viernes, 30 de marzo de 2018

PERMISO




En el proceso que todos asumimos de crecer y madurar, es difícil aceptar a veces nuestra propia humanidad; cuesta enfrentar cara a cara nuestra fragilidad; por tanto, es mucho más complicado en ocasiones, comprender y tolerar los momentos que vive el otro y lo que ha de necesitar.

Es sano permitirse poder experimentar, las emociones que se apoderan del sentir y el pensar, manteniendo el equilibrio, sin dejar de avanzar; no irse a los extremos, ni correr sin frenos, no retroceder, ni renunciar.

Somos libres de enojarnos, cuando algo nos ha de molestar; cada uno es diferente y tiene cosas que le gustan o le van a disgustar, una cosa es el enojo, otra es olvidar, que un momento de ira, se dice mucho sin pensar, se puede destruir en un segundo, lo que durante toda una vida, se quiso construir o cultivar.

Si algo nos dolió, démonos permiso de llorar; si fue por una ofensa, es muy sano perdonar; porque el vivir con el corazón lleno de resentimiento o rencor, no nos dejará en paz; viviríamos con el temor de dar y recibir amor.

Si sufrimos porque un ser que amábamos se fue a otro lugar o murió; hay que enfrentar el duelo que ocasiona el vacío que nos dejó; pero no dejemos que nuestra vida acabe, no nos aferremos al dolor; nuestro corazón sigue latiendo, hay que seguir viviendo y hacer realidad en nosotros el sueño de Dios.

Al fallar o tropezar, es sano permitirse sentir frustración por el error, levantarse, sacudirse el polvo, empezar de nuevo, darse a sí mismo la oportunidad de reconstruir, seguir adelante, hasta lograr llegar a la meta que nos quisimos trazar.

Si sentimos soledad, no aislarnos más; tenemos el derecho de compartir con otros la vida, recibir y dar… Pero si por el contrario lo que buscamos es un espacio para respirar, es sano alejarse un poco, encontrarse consigo mismo y reflexionar; el desierto nos ayuda a estar cara a cara con nuestra propia realidad.


Concedámonos permiso para descansar, el cuerpo no es una máquina, no todo en la vida es trabajar, nos hace falta tiempo para compartir o socializar, darnos la oportunidad de no hacer nada, relajarnos, reír, jugar.

Permiso para expresar lo que sentimos, dejar que salga libremente nuestra afectividad, ser capaces de decir una palabra bonita, acariciar o dejarnos abrazar, permitir que afloren los detalles, suspirar y soñar.

Permiso para hacer de todo un poco, sin que nos dañe o haga daño a los demás, tampoco deformar o acomodar el concepto de moralidad.

Permiso para hacer lo que nos gusta, sin irnos a los extremos, sin olvidar la responsabilidad; lo que pensemos, sentimos, decimos y hacemos, siempre tendrán su efecto en nosotros mismos y en los demás.

Permiso para vivir, reír, llorar, soñar, enojarnos, consentirnos, equivocarnos, perder a veces el camino y de nuevo encontrarlo.

Somos seres Divinos con una experiencia humana, Dios nuestro Padre, Amigo y Creador, así nos soñó, puso en cada uno de nosotros, un toque de su perfección


jueves, 29 de marzo de 2018

LA MISA DE MEDIA NOCHE




En el pueblo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, vivía una señora llamada María Josefina a la que todos los habitantes respetaban mucho. Era viuda y dedicaba parte del dinero que le había dejado su esposo a ayudar a los necesitados que no faltaban. Todos la querían y la consideraban muy bondadosa por actos de caridad.
Doña María Josefina, además de buena y caritativa era muy piadosa y todos los días acudía a la muy antigua iglesia del Carmen a oír misa a las cinco de la mañana. Cuando salía de su casa procuraba no hacer ruido al abrir el gran portón para no despertar a su criado, pues éste era ya un anciano enfermizo y débil. Ella sabía que cuando regresara de la misa en la mesa del comedor encontraría un sabroso chocolate y ricos panes para desayunar que su empleado solía prepararle todos los días.
En cierta ocasión a María Josefina la despertaron las campanadas de la iglesia que anunciaban el comienzo de la misa. Al escucharlas la mujer se apresuró, pues se dio cuenta que llevaba un poco de retraso. Rápidamente se vistió y salió de la casa con su Biblia y su rosario en la mano.
Al llegar a la iglesia la dama ocupó su sitio habitual que se encontraba en la parte posterior y esperó a que diera comienzo la misa, mientras tanto se puso a leer la Biblia. Sin embargo, un extraño silencio hizo que la mujer dejara su libro y levantara la cabeza para ver lo que pasaba en la iglesia. Al momento se dio cuenta que todos los que estaban sentados delante de ella carecían de cabeza. Este hecho insólito la llenó de terror.
De la boca de la asustada mujer salió un gemido de pánico y angustia. En eso dio comienzo la misa, el padre salió y se colocó frente al altar. ¡Cuál no sería la sorpresa de la mujer cuando se percató que el sacerdote tampoco tenía cabeza! En ese momento María Josefina sintió una mano que le tocaba el hombro, volteó y vio los hábitos de un fraile, fue alzando la cabeza y ¡horror! El fraile tampoco tenía cabeza… y sin embargo escuchó que le decía: ¡Querida señora, esta misa no es para los vivos, es una misa para los muertos!
Aterrorizada, la mujer asintió con la cabeza y se apresuró a salir de la iglesia. Pero no podía salir de prisa porque sentía el cuerpo muy pesado, como si no le obedeciese. Cuando por fin logró llegar a su casa y empezaba a abrir la puerta, escuchó las campanadas del templo indicando que era la medianoche.
Así pues, desde entonces nadie se atreve a ir a las doce de la noche a la misa. Cuando las personas escuchan las campanadas anunciando la misa de doce, echan a correr hacia sus hogares temerosos de participar en una misa dedicada solamente a los difuntos quienes además carecen de cabeza… vaya usted a saber por qué


viernes, 23 de marzo de 2018

COMO SABER LO QUE ES REALMENTE IMPORTANTE




Muchas veces cometemos errores, porque no logramos descubrir lo que es realmente importante.

Se le culpa de esto a los jóvenes, porque consideramos se dejan llevar por los impulsos; pero hay adultos que disfrazan su conciencia, para sentir que lo que hacen es lo mejor, aún sabiéndolo que no es así.

Bien lo dice el evangelio: "Dónde está tu tesoro, ahí está tu corazón"... mi pregunta es: ¿En qué cosas o personas se pone el corazón?

A veces creemos que lo importante es lo que nos causa placer o es para beneficio propio aunque pase por encima de muchas cosas.

Es fácil justificarnos y estirar la conciencia, acomodándola a nuestros actos.

Con el paso del tiempo y mientras vivimos, nuestros actos, nuestro ser de persona, va adquiriendo responsabilidades y compromisos que hay que cumplir a cabalidad.

Los derechos van de la mano con los deberes... si cumplimos nuestro deber, tendremos derecho a reclamar lo que merecemos y/o necesitamos.

Hay derechos gratuitos, se nos dan por el solo hecho de estar vivos y ser seres humanos hay derechos que se ganan de acuerdo a lo que somos y hacemos.

Por ejemplo, una mujer que se casa, adquiere compromisos como Madre, que van por encima de todo lo demás, porque tienen hijos que depende de ella, lo mismo los padres.

Una persona que estudia y alcanza una profesión, tiene derecho al trabajo, pero a la vez el deber de cumplir éticamente y a cabalidad su misión, dentro de su profesión.

¿Qué es lo que es realmente importante para nosotros? ¿acaso las cosas materiales, las fiestas, la diversión, el placer y los beneficios propios? ¿ o aquello que de verdad depende de nosotros porque hacen parte de nuestros compromisos o tienen un valor grande en nuestra vida?

¿Y Dios? ¿En qué lugar lo tenemos? ¿le damos el lugar que se merece en nuestra vida?

Pienso que lo primero es saber responder a nuestros deberes como ser humano, como católico, como hombre y/o mujer, como profesional y todos los que hemos adquirido.

A cada uno se nos han dado dones y talentos para que a lo largo de nuestra vida los cultivemos y los multipliquemos, y eso se logra si los trabajamos responsablemente y los ponemos al servicio de los demás... a lo largo de ese proceso, se pude disfrutar de ellos y defender los derechos que hemos adquirido.

Cómo cuesta entender esto y descubrir lo que realmente es primordial.

Nos dejamos llevar por las necesidades del cuerpo, por el placer, por aquello que nos aumenta nuestros beneficios.

Tratemos de ver las cosas con los ojos de Dios; descubramos los dones y talentos que se nos han dado y trabajemos por multiplicarlos, no para beneficios propios, sino para ponerlos al servicio de los demás y devolverlos a Aquel que nos lo dio, que es realmente el dueño.

Pensemos en lo que es realmente importante, pues hay muchas personas que necesitan de nosotros y no les estamos dando el lugar que merecen.

