentamente y tal como se lo había aconsejado el chamán, la joven se tiró al agua en el mismo sitio donde lo había hecho el infeliz enamorado.
Al siguiente día de haberse arrojado Chriki al agua, los habitantes del pueblo vieron, asombrados y maravillosos, que el lugar en donde los dos amantes desaparecieron, había surgido una bellísima y exótica flor a la que pusieron por nombre Juu Sewa Nakeo, es decir, Flor del Amor.

jueves, 24 de enero de 2019

VIVIENDO DE APARIENCIAS



De las situaciones o momentos con los que más lucha el ser humanos es con "el qué dirán". Vivimos en un mundo de apariencias en el cual, la humanidad se queda acomodada tan solo en lo que intenta mostrar o a simple vista se ve; evitando cualquier esfuerzo que la lleve a ir más allá, disminuyendo su capacidad de asombro cada día más; por ello el verse bien y sentirse aprobado por los demás, se convierte en la mayor preocupación; y así poder encajar en los patrones sociales impuestos o asumir una moda cada vez más exigente que no a todos acomoda, obligando a experimentar angustia, y ansiedad.

Ante todo esto y para satisfacer cada necesidad creada por la apariencia y la superficialidad, se ofrecen toda clase de procedimientos que seduciendo la baja autoestima de mujeres y hombres, logran convertirse en un sueño y hasta en el ideal que motiva o presiona a invertir aún desde lo que no se tiene o con mucho esfuerzo se consigue, con tal de responder a las exigencias de una sociedad que cada día se siente más vacía e inconforme con lo que es, tiene y hace, y a la vez quienes la conforman no se conocen ni se valoran a sí mismos, solo esperan reunir los requisitos para sentirse dentro del círculo y ser aceptados, aunque todo sea mentira y vanidad.

Con ello, la depresión y el inconformismo abundan no solo en la niñez y juventud, sino también en adultos; y así la perfección de Dios en su creación, es puesta en tela de juicio, y se señala lo diferente o especial, se discrimina a quienes la elite considera no merecen pertenecer al grupo de privilegiados porque no cumplen las condiciones impuestas ya sea de raza, credo, apariencia o color; y se intenta repartir el mundo de acuerdo a una escala de valores.

inventada por el mismo hombre, en la cual solo unos pocos son los que pretenden disfrutar de lo mejor, mientras a muchos se les despoja hasta de lo que no tienen y se ignoran como si no hicieran parte digna de la creación, así, el matar empieza por venganza, resentimiento y termina siendo un deporte o diversión.


Es común ver por todos lados los rostros maquillados, con máscaras que intentan mostrar la cara que quieren ver los demás; y aún viviendo bajo un mismo techo familiares o amigos, mueren sin haberse conocido, o sin saber porque o para que han nacido, ya que se gastaron su tiempo en el mundo queriendo agradar y responder a las exigencias de la sociedad. Así la escala de valores se deforma, y como todo es apariencias y el qué dirán, la humanidad se queda viendo lo superficial, se vuelve egoísta y egocéntrica, e intenta acallar conciencias diciendo la mano izquierda a la mano derecha las obras que ha de realizar, dando quizás de lo que le sobra, pero a la vez haciendo alarde de eso poco que da.

Lo más triste es que perdemos la capacidad de asombro, nos negamos la oportunidad de disfrutar de todo lo bello que Dios a diario nos da, dejamos pasar de largo a muchas personas que poseen enormes valores y riquezas interiores; convertimos en desechables a sentimientos tan profundos y verdaderos como son el amor y la amistad, en la cual solo hay que ser quien se es y amar tan intensamente que podamos ser capaces de dar la vida como el Amigazo la supo dar.

