miércoles, 29 de mayo de 2019

SI VEMOS TODO PEQUEÑO




Así como vemos la vida, así la vivimos. Si en los momentos de dificultad, percibimos todos los caminos oscuros, nunca encontraremos la claridad... Y como asumimos nuestra vida, así igual pretendemos que los demás, la vivan.

Una persona que vive en amargura y todo lo ve mal; así mismo, refleja eso a los otros, y es lo que se percibe cuando se está a su lado. Por otro lado, solo vemos en quienes nos rodean, lo que nosotros mismos proyectamos, y hasta les reprochamos sus debilidades, que terminan siendo las mismas nuestras. 

Si ante cualquier problema nos sentimos perdidos. Si no sabemos nunca perdonar. Si vemos solo lo negativo de cada momento, persona y ocasión, entonces no sabemos ver la vida con los ojos de Dios, y por ello no logramos hallar la paz y la alegría que tanto anhelamos.

Si vemos todo pequeño, nos sentimos igual, si vemos que nada tiene valor, es porque ni nosotros mismos nos valoramos, así como vemos la vida, así reflejamos la nuestra.

No existen personas limitadas, existen seres que todo lo limitan, y que se sienten así mismo limitados.

La experiencia de Dios, va más allá de decir yo creo y tengo Fe en El. Quien en su vida se siente amado por el Creador, ve la vida con otro color; sabe percibir luz en medio de la oscuridad, lucha en descubrir solo dones y valores en los demás, y esto le enseña a amar y perdonar con libertad.

El que ve la vida con los ojos de Dios, no se rinde, aprende de cada momento que vive.

Es un año nuevo, y tal vez sintamos que las cosas no cambian, que las personas actúan igual; hay que tener presente que nada cambia, somos nosotros los que debemos trabajar por transformarnos, renovar nuestra vida, verla con ojos nuevos, para que sintamos que todo a nuestro alrededor es diferente, especial.

Recuerda, así como vivimos la vida, así la vemos reflejada en los demás.

No veas la vida con los ojos de los hombres, que todo lo limitan, que se fijan solo en apariencias y en lo material, todo eso pasa, y al final nada queda, solo vacío, tristeza y soledad. Mira la vida con los ojos de Dios, que sabe descubrir en todo belleza, que pone en cada cosa Amor, para el todo es perfecto, porque
hace parte de su creación.

Algo más: Solo se puede ver bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.

UN MONSTRUO




Se dice que en el año un animal tipo monstruo bajaba de la malinche hasta puebla y se comia a los niños y se los robaba, luego un dia  el animal se llevo a la hija de un señor rico y un joven fue a rescatarla o no se si lo espero en la noche pero lo mato y se caso con la hija del hombre rico a quien rescato.

LOS DEFECTOS



"NUESTRAS VIRTUDES MOLESTAN MÁS... QUE NUESTROS DEFECTOS"

sábado, 25 de mayo de 2019

PURIFICAR



"HAY QUIEN TODO LO ENTURVIA... PERO HAY QUIEN LO PURIFICA"

PARA VIVIR EN PAZ




En esa búsqueda de la paz interior, con la que todos solemos soñar; nos enfrentamos a heridas que no han sido sanadas, vacíos que no sabemos como llenar; historias sin terminar, a las que les hace falta un final; rebujos escondidos que pretendemos olvidar, para que su recuerdo no nos duela ni nos haga llorar; todo esto nos exige saber perdonar, tener la sabiduría para vivir cada día, como una nueva oportunidad que se nos regala para reparar, recuperar, saldar, curar; a fin de que podamos recordar, pensar, escudriñar nuestras entrañas, sin nada que ocultar ni lamentar.

Es la grandeza de la reconciliación, en toda su dimensión; es la magia que nos ofrece cuando la experimentamos sin reservas y sin condición, la paz en su plenitud se alcanza, cuando reconocemos con humildad que es necesario aprender a pedir perdón y de igual modo a perdonar. Para ello es necesario liberarnos de todo aquello que nos esclaviza a sentimientos y pensamientos que no nos dejan avanzar.

