lunes, 19 de noviembre de 2018

LOS PARACHICOS




María de Angulo era una mujer española muy rica que vivía en la Real Capitanía de Guatemala al lado de su hijo. El niño tenía una rara enfermedad que le impedía mover las piernas, María lo llevó en busca de los mejores doctores, pero nadie pudo encontrar la cura. Alguien le dijo que debía viajar a Chiapas para encontrar a un curandero muy poderoso que podría ayudarla.

La mujer y su hijo viajaron desde Guatemala hasta Chiapas en busca de algún remedio para el chico. El curandero que los atendió le dio unas hierbas poderosas al niño y le ordenó bañarse en las aguas de Cumbujujú. Esto debía repetirlo por varios días con ayuda de su madre. Un día el chico comenzó a mover poco a poco sus piernas lo que emocionó por completo a su madre.

Ella estaba muy agradecida con el curandero y su gente, así que organizó una gran celebración por las calles del pueblo. Tomó una carreta, la llenó de despensas y comida. Salió por las calles con su servidumbre que eran hombres de origen africado conocidos como “abrecampos” y de “chuntás” mujeres que limpiaban su casa. En aquel tiempo los habitantes del pueblo vivían en extrema pobreza, así que agradecieron la ayuda de María.

Después de esto, las personas quisieron hacer sentir cómodo al chico y para entretenerlo se disfrazaron de españoles. Tenían máscaras con barba, ojos azules y una montera de ixtle que simulaba el cabello rubio de los españoles. El grupo de personas se juntaba “para el chico” y hacían danzas con zapateados divertidos que lo divertían.

En la actualidad, Los Parachicos aún siguen bailando en forma de agradecimiento a esta mujer española que los ayudo en tiempos de hambre y pobreza. Cada año hacen una danza conmemorativa sobre lo acontecido y buscan hacer reír a las personas durante la festividad.



No hay comentarios: