miércoles, 13 de mayo de 2015

UNA LEYENDA SOBRE EL TEQUILA



Respecto al origen del tequila, una vieja leyenda nos relata que hace ya varios siglos unos indígenas de Jalisco se guarecieron en una cueva para escapar a una fuerte tormenta que se solazaba sobre unos campos de agave.

Unos imprevistos rayos cayeron sobre los corazones de las plantas, los quemaron, los almidones se cocieron y surgió una especie de miel.

Un excitante aroma llegó a los habitantes de esa región, quienes tomaron trozos de los corazones quemados y lo saborearon, pues eran sumamente dulces. Uno de los indios dejó un poco del meloso líquido en un jarro y lo olvidó por un tiempo.

Cuando días después regresó a su choza, descubrió que un agradable olor inundaba su casa y que del jarrito salía una especie de espuma blanca.

Curioso, probó ese nuevo brebaje que en seguida le calentó el pecho y le proporcionó bienestar.

Pasado un rato, sentíase ligero, animoso, y alegre. Comunicó su hallazgo a sus compañeros quienes lo probaron y estuvieron de acuerdo en que tan maravilloso líquido era un verdadero regalo de los dioses, específicamente de Mayahuel, la diosa que dio a los indios el pulque.

Una errónea creencia muy difundida respecto al tequila cuenta que el emperador Moctezuma II en una cena ofrecida a Hernán Cortés, le obsequió con una copa de tal bebida.

Creencia que oscila entre la verdad y la mentira como toda leyenda que se precie. Lo que sí es un hecho es que en tiempos prehispánicos el agave  se utilizaba para muchos menesteres, pues ya era conocido por los pueblos mesoamericanos desde hace alrededor de 9000 años.

Con sus pencas se construían techos, se fabricaban agujas, cuerdas y papel, las pencas secas servían como combustible, y con sus cenizas se elaboraba una especie de jabón.

Además, su savia servía para curar heridas y quemaduras, como hasta la fecha se emplea.

Asimismo, el maguey azul usaba para preparar miel y fibras para tejer, de su tronco horneado se obtenía un dulce muy sabroso que en nuestros días recibe el nombre de “mezcal”.

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