lunes, 18 de julio de 2016

EL CONVENTO DE HERMOSILLO



Antes, en lo que fueron los primeros edificios de la ciudad, se encontraba un convento de monjas, estoy hablando de principios y mediados del siglo pasado.
En ese convento albergaban a las mujeres con embarazos no deseados, para que las mujeres se convirtieran al mismo tiempo en monjas y de algunas nunca se volvía a saber de ellas.
Con el paso de los años, cuando se estuvieron remodelando esas instalaciones ya que el convento no existía ahí, tumbaron paredes muy gruesas; antes se hacían hasta de un metro de anchura, para la sorpresa, encontraron esqueletos de recién nacidos.
Se dice que las monjas los emparedaban para que nunca supieran de ellos ya que eran hijos no deseados por Dios.
En estas áreas al igual había túneles extensos que llegaban hasta la Catedral Metropolitana de Hermosillo.
Estos túneles fueron sellados y nunca se quiso informar a los ciudadanos, lo cual fue totalmente imposible; los túneles aunque sellados, siguen ahí.
Pero en las noches, por la calle Serdán, se siente un ambiente muy extraño, e incluso se escuchan gemidos, gritos o se ve gente muy extraña caminando ahí, sola, mujeres muy hermosas embarazadas caminando solas por el centro de la ciudad de noche es extremadamente peligroso, se dice que son las ánimas de las mujeres que murieron ahí, y los gritos son de los bebés que murieron entre las paredes del convento.
Hoy ahí se alberga un banco, oficinas del Instituto Nacional de Educación para los Adultos y el Instituto Soria.

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