¿Cuáles son tus tesoros? ¿Qué es lo que realmente tiene importancia para ti?

DONDE ESTA TU TESORO AHÍ ESTA TU CORAZÓN eso nos dice el Señor.


jueves, 22 de marzo de 2018

EL VELO DE NOVIA




Valle de Bravo o Temascaltepec, como es su nombre en lengua náhuatl, es un pueblo que se encuentra en el Estado de México. Se fundó en el año de 1530, por sacerdotes franciscanos. Su nombre es una mezcla de dos apelativos: San Francisco del Valle y del nombre del general Nicolás Bravo, héroe de la Independencia.

Cerca de esta población se encuentra localizada la cascada más gran del Estado de México llamada Velo de Novia, porque asemeja un enorme velo de nupcias. Por supuesto que con ese nombre tan poético, la dicha cascada no podía carecer de una hermosa leyenda que a continuación relataremos.
Hace ya mucho tiempo, en los inicios de la época colonial, vivían en Temascaltepec una bellísima muchacha de la etnia mazahua, quien estaba profundamente enamorada de un chico blanco descendiente de españoles. Ambos se gustaban y se querían y entre sus planes amorosos estaba el de casarse por la iglesia, según sus creencias.
El joven enamorado tenía una amiga del alma de la infancia, la cual estaba profundamente enamorada de él, sin que lo supiese. Al saber de su romance y de los planes de matrimonio de la pareja, sintió una terrible envidia y unos terribles celos verdes la acometieron. Odió a la joven india con todas las fuerzas de su alma. En su tristeza optó por hablar mal de la niña mazahua, con el propósito de desprestigiarla ante los ojos del amigo de su infancia. Sin embargo, éste no la tomaba en cuenta y ni caso le hacía.
La noche anterior al matrimonio la amiga le dio al españolito un té que le puso a dormir inmediatamente. La mujer lo traslado al dormitorio, le acostó en la cama y se metió desnuda con él.
Al día siguiente, la novia esperaba en la iglesia la llegada de su prometido que se hacía esperar. Parada frente al altar y desesperada por su tardanza, la muchacha decidió ir a buscarlo a su casa y le encontró en la recámara acostado en la cama junto con su amiga. Al ver tan terrible escena, salió corriendo con lágrimas en los ojos y completamente desilusionada de su novio, hasta que llegó a la cascada de Tenango y se lanzó al vacío. El largo velo que llevaba se le atoró en una roca, y ella siguió cayendo y golpeándose hasta que llegó al agua completamente muerta.
Horas más tarde, el novio despertó y se dio cuenta de lo que había pasado, pues no faltó quien le fuera a avisar que su querida novia se había suicidado. Corrió como loco y llegó al lugar. Al ver hermoso velo atorado en una roca lo tomó entre sus manos y el velo se desgarró formando una bellísima cortina de agua.
El hombre se encontraba destrozado y duró varios días en el macabro sitio llorando por su amada, Desesperado y sintiéndose culpable, en un momento de locura se arrancó el corazón y lo lanzó al precipicio. Cuando el corazón cayó se convirtió en una roca y la sangre que brotaba del cuerpo del hombre formó un salto de agua que siempre golpea a la roca-corazón. Así se comunica con su amada y le hace saber que siempre la amará por los siglos de los siglos, que nunca la engañó y que todo fue parte de una espantosa maquinación por parte de su mal amiga.




miércoles, 21 de marzo de 2018

POR QUÉ O PARA QUÉ




Ante ciertos acontecimientos de la vida, inesperados quizás, cuando sentimos que algo dentro de nosotros se nos desestabiliza, porque las cosas toman un rumbo diferente al que queríamos tomar, lanzamos un grito desesperado al cielo, queriendo encontrar respuesta a nuestro clamor: ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Qué es lo que he hecho tan mal para que así me tengan que castigar?. No le encontráramos sentido a lo que somos y hacemos, y ni siquiera nuestro vivir.


Entendemos, vamos arrastrando cada paso que damos, y hasta de nuestra suerte nos lamentamos, por eso muchas veces cuando nos preguntan que cómo estamos, simplemente respondemos: "Como Dios quiere, sobreviviendo, ahí vamos"…

Si somos Padre o Madre de un niño especial; o si acaso poseemos alguna característica diferente o una enfermedad, si nos toca estar lejos de los que amamos, si sentimos que carecemos de lo que soñábamos tener, nos agobia la rutina, nos pesa la propia vida, vivimos cada día con lo que ha de venir, siendo como veleros sin rumbo, que se dejan llevar…

El preguntar ¿POR QUÉ? surge cuando buscamos una razón a lo que sentimos se nos ha impuesto y nos toca aceptar; queremos que se nos justifique aquello que asumimos simplemente porque no lo podemos cambiar… el PARA QUÉ, implica búsqueda de un sentido, querer trascender la situación, construir con ello un proyecto de vida, que nos ayude a ver todo desde otra visión y poderlo transformar así en la más bella misión.