Perdonar a Dios, no porque El haga las cosas mal, sino porque le culpamos de lo que pasa en el mundo, aún de los errores que a diario comete la humanidad. Hay quienes enfrentan luchas campales con El y hasta dudan de su existencia, porque no encuentran respuesta a la enfermedad, tragedia, fracaso y dolor. Es necesario perdonarlo en nuestro interior por aquello que no entendemos el por qué nos ocurrió; por los seres amados que hemos perdido, por los momentos
difíciles que hemos vivido; por todo lo que le acusamos y de nuevo le condenamos, cuando El, por saldar todas nuestras deudas, con su vida su amor nos ha entregado.

Perdonarnos a nosotros mismos cuando fallamos, porque nos convertimos en verdugos de nuestra propia humanidad, nos minusvaloramos y pisoteamos cuando nos equivocamos, y hasta creemos que todo lo malo que pasa a nuestro alrededor es culpa nuestra: divorcios, muertes, pérdidas, caídas, propias o de los seres que hemos amado. Ante nuestras caídas, hay que levantarnos, continuar y no dejar nunca de soñar.

Y lo más difícil quizás, perdonar a los demás; sanar esas heridas que nos han causado, hasta aquellas de la cual hemos dicho: la vida nos ha destrozado; abandono, desamor, traición, olvido, violencia física o verbal, vacío y soledad, tanto dolor que creemos imposible de borrar. Mientras vivamos con ese resentimiento y rencor, no alcanzaremos la paz del corazón; no nos hace menos el ofrecer o pedir perdón, por el contrario, dignifica nuestro ser y da testimonio de nuestra inmensa capacidad de amar. Perdonar no es olvidar, hay momentos y personas que no se pueden de la mente borrar; perdonar es recordar sin dolor, es poder mirar a los ojos de quien nos hizo daño y no sentir odio ni rencor, ser capaces de orar por su paz interior; porque no puede vivir tranquilo aquel que causa dolor.

Perdonando, no nos atormentará más el pasado, ni el futuro nos llenará de temor; recobraremos nuestros sueños, repararemos cada rincón del alma que había sido destruido, podremos sonreír en libertad, aún llorar en paz… El perdón nos devuelve la esperanza, nos hace creer de nuevo en el amor y la amistad, fortalece nuestra fe, nos ayuda a sentir que todo es posible, que cada día se nos regala una nueva oportunidad.

Cómo juzguemos seremos juzgados; por nuestra humanidad, siempre habrán momentos en los que nosotros también hemos de fallar; quizás sin darnos cuenta a otros hemos herido y hasta nos hemos equivocado; hay que saber reconocer y aceptar nuestra fragilidad; ser capaces de pedir perdón, sobre todo de perdonar. No esperemos a que el otro de el primer paso, quizás se nos acabe la vida esperando. No renunciemos al perdón diciendo que hay heridas tan grandes que son imposibles de perdonar; hay que tener presente que cuando hay amor todo se puede, el amor todo lo puede, y el perdonar demuestra la capacidad de amar. De nadie más depende, en nuestras manos está la decisión, de perdonar y vivir en paz, o de atormentarnos con el odio y resentimiento que la vida destruirán. Recordemos la oración que a diario rezamos, donde le pedimos a Dios, que "Perdone nuestras ofensas como nosotros perdonamos"

Con Dios quizás sea difícil, pero se puede lograr; sin Dios, es mucho más complicado y hasta imposible será.