Todo ello se resume en una verdad muy olvidada que el zorro al principito le quiso enseñar: "Solo se ve bien con el corazón, lo esencia

LA HUECORENCHA




Hace muchos años, en el lugar que hoy ocupa el Lago de Pátzcuaro, en al actual estado de Michoacán, vivían los primeros pobladores de la región. Eran campesinos laboriosos que cultivaban sus fértiles tierras y eran muy felices, pues contaban con hermosos bosques y arroyuelos de donde obtenían el agua para sus cultivos, para calmar su sed y para asearse como es debido. Los campesinos tenían sus dioses a los que veneraban y sus gobernantes a quienes respetaban por justos y magnánimos.
Todo marchaba a la perfección, hasta que un funesto día toda la región comenzó a ponerse muy caliente, los campos se quemaron, los arroyos se secaron, la atmósfera se hizo insoportable, y las personas morían de sed y de deshidratación. Por lo tanto, animales y hombres empezaron a huir hacia el norte para no morir a causa de ese enloquecedor calor.
Cuando los hombres estaban huyendo muertos de pánico, de repente escucharon un terrible ruido que provenía del cielo, todos voltearon hacia arriba y vieron una enorme bola de fuego que se acercaba a la Tierra. Mucho más atemorizados que antes todos gritaban de pánico ante este extraño fenómeno que nunca habían visto, les rezaban a sus dioses y corrían o se echaban sobre la tierra tratando de meterse en ella para salvarse.
Al poco rato el bólido se estrelló en la superficie de la Tierra. El ruido que se produjo fue ensordecedor, se vio una luz muy brillante, se sintieron horribles temblores, los montes se sacudieron de una manera espantosa y de sus entrañas brotaron torrentes de agua por varios días que quitaron ese calor insoportable. De esta agua emanada de los montes se fue formando el Lago de Pátzcuaro, tan bello y hermoso como lo conocemos ahora.
Cuando las personas se dieron cuenta de que había terminado el mortal calor y que un hermoso lago había surgido en la región, sus miedos se calmaron y poco a poco fueron regresando a sus lares. Al ver las tierras de sembradío inundadas por las aguas del lago, se asustaron y les preguntaron a los dioses que de qué iban a vivir de ahora en adelante, a lo que los dioses respondieron que no debían preocuparse pues el sustento nunca les faltaría y que vendría de las nuevas aguas. Y efectivamente, el lago estaba lleno de pescados blancos que permitieron a los hombres no morir de hambre. La zona se convirtió en un pueblo de pescadores
El sitio donde cayó la magnífica bola de fuego se llamó Huecorio, “lugar de la caída”, y la gran bola convertida con el paso del tiempo en roca, fue nombrada La Huecorencha; es decir, “lo que cayó”.


miércoles, 23 de enero de 2019

AHÍ ES DONDE ACTUA DIOS




Ahí, en ese querer avanzar para más pronto llegar intentamos correr y experimentamos lo que implica estrellarse muchas veces contra la propia realidad o esas barreras que otros nos intentan poner; y en ese afán que nos da, en vez de progresar, solo sabemos tropezar con esas piedras del camino que muchas veces no logramos ver.

Ahí en esa necesidad de amar y ser amados, entregamos por entero el corazón y en la experiencia del amor, se nos devuelve vacío y roto en mil pedazos; cuesta demasiado volver a creer o darnos la oportunidad de sentir o experimentar un nuevo sentimiento otra vez.

Ahí en esos momentos cuando los sueños fabricados se nos derrumban, porque las cosas no suelen salir como queremos, se nos cierran muchas puertas y surgen tantas voces que nos frustran, sin darnos cuenta nos dejamos robar la ilusión, dejando que nos invada el temor, prefiriendo dejar de soñar, viviendo solo del día a día sin atrevernos a pensar en más.

En cada herida que brota porque mientras se busca la rosa, se tropieza con las espinas; y en ese quebranto del ser, que le cuesta perder o tener que desviarse del camino que quería escoger; en esos escombros que suele convertirse el alma, cuando se rompen las ilusiones, se nos pisotean los sentimientos y se pierde la calma… en cada uno de esos momentos, surge la humanidad que se desborda, lanzándole a la vida y al mismo Dios reclamos por todo lo que nos pasó.