Cuando no sabemos para qué hemos nacido, todo se nos convierte en rutina, el trabajo es una obligación que toca realizar, para poder subsistir… aún el existir no inspira ninguna motivación y decimos que vivir es sinónimo de sufrir …

Sin amor, nada de lo que hagamos tiene valor; de ahí esta frase que nos impulsa a sentirnos motivados por ese sentimiento que a todo le pone otro color: "No hagamos nada a la fuerza, hagamos todo con la fuerza del amor".

El hacer solo por hacer, el hacer sin sentir, con lleva simplemente a cumplir o sobrevivir; esto se refleja en las respuestas que damos a los acontecimientos de la vida diaria, a los porqués o para qué que con frecuencia buscamos; de la manera como lo afrontemos se convierte en rutina o ideal, de nosotros depende transformarlo o deformarlo.


martes, 20 de marzo de 2018

LAURA




La ciudad de Saltillo es la capital del estado de Coahuila de Zaragoza. Esta ciudad es famosa por su producción de pan de pulque y por sus multicoloridos sarapes que son toda una belleza. El origen de su nombre es un tanto oscuro. Para algunos estudiosos de la filología su nombre proviene del chichimeca y significa “tierra alta de muchas aguas”; para otros, proviene del nombre dado a un salto de agua, a cuyo pie se fundó la inicial villa, a finales del siglo XVI, gracias a un portugués llamado Alberto del Canto, quien la llamó Villa de Santiago de Saltillo.
Varios siglos después en esta misma ciudad, vivía una muchacha llamada Laura que era un tanto cuanto vanidosa y le gustaba tomarse fotos en un espejo de su recámara. Una cierta noche, después de haberse sacado una serie de fotos frente al espejo de su coqueta, ya cansada se metió en la cama para dormir, y lo hizo profundamente.
En la madrugada empezó a caer una fuerte lluvia y un trueno despertó a la muchacha e iluminó la recámara por unos cuantos segundos. Tiempo suficiente para que Laura viera en el espejo a una serie de personas sin cara, pero a pesar de lo cual tenían los ojos fijos en ella. Esas terribles miradas le produjeron un miedo cerval y se le puso la carne de gallina. A pesar de su miedo la chica se quedó de nuevo dormida, pues se encontraba muy cansada.
A la mañana siguiente acordándose de lo que había visto Laura decidió quitar el espejo de su tocador. Al llegar la noche, de acuerdo a su costumbre, la mujer decidió tomarse las fotos, pero esta vez en el espejo del cuarto de baño. Al terminar, decidió lavarse las manos en el lavabo; cuando iba a abrir el grifo del agua caliente, éste se abrió solo y salió un tremendo vapor que empañó el espejo. Laura se asustó mucho y deseó correr con todas sus fuerzas, pero sus músculos no le obedecieron y se quedó clavada frente al lavabo. De repente, al ver el espejo vio que sobre el vapor que le cubría aparecían estas extrañas palabras: ¡Laura, mujer vanidosa, regresa el espejo a tu cuarto, pues nosotros extrañamos verte cuando te tomas fotografías y cuando te encuentras dormida en tu cama!
Laura casi se vuelve loca del susto por el terrible letrero que le habían escrito entes del más allá.



viernes, 16 de marzo de 2018

COMO LO PIENSES




Si piensas que no puedes; seguro no podrás. Si piensas que te duele; la herida no sanará. La fuerza está dentro de ti, y sólo tu si lo deseas, PUEDES SUPERARLO.

Si te detienes a pensar que hay calor; no dejarás de sudar. Si piensas que tienes hambre, hasta tu estómago podrá hablar, si sientes que se apodera de tus huesos el frío, no pararás de temblar Si te quedas en cama contemplando la enfermedad; no vas a sanar. Si recuerdas a cada instante la palabra que te hirió; no aprenderás a perdonar. Porque como lo pienses, así será.

Si crees que ya no puedes hacer más; no lo harás. Si piensas que es imposible de alcanzar; no lo realizarás. Si te sientes aburrido o deprimido, la nubecita gris no se apartará. Como lo pienses, así Será.

Si culpas a Dios de lo que ha de pasar, tu fe se debilitará. Si te detienes a mirar el reloj para ver el tiempo pasar; sentirás que se detendrá. Si dejas de soñar, perderás la ilusión y la rutina se apoderará de ti.

Si recibes las miradas de otros, como burlas o críticas; te opacarás. Si sientes que te vas a equivocar o te saldrá mal; fallarás de verdad. Si no te logras a ti mismo perdonar, te autodestruirás, Porque como lo pienses, así será.

Piensa en grande y tus obras crecerán, trata de descubrir lo mejor de los demás, y sentirás que tu vida con ellos se enriquecerá. Contempla en ti la perfección de Dios, y tu autoestima nunca decaerá. Vive cada día como una nueva oportunidad, y tu ilusión jamás perderás.

Piensa que puedes hacerlo, y lo harás. Siente que eres capaz de perdonar, y perdonarás. No dejes de soñar, y tu fuerza no perderás. Cree siempre que puedes y podrás.

Mírate en el espejo y descubre tu belleza interior, y sentirás que no necesitas la moda ni tener que imitar para descubrir en ti el inmenso valor que te ha de adornar. Como veas la vida así será; como lo pienses, lo harás; porque Dios al
crearte te dio libertad.

Siente y piensa que cada cosa y momento es muestra del inmenso Amor Dios te ha de profesar; estoy seguro, que en tu corazón siempre habrá paz,
y pase lo que pase, experimentarás la verdadera felicidad.


jueves, 15 de marzo de 2018

LA ESCALERA




En la Ciudad de México, en el último piso de un antiguo edificio de cinco pisos, vivía una señora que te tenía un esposo, dos hijos y una hija. El padre de familia enfermó y la mujer quedó viuda. Como se sentía muy sola inició relaciones con un hombre que llevó a vivir a su casa. Al principio todo iba de maravilla. El amante era bueno con los niños y todos estaban contentos. Sin embargo, no todo era perfecto, ya que el hombre era alcohólico y cuando agarró confianza empezó a beber en demasía.
Entonces todo se convirtió en un infierno, porque el tipo se emborrachaba todos los días y golpeaba sin piedad a su querida y a los tres hijos. La hija menor, la preferida de la mujer, trataba de detener al bruto que maltrataba a su madre y a sus hermanos, pero nada conseguía, pues el señor era grande y muy fuerte. Esta situación de alcohol, golpes, groserías y malos tratos tenía ligar varios días a la semana.
Como el tipo tomaba tanto no había trabajo que le durara, por lo cual la situación económica de la familia era sumamente precaria, y lo poco que ganaba se lo gastaba en bebidas en su cantina favorita, donde no faltaban amigos que lo convidaran a beber.
En una ocasión, el borracho estaba sin un centavo y con unas ganas locas de beber. En su desesperación arremetió como nunca contra su amasia: la golpeó y la pateó. La niña como pudo trató de detenerlo, pero lo único que logró fue que le pegase con mayor saña, como nunca antes lo había hecho. La madre, desesperada, le rogaba que se detuviera, pero mientras más suplicaba más se ensañaba el borracho. Estaba tan furioso contra la pobre niña que defendía a su madre que en un arranque de odio infinito tomó a la criatura en sus brazos y la arrojó por la escalera.
La pequeña murió inmediatamente y la madre la tomó en sus brazos llorando desesperadamente. Al ver lo que había sido capaz de hacer, el asesino trató de huir, pero al final no lo hizo, sino que tomó una cuerda y se ahorcó en una viga de la recámara. Pasados los funerales, la familia restante decidió irse del departamento.
El fantasma de la niña se quedó por siempre en la escalera: va vestida de negro y siempre sonríe. Se convirtió en un espíritu bueno, pues cada vez que alguien sube la escalera lo acompaña, cuidando que no vaya a dar un mal paso y se caiga y muera. Si alguien llega a trastabillar, inmediatamente la niña le ayuda a recobrar el equilibrio para que no caiga y se mate.


martes, 6 de marzo de 2018

¿PORQUÉ QUIERO A MI PERRO?




Que por qué quiero a mi perro, me suelen a veces preguntar.

A lo que respondo de una vez: “Porque sabe amar sin razonar”

Los perros aman a su amo y si es necesario, dan la vida por él, no piden nunca nada a cambio, están siempre ahí, aunque se les pueda ignorar.

No se fija de las apariencias, no le importa si grande o pequeño soy, simplemente me ama, porque existo y algo de cuidado le doy.

Reconoce mi voz y mis estados de ánimo, me siente venir cuando nadie me ha visto, permanece fiel aún sin pensarlo; por ello lo da todo sin condición.

El ser humano lo razona todo, y por pensar tanto limita lo que da, se detiene ante la persona que encuentra, la mira de pies a cabeza, y a veces no conoce lo que significa la fidelidad.

El animal al que le das amor, te responde con mucho más. El ser humano al que le das amor, le da miedo recibirlo, porque no confía ni en sí mismo y le teme al dolor.

Las personas limitan lo que dan, lo miden todo, aún lo que reciben de los demás; mi perro simplemente me ama por ser yo, no me pide más de lo que le doy, no le importan mis errores y debilidades, solo quiere estar ahí a mi lado, por si lo he de necesitar.

Podría darles mis razones más, por las que quiero a mi perro, los animales aman porque sí, es el toque de Dios en ellos cuando los quiso crear; todo lo que hizo Dios habla de su amor, porque es lo que a cada una de sus criaturas quiso regalar; a nosotros hombres y mujeres nos dio algo más, la razón y la libertad; pero a veces no sabemos usarla, por eso limitamos el amor y no sabemos ser felices de verdad.

¿Por qué quiero a mi perro?... porque aunque parezca increíble, aún sin que sepa hablar ni pensar, me enseña lo que es realmente Amar y me ayuda a conocer el verdadero significado de Fidelidad.


lunes, 5 de marzo de 2018

LA NIÑA DE LA PELOTA ROJA




La ciudad de México cuenta con un aeropuerto cuyo nombre completo es Aeropuerto Internacional Benito Juárez que se encuentra localizado en la zona metropolitana del Valle de México, situado en el pueblo de Peñón de los Baños y rodeado de zonas urbanizadas.
Este aeropuerto cuya historia se inicia en el muy antiguo Aeródromo de Balbuena en 1911, cuenta con una leyenda que ha corrido de boca en boca por la ciudad y otros lares más alejados.
Hace ya muchos años, en el aeropuerto de la Ciudad de México tuvo lugar un nefasto accidente cuando un avión comercial, debido a la terrible neblina que había, efectuó un aterrizaje en una pista equivocada, que por cierto se encontraba cerrada debido a que la estaban arreglando. Había en ella maquinaria pesada y un enorme camión de volteo, contra el cual el avión se estrelló. En el horrible accidente murieron setenta y dos personas que iban en al aparato.
A partir de entonces, trabajadores del aeropuerto, visitantes y viajeros aseguran que se ven los fantasmas de las personas muertas en el accidente, las cuales deambulan por la famosa pista y aun por otros sitios del aeropuerto. Se les ve pálidos, perdidos, andrajosos y llenos de sangre y con partes del cuerpo amputadas y purulentas. Caminan entre las personas y de repente desaparecen dejando aterrados a quienes los ven.
Entre estos horripilantes fantasmas puede verse el de una niña de alrededor de siete años de edad. Siempre lleva consigo una pelota roja con la que juega haciéndola rebotar. A diferencia de los otros fantasmas que no le dirigen la palabra a nadie. Esta pequeña se suele comunicar con las personas que la ven. Se acerca a ellas y les pide que le aten las agujetas de sus zapatos. Cuando alguien empieza a amarrárselas, la niña súbitamente desaparece sin dejar rastro, hecho que ocasiona un terrible susto al solicitado, del cual tarda cierto tiempo en reponerse, si es que lo logra.
A la niña le gusta aparecerse en el cementerio de aviones, en los pasillos de acceso a las salas de espera, en las tiendas donde los viajantes suelen comprar recuerdos de última hora. En fin, la niña de la pelota roja anda por todo el aeropuerto. Nadie sabe cómo se llama ni con quién se encontraba en el avión. Sólo se sabe que está muerta.
Los videos del aeropuerto han logrado captarla en muchos de los sitios mencionados, y se les puede ver accediendo a internet.


viernes, 2 de marzo de 2018

CELEBRANDO LA VIDA




Hay quienes dudan de la existencia de Dios, o no logran experimentar en su propio ser el inmenso amor que El nos ha de manifestar, desde el primer instante en que abrimos los ojos al mundo, en los momentos de luz y en los que creemos estar en oscuridad; El sabe revelarse en lo más pequeño y sencillo que muchas veces pasa desapercibido a la humanidad y muchas veces aquellas situaciones en las que parece que Dios a nuestro lado no está; es cuando nos lleva entre brazos, aunque no lo veamos ni lo podamos tocar.