SESENTA ANCIANOS



Cuando el poderoso emperador Moctezuma quiso saber dónde estaban sus antepasados llamó a su primer ministro y le dijo:
-Quiero saber dónde viven los antepasados del antiguo pueblo de Anahuac. ¿Dónde estará Quetzalcóatl, dónde la madre de Huítzilopochtli, dónde los fundadores de la gran Tenochtitlán?
-Señor –dijo el primer ministro–, lo que pides es imposible, esos santos varones y la madre de Huitzilopochtli viven en la lejana Tula, en la ciudad maravillosa, y absolutamente nadie puede llegar allí; el camino está cerrado y rodeado de bestias espantosas, océanos sin fondo y terribles peligros. Sólo por medio de poderes extraordinarios podríamos saber algo sobre nuestros antepasados.
Entonces, decidió consultar al antiguo historiador del Imperio y, según cuenta la leyenda se fue al pasado y se encontró cara a cara con un viejo inmortal a quien le preguntó:
-Dime buen anciano, ¿dónde viven hoy Quetzalcóatl, la madre de Huitzilopochtli y todos los santos varones de los antiguos tiempos?
-Poderoso emperador, ellos viven en la lejana Tula -le respondió el anciano. -Quisiera llegar allá –dijo del gran emperador.
-El camino está cerrado, no es posible; sólo introduciendo el cuerpo por medio de poderes extraordinarios dentro de la cuarta vertical podríais llegar a ese lugar.
Así, el anciano historiador le comprobó a Moctezuma que lo que le había dicho el primer ministro era verdad y regresó al palacio.
Días después, convocó al pueblo y a los sesenta ancianos, y les dijo:
-Quiero saber dónde viven los Dioses de Anahuac, quiero saber algo sobre Quetzalcóatl, sobre la madre de Huitzilopochtli y sobre todos esos santos y heroicos varones fundadores de la gran Tenochtitlán. Ustedes, ancianos, tienen la sabiduría que se necesita, les encomiendo esa labor y que lleven estos presentes para la tierra sagrada de la lejana Tula -y entregándoles los presentes, continuó-. Márchense.
Dice la leyenda que los sesenta se prepararon con mucho ayuno y abstinencia, impregnaron sus cuerpos con hierbas, y luego, haciendo sus mágicos círculos y usando sus poderes, metieron su cuerpo físico dentro de la cuarta vertical.
Viajaron por la dimensión desconocida hasta la lejana Tula. Al llegar ahí, preguntaron al anciano por los heroicos fundadores, y éste los condujo hasta el lugar donde estaba viviendo Quetzalcóatl y todo su séquito de heroicos y nobles varones mexicanos. Cuando marchaban hacia las casas de los legendarios señores, los pies de los sesenta se hundían en la arena y se les hacía difícil caminar.
-¿Qué pasa? -preguntó el anciano a los sesenta-o ¿Por qué no pueden caminar? ¿Qué es lo que comen ustedes? ¿Qué es lo que beben?
Los sesenta respondieron:
-Señor, nosotros bebemos mucho pulque y nos embriagamos, comemos carnes de caza y también fornicamos.
-Es por eso, ilustres varones -dijo él anciano-, que se les dificulta caminar en este lugar, vuestros presentes no son necesario para nosotros, porque vivimos una vida modesta, dormimos en el duro yermo y no necesitamos lujo.
En ese momento, una anciana salió al encuentro de los sesenta. Llevaba la cara tiznada con carbón, sucia y su vestido estaba todo rasgado. Era la madre de Huitzilopochtli, la deidad fundadora de la gran Tenochtitlán, era la divina madre triste porque su hijo había caído por la fornicación.
-Estoy triste -dijo ella-y así lo estaré hasta que mi hijo regrese, es decir, hasta que se eleve, se regenere, hasta que suba del lodo de la Tierra. Ustedes, si continúan así como van -dijo la madre de Huitzilopochtli-, pronto serán conquistados por hombres blancos y barbudos que vendrán del otro lado del mar y los destruirán -refiriéndose a los conquistadores de España.
Los sesenta conversaron con Quetzalcóatl y recibieron distintas enseñanzas. Después, la madre de Huitzilopochtli les entregó un braguero (símbolo de castidad) para que ellos, a su vez, se lo entregaran al poderoso Moctezuma, y los despidió haciéndoles llevar tan duro mensaje al emperador.
Regresaron los sesenta por entre la cuarta vertical, aunque algunos de ellos murieron durante el trayecto; pero quienes lograron volver a la gran Tenochtitlán, entregaron el mensaje al poderoso emperador. Entonces, él y su primer ministro, llenos de dolor, hablaron al pueblo para que dejaran la embriaguez del pulque y para que entraran por el camino de la regeneración. Pero todo fue inútil, ya la poderosa civilización solar que alguna vez había resplandecido en la gran Tenochtitlán y en otras ciudades cercanas había entrado en el proceso de decadencia.