Ahí cuando se nos derrama nuestro barro, sintiéndolo endurecido en las manos del Amigazo, queriéndose revelar a ser modelado porque puede más la propia humanidad que la búsqueda de esa divinidad, porque sabemos que es difícil poder muchas cosas cambiar o controlar y nos domina el sentimiento que confunde al corazón y pelea con la razón.

Y experimentamos cansancio, queremos renunciar, sentimos no poder dar un paso más, imploramos paciencia y fortaleza, pero creemos que Dios no nos ha de escuchar, surge todo aquello que se revela ante lo que siente perdido, se deteriora nuestra fe cuando encuentra muchos obstáculos en el camino, renunciamos a creer después de haberlo entregado todo y contemplar roto el corazón y los sueños destruidos.

Ahí, justo ahí actúa Dios si se lo permitimos, nos modela con cada piedra, nos desvía con el golpe por un mejor camino; toma los pedazos de nuestro corazón lo sana, lo repara y le regala la oportunidad de experimentar un nuevo amor u otra amistad que le hará sentir que amar y ser amados es lo más hermoso que se nos ha concedido.

Dios sabe retomar cada uno de nuestros escombros, construir otros sueños más sólidos que aspiren a llegar más alto, y nos regala una silla para que al subirnos a ella podamos sentir que es posible alcanzarlos y realizarlos; solo El con su Divinidad, logra sanar cada herida si en sus manos amorosas nos sabemos abandonar y permitimos que nos dibuje para siempre una sonrisa, aunque en eso que el corazón siente se nos escape una lágrima y se refugie en una estrella o se transporte en la brisa.

Ahí cuando por todo lo vivido, vemos muchas veces todo demasiado oscuro; Dios nos enciende una luz en el camino, cuando nos regala la presencia fiel de un amigo que nos abraza y nos dice no temas yo siempre sostendré tu silla para que nunca caigas y estaré contigo.

Y todavía muchas veces pedimos milagros. Si cada día los experimentamos, en la fortaleza que sin ninguna explicación no nos permite renunciar y reanima nuestro paso; en la lágrima que se convierte en sonrisa, en la obra tan hermosa que surge al final, cuando el Alfarero logra modelar y regalarle su divinidad a la humanidad y fragilidad del tosco y rebelde barro.

Porque Dios no actúa en aquello que a simple vista se ve perfecto; El se goza y se recrea en todo lo se deja inundar de su inmenso amor, aunque sea en un frágil corazón, que se siente muy humano y demasiado pequeño.

En esa piedra que el hombre desechó, en el barro que alguna vez rechazó, ahí en el corazón que por su soledad y dolor se quebrantó y perdió toda ilusión; ahí en el sueño que se frustró porque no encontró un ideal que lo cultivó…en la oveja que se pierde del rebaño, en el hijo que se aleja de casa, en el que se equivocó, cae y fracasa, justo ahí es donde más actúa Dios.

Y de repente te admiras cómo se adorna el cielo con un hermoso arco iris después de la tempestad que arrasó con lo que había; y puedes contemplar como aquel corazón, volvió a darse una oportunidad en el amor, aún roto en pedazos por aquel sentimiento que tanto lo hirió… y nos hacemos testigo de la belleza de la vasija, que derrama entre sus grietas ilusiones, esperanzas y sonrisas, aunque antes fue barro que sentía como por su humanidad se revelaba a cambiar y se endurecía.

Y la piedra se convierte en una firme edificación, la oveja como el hijo perdido a su rebaño y casa regresó… el corazón arrepentido, pidió perdón… y el cielo hizo fiesta porque contempla con inmenso amor, la obra más perfecta de la creación, es la frágil humanidad que en su sencillez y humildad, permitió hacer realidad la inmensa Divinidad de Dios.