Mientras los médicos decían que en mí cualquier cosa podría ser muy delicada y que quizás no viviría más de diez años; El le ha mostrado al mundo que soy más fuerte de lo que piensan y que ya hoy se cumplen de mi existencia 36 años y aún me faltan muchos más. Y muchos no creían que yo pudiera caminar; hoy aunque no corro con agilidad, doy pasos cortos con pisadas firmes que dejan huellas en los corazones que a mi paso me he de encontrar, además; a través de
mis letras traspaso fronteras y recorro más lugares a los que muchos jamás pensarían poder llegar.

Aunque vivo en un mundo donde al parecer todo está colocado muy alto para mí; he podido alcanzar lo que hasta ahora me he propuesto, porque mis sueños son la silla más grande a la que me podido subir hasta las estrellas tocar; y he aprendido que no hay nada imposible para el que cree en sí mismo y en la fuerza que el Amigazo sabe dar por ello, he sido capaz de ir logrando mis más grandes sueños desde lo más pequeño que puedo realizar; aprendí a caminar cuando muchos no creían que lo podía lograr; puede terminar mi escuela, aunque hubo un tiempo en que realmente pensaba en todo, menos en estudiar y mientras fallaba muchos dudaban que lo podía lograr; pero me propuse terminar mis estudios, y lo hice con excelentes resultaron que demostraron una vez más la grandeza de Dios escondida en mi pequeño ser.

He vivido toda clase de momentos, como el resto de la humanidad, de abundancia y de desierto, de luz y oscuridad, de compañía y soledad, de realización y frustración, de tristezas y alegrías, de miedos y seguridad pero nunca me he rendido ni he abandonado el camino y no he hecho otra más que vivir intensamente para poder hacer realidad el sueño de Dios en mí.

Imposible olvidar los sueños realizados, como aquella vez que quise conocer a esos chiquillos que cantaban y actuaban en la TV las historias que dirigían y escribían dos maravillosos seres; fui una más de un millón de sus fans, y me propuse hacer que ellos supieran que yo existía en verdad y que la magia que me transmitían me daba fuerzas para soñar; y aunque para muchos parecía imposible; tarde que temprano, pude alcanzar esa estrella, dar mi testimonio en la TV y estar al lado de quienes algún día creí imposible de alcanzar y que hoy son mis grandes amigos y siento que con mi vida mucho les he podido aportar

Me dije otro día, daré mi testimonio en la radio, en revistas, en periódicos, traspasaré fronteras, todos conocerán a un alma gigante que Dios ha escondido en un cuerpo pequeño, para mostrar su perfección en lo que a simple vista se ve demasiado imperfecto; y poco ha poco he ido logrando lo que me he propuesto; tuve programas de radio, he publicado mis escritos en revistas, en periódicos, en muchas páginas en las que aparecen mis letras para regalar a la humanidad un poco de fe y esperanza, una luz en medio de la oscuridad qué puedo decir ante esto, no soy yo, es Dios que se goza haciendo realidad su sueño en mí…

Visité la basílica de la Virgen de Guadalupe, mi morenita de Tepeyac; desde niña soñé con ir al Santuario de mi Madrecita del cielo, la que me enseñaron a amar cuando me lancé a luchar por poderme superar desde Colombia hasta México, nunca lo imaginé, siempre lo soñé y lo pude realizar…   

He intentado ir contra corriente, queriendo enseñar al mundo a creer en lo que nadie cree; quien pensaría ver a alguien tan pequeño de 1,20 de estatura,  jugar baloncesto con agilidad, sin dejarse quitar la pelota y aportarle su granito de arena a su equipo para que pudiera ganar; quién creería tener una maestra más pequeña que las niñas de 1 y 2 grado a las que le suelo enseñar, a tal punto que
utilizo una escalerita para el pizarrón poder alcanzar hay quienes les hace falta creer en sí mismo, en Dios y en los demás; yo he querido dar testimonio que con Fe todo se puede lograr. Cuando intento releer y hacer memoria de los mensajes que recibo como eco a lo que escribo, y encuentro que en cada uno de ellos, algo de mí he podido dejar; pienso: estoy dejando huellas en este universo, aporto algo de mí para que la grandeza del Amigazo Dios se pueda manifestar desde mi pequeñez El se ha manifestado, desde mi humanidad y fragilidad, El ha demostrado que su amor es la mayor fuerza que nos ha dado; para no rendirnos nunca, para no dejar de luchar; para aprender amar cada día esta vida que El nos ha de regalar.