viernes, 24 de mayo de 2019

UN PANTEÓN ESPÉCIAL



El panteón La Lima, es un sector muy oscuro ubicado en Culiacán (México). Al carecer de iluminación en su interior, se hizo un sitio perfecto para la realización de actos ilegales como venta de drogas, asesinatos, pactos satánicos, etc. Se han mencionado casos de jóvenes asesinadas y abandonadas sobre las tumbas, muertos tirados y envueltos en cobijas y otras atrocidades.
Este panteón solo dispone de iluminación en los accesos al mismo por lo que al caer la noche, se encuentra en plena oscuridad y es cuando comienzan a surgir los rumores de los vecinos del sector que aseguran que se oyen risas, voces de ultratumba y lamentos…cuando el cementerio se encuentra vacío.
Incluso los cuidadores afirman haber visto en más de una ocasión fantasmas rondado las tumbas como por ejemplo una mujer vestida de blanco, sentada de espaldas sobre una lápida. Cuando el celador se acercó a preguntarle que hacía allí, de repente sintió un frío helado sobre su cuerpo y a poco de llegar al lugar, la mujer simplemente se evaporó…
Poro tiempo después se enteró que aquella chica había sido hallada muerta justamente sobre esa tumba. Otros testigos afirman que en el pasillo destinado a los niños, se escuchan risas y juegos de chicos, llegando incluso a escuchar si querían sumarse a sus juegos…
Todas estas apariciones comenzaron luego de 2010 cuando comenzaron a reciclarse tumbas para abrir nuevos espacios, lo que seguramente generó que las almas de los difuntos no estuvieran contentas con estos cambios, mostrando su disgusto a través de estas apariciones fantasmales.

jueves, 23 de mayo de 2019

CUANDO TE MIRO



"VERTE LLEGAR... CASI ES VERTE PARTIR"

EL ALTAR DE MUERTOS




En Rancho Nuevo, un antiguo pueblo de la Huasteca Veracruzana, vivía una señora llamada Dominga, muy respetuosa de su marido y de los deberes conyugales. 
Estaba casada con un señor que respondía al nombre de Abundio Saavedra, quien no era muy partidario de seguir las tradiciones y costumbres de su comunidad. 
Ambos eran padres de Irene, una muchacha muy bella a quien no le faltaban enamorados que admirasen sus bellos ojos verdes los cuales destacaban en su piel color miel.
El Día de Muertos el señor le ordenó a su esposa que no pusiese altar de muertos para sus parientes en la casa o en el panteón, porque consideraba que los difuntos no podían regresar a comer absolutamente nada. Al día siguiente cuando se dirigía su milpa a trabajar vio en el cementerio a muchos muertitos que disfrutaban la comida que sus familiares les habían colocado en la ofrenda. Y también observó a un hombre y a una mujer viejos que se retorcían de dolor porque llevaban una vela prendida en la espalda. Cuando se fijó bien se dio cuenta que esa pareja eran sus padres que lo miraban con enojo y reproche ya que no tenían nada que comer en ese día en que los muertos regresan a la Tierra para comerse la esencia de los alimentos que se les ofrendan.
En ese momento el hombre lleno de miedo y de arrepentimiento por su mala acción, dio la media vuelta y se dirigió corriendo a su casa. Cuando llegó llamó a gritos a su mujer y le ordenó que matase a un puerco para hacer unos buenos tamales. Compró cirios. Imágenes y cohetes; alquiló músicos jaraneros para que tocaran al día siguiente en la tumba de sus padres que se encontraban en el Panteón de San Juan. Ya que terminó con los preparativos destinados a sus padres le dijo a Dominga que estaba muy cansado y muy triste, que tenía muchas ganas de llorar y que se iba a dormir porque tenía mucho sueño. Se durmió en un catre que se encontraba en al patio.
Pasadas dos horas, Dominga le dijo a su hija que fuera a traer a su padre, para que cenará chicarrones y tamales que estaban deliciosos. Al llegar la chica al patio y acercarse al catre, vio que su padre estaba muerto, rígido, y en la cara presentaba una terrible mueca de terror, tal cual si hubiese visto al Diablo. La joven se puso a gritar como desesperada. Los habitantes del pueblo se conmovieron ante tal tragedia y se dieron cuenta de que Abundio había programado su muerte y su propia ofrenda sin saberlo él mismo.
Desde ese terrible día, la madre y la hija se dedicaron con mucho fervor a la religión, e iban por todos los pueblos de la región celebrando las fiestas religiosas de los santos patronos y honrando a los muertos en sus funerales, en el panteón y en las ofrendas de muertos.


CON QUÉ DERECHO




A pesar de saber y reconocer nuestra fragilidad; los seres humanos somos los más duros y exigentes a la hora de medir, señalar y juzgar.

Es poca la tolerancia que se deja ver en el mundo, es común ser testigos de guerras crueles aún entre los que son de una misma familia o quienes que se llamaron alguna vez amigos… ¿qué se puede esperar de aquellos que se castigan sin piedad, aunque sean padres, hermanos o hijos?. Se crean mil excusas y justificaciones para decir que se tiene la razón, sin importar el dolor que se pueda causar y mucho menos la destrucción; pareciera como si existieran en el mundo seres sin corazón, que no conocen de perdón y mucho menos del amor.

¿Con qué derecho le pedimos perdón a Dios, si no sabemos perdonar?... ¿Cómo podemos gritar a los cuatro viento que queremos paz, si no hacemos nada para reestablecer la unión familiar? somos espectadores de los distintos conflictos que los medios de comunicación nos suelen presentar, nos damos golpes de pecho, hacemos cadenas de oración por la paz, y a la vez somos indiferentes ante el dolor de los demás, vivimos atentos del error que puedan cometer otros, para lanzar la primera piedra y condenar.

Con la misma vara que midamos, seremos medidos; más que una frase es una realidad, no tenemos ningún derecho de juzgar ni condenar; quizás porque cometemos errores más grandes que aquellos que hemos de señalar y castigar.

Nos hemos convertido en espectadores del dolor y las masacres, que critican, apoyan, juzgan, aplauden, asumen actitudes que no dicen ni hacen nada que pueda evitar tanto sufrimiento que no viene de Dios, porque es el mismo hombre el que lo ha de causar.

¿Con qué derecho matamos con palabras, acciones u omisiones, si la vida no está en nuestras manos?, nosotros no somos los dadores y mucho menos los que deciden como y cuando la quitamos. Somos los que tenemos la misión de amarnos, perdonarnos, cuidar la creación que se nos ha dado como el espacio para ser feliz unos a otros, amándonos como hermanos.

¿Con qué derecho criticamos las guerras, si en nuestras casas y con los que tenemos más cerca, a cada instante las declaramos?, ofendiéndonos, insultándonos, discriminándonos, pisoteándonos la dignidad unos con otros, por aquello de hacer realidad el viejo refrán del ojo por ojo, para que ninguno crea que somos cobardes o valemos poco.