Hoy como ayer no pienso en lo que he carecido, ni en lo que otros tienen y que yo no poseo; hoy hago inventario de todo lo que en 36 años he recibido, la familia tan hermosa que tengo, mis más grandes y sinceros amigos, los dones que intento compartir para armonizar el universo, mis pasos y tropiezos con todo lo que de ellos aprendo, mis sueños, las bendiciones que redescubro y las que aún tengo escondidas y que se me revelaran a su tiempo. Hoy, lucho por hacer de las desventajas grandes ventajas, sé que crezco en la medida que con mi vivir hago crecer a los demás; he descubierto también que desde abajo se ve más la grandeza del cielo, y que puedo realizar mis más grandes sueños de lo más pequeño

Hoy celebro la vida como el Don más preciado que me ha dado Dios; El así tal y como soy me ha soñado, me ha demostrada a cada instante que me ha amado, que en mí ha confiado y que nunca solo me ha dejado Hoy siento que aun tengo mucho por hacer, que hacen falta muchos más sueños por realizar, más fronteras por traspasar, mas letras que escribir, más fe, esperanza y paz que contagiar… hoy me doy cuenta que dentro de un año celebraré otro cumpleaños más; y vendrán muchos otros porque Dios espera demasiado de mí, El me ha hecho pequeña para cosas grandes lograr, El quiere seguir manifestando en mí su perfección, El sueña con verme florecer alto donde me ha sabido
plantar.

Hay quienes no aman la vida o no saben para qué han sido creados… es necesario aprender a descubrir en uno mismo el sueño que el Amigazo quiere realizar; experimentar el inmenso amor que sabe manifestar y que a cada una de sus criaturas El da

Gracias Dios mío por pensar en mí, por darme la oportunidad de existir y de poder hacer con mi vivir tu sueño realidad…

jueves, 1 de marzo de 2018

EL GALLITO QUE RESUCITÓ




Luis Maldonado vivía en San Luis Potosí y estudiaba en la Facultad de Letras. Como destacado estudiante era apreciado por todos sus compañeros y conocidos, además de que escribía muy bien y hacía unos excelentes poemas. Pertenecía Luis a una familia de la clase media alta. Un día, conoció a una muchacha llamada Eugenia y se enamoró de ella. Empezaron un romance apasionado. Él se encontraba en la gloria, pues era el amor de su vida, y le escribía muchos poemas a su amada, quien los recibía con beneplácito.
Pero un día Eugenia abandonó a Luis, se casó con otro hombre y se fue a vivir a otro estado. Luis quedó devastado ante la traición de su adorada y se dedicó a la bebida. Iba de cantina en cantina completamente descuidado de su persona. Su físico y su mente empezaron a deteriorarse de tanto alcohol como consumía. Todos los días salía de las cantinas a altas horas de la noche completamente beodo.
Como es natural su familia estaba muy preocupada. Un día el pobre de Luis cayó enfermo y su familia le cuidó, se recuperó, pero poco después su hermana le encontró muerto en la calle de puro borracho. Como ya era muy noche y no podían sepultarlo, sus familiares dejaron su cuerpo en un ataúd en un panteón llamado El Descanso, para poder enterrarlo al día siguiente.
En la madrugada, cuando la familia se encontraba en su casa durmiendo, escucharon fuertes toquidos en la puerta de la residencia. El padre preguntó a través de la puerta que quién llamaba a esas horas de la noche. Se escuchó una voz que decía: – ¡Soy yo padre, ábreme que tengo frío! El padre, muy enojado, mandó a paseo al tío que se atrevía a gastar broma tan de mal gusto. – ¡Ábreme, ábreme que soy yo, Luis! Insistía la voz.
Por fin,  abrieron la puerta y vieron que efectivamente se trataba de Luis, al que sus conocidos apodaban El Gallo Maldonado. Había regresado de la muerte. Desde entonces Luis sufrió un cambio tremendo en su persona: se vestía estrafalariamente, se tocaba con un carrete viejo y roto del que asomaban unos sucios pelos, el pantalón le quedaba corto y el saco enorme. Se convirtió en un vago educado y poeta, que cuando veía a una pareja de enamorados les dedicada un hermoso poema. Todos los que le veían sentía afecto y tristeza por él, pero nunca se burlaban, aunque seguía bebiendo en demasía.
El Gallo Maldonado se convirtió en un personaje de su ciudad. Un cierto día, el Gallo Maldonado desapareció para siempre. Nunca nadie supo más de él. Sin embargo, dice la leyenda que muchos enamorados nocturnos se lo han encontrado y Luis, convertido en fantasma y romántico como siempre, les dedica un bello poema a sus amores. Pero solamente se les aparece a los verdaderos enamorados, a aquellos que se quieren para siempre.