¿Con qué derecho hablamos de paz, sino sabemos lo que significa?, creemos que la paz es un sueño fantasioso que jamás se hará realidad, una palabra que se escucha mejor cuando entonamos una canción que la sepa nombrar, o hacemos oración pidiendo por ella, aunque en el fondo sentimos que no se hará realidad.

Se nos ha concedido el derecho y la libertad de amar y ser amado, perdonar y ser perdonado… ¿Qué más podemos pedir? En ello esta el secreto de la verdadera PAZ.



miércoles, 22 de mayo de 2019

RIO NAZAS




El río Nazas es un río del interior de México que discurre por los estados de Durango y Coahuila.

Toma su nombre cuando los españoles de la conquista ven a los pobladores de la ribera del río pescar con unas cestas muy peculiares llamadas «nasas», de ahí que se le conociera como el «río de las nazas»

El río Nazas nace en la parte alta de la Sierra Madre Occidental, al este de la sombra orográfica, Antes de la construcción de las presas, desembocaba en la Laguna de Mayrán, en Coahuila, después de haber recorrido casi 600 km.1 Actualmente este río es frenado artificialmente por las cortinas de las presas "Lázaro Cárdenas" (El Palmito), presa captadora, y "Francisco Zarco" (Las Tórtolas), presa derivadora y reguladora. Estas presas, junto con el sistema de canales revestidos de concreto (hormigón) en su cuenca baja, son los responsables de la desaparición de la Gran Laguna de Mayrán, un ecosistema raro y único parecido al delta del Okavango en África o a los complejos lacustres de los ríos Amu Darya y Syr Darya que desembocan en el también desecado mar de Aral en la antigua Unión Soviética.

El río Nazas contiene especies, comunidades y ecosistemas únicos, producto del aislamiento experimentado por ser un río de desierto. Una población cercana al millón y medio de habitantes se beneficia de los servicios eco sistémicos o ambientales del Río Nazas. Entre las comunidades beneficiadas se encuentran las ciudades de Rodeo, Nazas, Ciudad Lerdo y Gómez Palacio en Durango y TorreónMatamorosFrancisco I. Madero y San Pedro de las Colonias en Coahuila. en ella concede especies como peces, algas y crustáceos.

Actualmente los ecosistemas del Nazas están en grave peligro por la sobreexplotación de sus aguas a manos de la agricultura, principalmente dedicada a la producción de forrajes para el ganado lechero. El río Nazas cuenta con un área natural protegida, el «Parque Estatal Cañón de Fernández» ubicado en el municipio de Lerdo. El cañón de Fernández es un importante corredor biológico para cientos de especies de anfibiosreptilesaves y mamíferos. En su cauce pueden encontrarse ahuehuetes o sabinos de más de 1300 años de edad.

En 1598 se fundó en la ribera del río la Misión de Cinco Señores del Río de las Nasas, por fray Agustín de Espinoza, sacerdote jesuita. Años después en el 1867 el nombre de Cinco Señores se modifica por el de Nazas, pasando a nombrarse así al municipio de Nazas, Durango (México).
El río Nazas, a través de su cauce y la recarga al manto acuífero que alimenta a la región, hizo posible el establecimiento de la Comarca Lagunera como una zona agrícola. De hecho, la importancia social y política del Nazas fue motivo para que durante el siglo XIX se generasen diversas disputas entre los hacendados de la región por los derechos y beneficios del agua de riego.
Hoy, el acuífero alimentado por el río Nazas es lo que ha hecho posible la consolidación de la zona como la cuenca lechera más importante de México.

A partir de la construcción de las presas, el río Nazas en su parte más baja sólo ha llevado agua en pocas ocasiones: las más célebres por sus dimensiones fueron en 1928 y posteriormente, en 1968 cuando ocasionó una inundación de importantes proporciones en la región de la Comarca Lagunera, que obligó a la intervención del Ejército Mexicano para evacuar algunas zona de la región.
En 1991 el cauce seco del río recibió agua aunque con mayor control, y el 10 de septiembre de 2008 volvió a recibir agua, la cual duró en el cauce aproximadamente 45 días (en ésta se registraron importantes daños materiales en la ribera del río que pasa por las zonas pobladas), y la última avenida fue en agosto de 2010.
Desde que el río está controlado por las presas Francisco Zarco (Las Tórtolas) y Lázaro Cárdenas (El Palmito) el río ha tenido 4 avenidas en la zona urbana de la Laguna.

MENTES



"LAS MENTES CLARAS...COMPRENDEN MEJOR LAS ÉPOCAS OSCURAS"

SOMOS LIBRES




En el proceso que todos asumimos de crecer y madurar, es difícil aceptar a veces nuestra propia humanidad; cuesta enfrentar cara a cara nuestra fragilidad; por tanto, es mucho más complicado en ocasiones, comprender y tolerar los momentos que vive el otro y lo que ha de necesitar.

Es sano permitirse poder experimentar, las emociones que se apoderan del sentir y el pensar, manteniendo el equilibrio, sin dejar de avanzar; no irse a los extremos, ni correr sin frenos, no retroceder, ni renunciar.

Somos libres de enojarnos, cuando algo nos ha de molestar; cada uno es diferente y tiene cosas que le gustan o le van a disgustar, una cosa es el enojo, otra es olvidar, que un momento de ira, se dice mucho sin pensar, se puede destruir en un segundo, lo que durante toda una vida, se quiso construir o cultivar.

Si algo nos dolió, démonos permiso de llorar; si fue por una ofensa, es muy sano perdonar; porque el vivir con el corazón lleno de resentimiento o rencor, no nos dejará en paz; viviríamos con el temor de dar y recibir amor.

Si sufrimos porque un ser que amábamos se fue a otro lugar o murió; hay que enfrentar el duelo que ocasiona el vacío que nos dejó; pero no dejemos que nuestra vida acabe, no nos aferremos al dolor; nuestro corazón sigue latiendo, hay que seguir viviendo y hacer realidad en nosotros el sueño de Dios.

Al fallar o tropezar, es sano permitirse sentir frustración por el error, levantarse, sacudirse el polvo, empezar de nuevo, darse a sí mismo la oportunidad de reconstruir, seguir adelante, hasta lograr llegar a la meta que nos quisimos trazar.

Si sentimos soledad, no aislarnos más; tenemos el derecho de compartir con otros la vida, recibir y dar… Pero si por el contrario lo que buscamos es un espacio para respirar, es sano alejarse un poco, encontrarse consigo mismo y reflexionar; el desierto nos ayuda a estar cara a cara con nuestra propia realidad.

Concedámonos permiso para descansar, el cuerpo no es una máquina, no todo en la vida es trabajar, nos hace falta tiempo para compartir o socializar, darnos la oportunidad de no hacer nada, relajarnos, reír, jugar.

Permiso para expresar lo que sentimos, dejar que salga libremente nuestra afectividad, ser capaces de decir una palabra bonita, acariciar o dejarnos abrazar, permitir que afloren los detalles, suspirar y soñar.

Permiso para hacer de todo un poco, sin que nos dañe o haga daño a los demás, tampoco deformar o acomodar el concepto de moralidad.

Permiso para hacer lo que nos gusta, sin irnos a los extremos, sin olvidar la responsabilidad; lo que pensemos, sentimos, decimos y hacemos, siempre tendrán su efecto en nosotros mismos y en los demás.

Permiso para vivir, reír, llorar, soñar, enojarnos, consentirnos, equivocarnos, perder a veces el camino y de nuevo encontrarlo.

Somos seres Divinos con una experiencia humana, Dios nuestro Padre, Amigo y Creador, así nos soñó, puso en cada uno de nosotros, un toque de su perfección